Harry Winston es, por encima de todo, una empresa de joyería porque Harry Winston era un joyero. De hecho, fue EL joyero norteamericano por excelencia, el que hizo que las actrices llevaran sus joyas, en vez de recurrir a joyeros europeos. Tuvo la mayor colección de y piedras preciosas más importante del mundo después de la de la Reina de Inglaterra e inició la idea de tener joyas en las alfombras rojas, una manera de promocionarse que, como ya sabemos, ha dado un excelente resultado a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado y lo que llevamos de éste.
Pero Harry Winston, como tantos otros joyeros (pensemos en Cartier, o en Chaumet, por ejemplo), también hace relojes. Es sobre todo conocido por sus relojes-joya, claro, pero también ha experimentado con relojes que se salen completamente de la norma. Así ocurre con sus «Histoire de Tourbillon», diez piezas que buscan diseños con tourbillon inusuales -y de variado resultado, hay que decir-. Pero, sobre todo, están sus Opus: piezas encargadas a relojeros renombrados con total libertad creativa. El último de ellos es este Harry Winston Opus 14.
El reloj está pensado como un homenaje a las Jukebox, esas máquinas tocadiscos que había en los bares y que fueron tan famosas desde los años 40 a los 80 del siglo pasado, pero cuya época más feliz coincidió con el tiempo en que Harry Winston se hizo más famoso. Así, presenta una serie de complicaciones que se muestran y esconden dentro de una especie de promontorio que tiene el reloj a su izquierda, y que le da esa forma tan distinta.
LEn el tocadiscos que ocupa el cuarto superior derecho de la esfera se muestra el disco de la complicación que quieres que se vea. Ahora mismo aparece la esfera principal, en la que aparece la firma de Harry Winston, al estilo de los discos de antaño, como el Hall of Fame de Hollywood.
En el disco de la izquierda del Harry Winston Opus 14 aparecen las horas, mientras que en el disco inferior está la indicación de minutos, que es retrógrada. Justo encima está la reserva de marcha de los mecanismos de los discos.
Cuando aprietas el pulsador a las cuatro, el disco vuelve a su sitio, tal como hacían las jukebox originales. Para cambiar de complicación, en el lateral hay un selector de complicaciones, desde el que elegir cuál aparece.
Si presionas en “fecha”, se muestra ese disco. Si lo que queremos es la complicación GMT, primero se recoge el disco y en el lateral se selecciona GMT. Se vuelve a pulsar a las cuatro, y aparece la complicación, que además indica día y noche para hacerlo plenamente funcional.
Para cambiar la hora -o la fecha, si tenemos ese disco seleccionado- simplemente se presiona el pulsador superior correspondiente. Y, cuando se quiera, se guarda el disco y volvemos al principio.
El calibre HW4601 del Harry Winston Opus 14 es, sin embargo, muy discreto a la mirada, porque se ha preferido tener puentes que tapen los mecanismos y darle más rigidez al conjunto.
Todo ello es a costa del tamaño del reloj: la caja, de oro blanco, tiene un diámetro de 54,7 mm y una altura de 21,9 mm. El cristal está cortado de un solo bloque de zafiro, lo que añade complicación a su creación y a la vez luminosidad y claridad, porque no hay partes pegadas.
El Harry Winston Opus 14 es el resultado de la colaboración con los relojeros Frank Orny y Johnny Girardin, que también desarrollaron, por ejemplo, el Metamorphosis de Montblanc que vimos en nuestra vista al SIAR 2015. Es una edición limitada a 50 unidades, con un precio de 400.000 euros.
El diseño, el tamaño y el precio son sin duda elementos que, tanto por separado como desde luego juntos, hacen que este Harry Winston Opus 14 no sea un reloj para todo el mundo. Pero, como aficionado a la relojería, yo agradezco las ganas de explorar y de hacer algo distinto a lo habitual. Más información en HarryWinston.com.
