Con permiso del Reverso, la colección estrella de Jaeger-LeCoultre es la Master Control, porque recoge perfectamente la filosofía de la casa: relojes muy bien hechos, con una elegancia atemporal y a la vez con grandes calibres (como cabría esperar de la casa que más movimientos ha creado y que han movido -y todavía mueven- relojes de muchas casas punteras). Este Jaeger LeCoultre Master Ultra Thin Moon es una acertada puesta al día de uno de sus relojes veteranos.
En 2015 presenté la anterior versión del Jaeger LeCoultre Master Ultra Thin Moon. A simple vista casi no se distinguen, pero cuando te paras a examinarlo sí que te das cuenta de cómo las diferencias han mejorado el reloj. Tiene un diámetro de 39 mm, y una altura de 9,3 mm. Eso es 6 décimas de milímetro menos que la anterior versión y, sin embargo, el aspecto del reloj no transmite fragilidad, sino todo lo contrario. Se le nota sólido en la muñeca.
Es verdad que el reloj está lejos de ser «Utra Thin» (cómo le gustan a los suizos las hipérboles), pero aún así esa altura lo mete directamente dentro de la categoría de «relojes de vestir». No va a dar un problema con los puños de camisa.
La esfera tiene un color que la casa llama «azul petróleo». Yo pensaba que era como el azul de estos dos Master Ultra Thin que vimos en vivo, pero al parecer ese azul es «azurita». En cualquier caso: un azul marino muy bonito, remarcado por la decoración en rayos de sol. Los índices de este Jaeger LeCoultre Master Ultra Thin Moon, como todas las versiones modernas, son más alargados, lo que le otorga una imagen un tanto más deportiva, a la vez que transmite mayor sensación de precisión. Los índices están facetados, al igual que las manecillas de horas y minutos, De esta manera la lectura es fácil incluso con luz intensa.
Y después está, claro, la subesfera con la fase lunar, que ha mejorado sensiblemente. Ahora el firmamento es multiestrellado, lo que lo hace mucho más interesante y bonito, más acorde con el romanticismo que tiene la complicación. Y no olvidemos que el marco que la rodea añade la fecha, que debe ser corregida en los meses no acabados en 31. La pista de la fecha es ahora más grande para que se lea mejor, y la manecilla que lo señala también se ha rediseñado.
El calibre del Jaeger LeCoultre Master Ultra Thin Moon sigue siendo el conocido 925, con una frecuencia de 4 hercios y una reserva de marcha de 70 horas. El movimiento está muy bien terminado, como es habitual en JLC, con una pletina perlada y puentes con Côtes de Genève, que se extienden también al rotor. Éste, de oro, está esqueletado, para poder ver mejor el movimiento. El 925 tiene una altura de sólo 4,90 mm, que no está nada mal para un calibre automático (o sea, con rotor), esa reserva de marcha y dos complicaciones. Integra un pulsador a las 8 horas para la corrección rápida de la fase lunar.
El reloj ostenta el sello de control de 1.000 horas, que es lo que hace de los Jaeger unos relojes robustos y duraderos, además de ofrecer una garantía de 8 años. Se entrega con una correa de aligátor negra que integra un sistema de cambio rápido, lo que sin duda agradecerán sus dueños para poder personalizarla a su gusto. Tiene un precio de 10.000 euros exactos, el más barato de entre los relojes de entrada a la alta relojería. El Jaeger LeCoultre Master Ultra Thin Moon ya está disponible en la boutique online de la marca y en los puntos de venta autorizados. Más información en Jaeger-LeCoultre.es.