Piaget ha estado muy tranquila en los dos años de pandemia… relativamente. Es cierto que su producción no ha sido particularmente importante en términos numéricos, pero lo ha aprovechado bien. En de 2020 lanzó el Piaget Altiplano Ultimate Concept, que la llevó a ganar el premio al mejor reloj de año, como vimos en vídeo. Pero también ha habido movimiento en la dirección de la casa con la salida de la CEO Chabi Nouri. Y los tiempos de transición en la cabecera de una empresa siempre se traduce en una ralentización del negocio.
Lo que sí ha sido llamativo es que, sin contar el premio al Altiplano, hemos visto un cambio en las prioridades comerciales de la casa en lo que a relojería se refiere: ha pasado de estar dominado por el reloj ultradelgado a dar la preeminencia al Polo. Por hacer memoria, el Polo apareció en 2016 -con el nombre de «Polo S», aunque acabó por perder la ese- como el sucesor del reloj deportivo de acero con brazalete integrado de la casa. Presenté los modelos y la historia en este vídeo. El reloj fue incorporando diversas versiones que también vimos en vivo, como esta con oro o esta con una preciosa esfera verde. A primeros de 2021 se mostr ó dos llamativas versiones esqueletadas y ahora llega este Piaget Polo Chronograph «Blue Panda», que es francamente atractivo.
Por supuesto el reloj mantiene la caja en forma de cojín de la colección, tan bien hecha y basada en la línea Emperador de la casa, con su sucesión de líneas curvas y una combinación de superficies cepilladas horizontalmente y biseles pulidos. Todos ellos, como bien sabemos, elementos clásicos de los relojes deportivos de lujo modernos. La caja de acero tiene un diámetro de 42 mm. Sin embargo, las asas cortas y un perfil delgado de sólo 11,2 mm (que no está nada mal para un cronógrafo automático) y una correa que se adapta a la muñeca, hacen que el Piaget Polo Chronograph «Blue Panda» parezca más pequeño en la muñeca.
Se han mantenido otros elementos de la caja, como la estanqueidad de 100 metros, los cristales de zafiro del frente y del fondo de la caja y los pulsadores ovoides del cronógrafo, bien integrados y que sorprenden por lo pequeños que son, prueba de que en el reloj prima la elegancia por encima de la deportividad. Pero lo que realmente cambia el aspecto del reloj y su sensación en la muñeca es la nueva correa de caucho. Aunque ya estaba disponible con un brazalete de acero no totalmente integrado (el reloj sigue teniendo asas) o con las clásicas correas de cuero, ahora viene con una correa de caucho que se siente perfectamente integrada en el diseño general del reloj.
No sólo la correa está curvada entre las asas, fluyendo a la perfección con la caja, sino que su superficie está texturizada, lo que la empareja con la de la esfera. Sin duda la correa cambia la forma en que el reloj se envuelve en la muñeca, haciéndolo más equilibrado, además de darle un aspecto más informal y deportivo que se ajusta al concepto del Polo. Además, viene con muelles de cambio rápido para que cambiar el aspecto del reloj se haga en un suspiro.
El otro gran cambio está en la esfera. En efecto, como indica su nombre, el Piaget Polo Chronograph «Blue Panda» tiene una esfera bicolor con subcontadores en contraste. Habitualmente sólo está disponible con esfera monocromática azul, plateada o gris, pero ahora presenta dos subesferas en azul Piaget, lo que le confiere una presencia más atractiva en la muñeca, y también más desenfadada.
Aparte de eso, nada cambia, ya que seguimos teniendo una esfera texturizada con ranuras horizontales. Los marcadores y las agujas aplicadas de acero pulido también son idénticos, incluido el segundero con contrapeso en «P» y una fecha trapezoidal con marco metálico situada a las 6 horas. El conjunto es, en mi opinión, de los más atractivos que ha ofrecido el Polo.
Bajo el fondo atornillado de la caja atornillado volvemos a encontrarnos con el calibre de manufactura 1160P, un movimiento de cronógrafo integrado, delgado y compacto, derivado del calibre Piaget 880P y producido por ValFleurier (centro de producción de Richemont). Comparte su arquitectura con el calibre 1904-CH de Cartier. Sin embargo, viene con una mejor combinación de rueda de pilares y embrague vertical y un doble barrilete para una reserva de marcha de 50 horas.
Sólo mide 5,72 mm de altura, que es lo que hace que el reloj sea tan delgado -para ser un cronógrafo-. Indica las horas y los minutos, pero no el pequeño segundero, y en su lugar tiene una disposición de cronógrafo de dos registros con contadores de 12 horas y 30 minutos. Como ya he dicho en otras ocasiones, yo habría sacrificado el contador de 12 horas a cambio de un pequeño segundero para darle vida a la esfera. La masa oscilante también tiene el azul Piaget y -como es habitual- el escudo de armas de la casa. La decoración se complementa con tornillos azulados, Côtes de Genève circulares en todos los puentes y el rotor, y puentes biselados.
El Piaget Polo Chronograph «Blue Panda» es una edición limitada a 888 unidades (un guiño al mercado asiático). Tiene un precio de 15.900 euros. Eso es, por ejemplo, la mitad de lo que cuesta un Vacheron Constantin Overseas Chronograph. El reloj ya está disponible en la boutique online -y en las físicas- de la marca y en los distribuidores autorizados. Más información en Piaget.es.