No descubro nada diciendo que MB&F crea algunos de los relojes más diferentes del mercado. Su combinación de diseños distintos con la alta exigencia técnica hacen que sus relojes sean únicos, y por tanto muy apreciados por los coleccionistas (a pesar de sus precios estratosféricos). Baste como ejemplo el Space Pirate que vimos en vídeo. Pero dentro de su cartera de productos están las «Máquinas de Legado». Las Legacy Machine (habitualmente contraídas en LM) son, en palabras del fundador Max Büsser, «los relojes que harían los relojeros tradicionales hoy en día».
Y no le falta razón porque, aunque lo que vemos en la esfera dista mucho de los diales tradicionales, tanto estas como los calibres siguen la normas tradicionales de la relojería en términos de rigor mecánico y mimo en la decoración. Entre estas máquinas, los MB&F LM101 es sin duda uno de los diseños favoritos por la mezcla de elementos clásicos (la caja redonda y la subesfera de horas y minutos con numerales romanos) con reinterpretaciones modernas muy llamativas (el puente del volante).
En Estados Unidos el número 101 se refiere en educación al primer curso, aquel en el que se muestran los conocimientos básicos de una materia. Los LM101 aparecieron en 2014, e incluían el primer calibre desarrollado íntegramente por MB&F. De ahí su nombre.
En 2021, la serie MB&F LM101 evoluciona con versiones mejoradas técnica y estéticamente—incluida una versión de acero inoxidable— que se distinguen por sus esferas. Para centrarse más en lo esencial, el bisel y el grabado «Legacy Machine» de la esfera se retiran para resaltar la hora y la reserva de marcha, indicadas en subesferas ligeramente más grandes; y el plato fuerte, el característico volante «suspendido», hereda una doble espiral.
Dos subesferas de un blanco impoluto se sitúan sobre la platina superior del movimiento decoradas en rayos de sol. En la parte superior derecha se indican las horas y minutos, claramente legibles gracias a unas agujas de oro azulado que contrastan con el blanco inmaculado, mientras que el indicador de la reserva de marcha de 45 horas se muestra en una subesfera similar pero más pequeña situada en la parte inferior. En 2015 se presentaron dos ediciones limitadas «Frost» que vimos en vivo, que aportaban un contraste todavía más marcado entre estos elementos y el fondo efervescente de las platinas escarchadas manualmente.
Para esta edición de 2021 las cajas combinan el oro blanco con la esfera morada, el oro rojo con una esfera azul cobalto y el acero inoxidable con una esfera azul claro. El diámetro es de 40 mm, y la altura es de 16 mm. No es exagerado, teniendo en cuenta que el cristal de zafiro está curvado para dejar espacio al puente del volante.
Aunque la posición del oscilador del MB&F LM101 puede considerarse de vanguardia, el legado se mantiene con el volante de 14 mm de diámetro, con tornillos reguladores específicamente desarrollados para MB&F, muelle espiral Breguet y portapitón móvil. Las últimas versiones cuentan con una doble espiral vista por primera vez en las ediciones Performance Art de la Legacy Machine 101, fruto de la colaboración MB&F x H. Moser y Cie en 2020. El volante se mueve a 2,5 hercios (18.000 alternancias por hora), como los relojes antiguos, lo que permite disfrutar de su movimiento lento. El calibre, recordemos, es una creación del gran Kari Voutilainen, responsable también de la decoración.
Los MB&F LM101 se entregan con una correa de aligátor o de becerro, con las hebillas a juego con el material de las cajas. Su precio es de 49.000 francos suizos para la versión de acero y de 59.000 francos las versiones de oro. Eso son 44.600 y 53.700 euros al cambio, a lo que hay que añadir la molesta coletilla del IVA, que mira que da rabia. Más información en MBF.com.