Frederique Constant lleva desde 2009 con su colección Runabout. Para quien no le suene el término, Runabout es un tipo de embarcación de vela pequeña y rápida, distinguida por su estructura de madera, siempre muy elegante. 2009 es el año en que se produjo la asociación entre Frederique Constant y la RHS (Riva Historical Society), una asociación de amantes y coleccionistas del famoso yate italiano que es a su vez la representación marina del sport-chic, ese estilo de vida que comienza en los años 50 y que siempre ha estado asociado al buen vivir de la costa mediterránea. Los modelos lanzados bajo esta evocación son siempre en edición limitada, y así lo son también los dos Frederique Constant Runabout Chronograph que vemos ahora.
Ambos modelos comparten una caja pulida de 42 mm, bien de acero o de acero chapado en oro rosa, con dos pulsadores para iniciar, parar y restablecer el cronógrafo tipo pistón. Están equipados con un cristal de zafiro antirreflectante por ambas caras (en mi opinión mejorable), y sumergible hasta 50 metros. Este dato, junto con la corona sin roscar, son los que más llaman la atención en un reloj inspirado en un barco, pero claramente ni Frederique Constant ni quien lo compre está pensando en furiosas batidas marinas.
En la esfera azul nos encontramos una parte central decorada con Clous de Paris para remarcar el aire clásico del reloj. Los tres registros del reloj (30 minutos al norte, doce horas a las 6 y el pequeño segundero a las 9 horas) sobresalen del estampado central, quitándole seriedad al conjunto. Ese aire más informal se subraya con los numerales arábigos, mientras que las manecillas alfa vuelven al clasicismo para dar idea de exactitud. En la versión chapada en oro los bordes de numerales y manecillas también lo están.
Tanto las manecillas como los índices están tratados con Super-LumiNova, lo que hace al reloj más versátil. Es un conjunto de elementos dispares, pero el reloj funciona. El azul marino encaja todas las piezas y el resultado del Frederique Constant Runabout Chronograph Edición Limitada es una pieza que es perfectamente utilizable en cualquier situación, si bien para hacerlo más apto para situaciones serias los pulsadores del crono deberían haber sido de otro tipo, más discreto.
El calibre FC-392 se mueve a 4 hercios y tiene una reserva de marcha de 55 horas. Entiendo que es un ETA o un Sellita SW300 con un módulo cronógrafo, combinación habitual en la industria. El calibre está dotado de una rueda de pilares, lo que garantiza la suavidad en la puesta en marcha, parada y puesta a cero del segundero. La rueda es azul y el rotor está dorado y con el nombre de Frederique Constant. Por último, el cristal que lo cubre lleva impreso el banderín marino de la RHS, de manera que el conjunto resulta agradable a la vista.
Como dije al principio, los Frederique Constant Runabout Chronograph son una edición limitada a 888 unidades cada uno. Imagino que es un guiño al mercado asiático, donde el 8 es un número de la suerte. El precio es de 2.695 euros para la versión de acero y de 2.895 euros para la versión chapada en oro. Son, como decía en el título, unos relojes polivalentes que se llevan muy bien en la muñeca, y que tienen una imagen que combina muy bien lo clásico con lo deportivo, de manera que el resultado es siempre agradable de consultar. Los relojes ya están disponibles en los puntos de venta autorizados, y hay más información en FrederiqueConstant.es.