Montblanc lleva un comienzo de década bastante silencioso en todo lo que tiene que ver con la relojería. Yo creo que está pasando por un período de reorganización y refocalización de su estrategia comercial y de producto. Este año sólo hemos visto un espectacular Exo-tourbillon, y en 2020 vimos un hermano de este Montblanc 1858 Geosphere Edición Limitada, pero en versión de titanio y con esfera azul.
El concepto del Geosphere apareció por primera vez en 2018 con una esfera negra. Era lo opción más conservadora, porque el negro siempre lo es y siempre queda bien. No en este caso, en mi opinión, porque la combinación de negro y toques dorados hacía que la esfera, en vez de parecer vintage, pareciera vieja (si se entiende lo que quiero decir). Pero el reloj tenía mucho potencial, y al año siguiente se lanzó una preciosa esfera verde, que es, junto con la versión que vemos ahora, la mejor.
Las hechuras de la caja no varían con respecto a las de sus hermanos de colección: tiene un diámetro de 42 mm y una altura de 12,8 mm lo que, considerando las complicaciones que ofrece, no está nada mal. Aún así, debido a la longitud de las asas, el reloj parece algo más grande de lo que indican sus medidas oficiales.
La caja del Montblanc 1858 Geosphere Edición Limitada está fabricada en una aleación de bronce llamado «bronce estable», lo que significa que envejece, pero no llega a ponerse verde, o marrón, o azul como ocurre con el bronce normal (dependiendo del ambiente en el que se mueva). Esto es bueno porque en general el reloj que se compra es el que se ve, no el que pueda ser dentro de 5 años.
La inserción del bisel -que es bidireccional- es de cerámica marrón, con acabado brillante y con los puntos cardinales grabados y rellenos de Super-LumiNova.
La esfera de este Montblanc 1858 Geosphere Edición Limitada es, en mi opinión, un acierto rotundo. La mezcla de colores, desde un beis claro en el centro hasta un marrón grisáceo en el borde, dan calidez al reloj y combina a la perfección con el resto de colores de la pieza. Tiene una textura casi orgánica que te lleva a querer mirarlo todo el rato por el puro placer visual. Lo de saber la hora es secundario, que es algo que compartimos todos los aficionados a los relojes («para ver la hora ya está el móvil», se suele decir).
El color no es casual: Montblanc creó esta versión inspirándose en las exploraciones del legendario alpinista Reinhold Messner, y en particular en su travesía en solitario de cinco semanas por el desierto del Gobi, en el año 2004.
Los índices y manecillas de catedral -que le dan ese aire vintage tan claro- están perfilados en oro rosa, y los múltiplos de cinco de los minutos están pintados en un color dorado que termina de realzar el conjunto, con una sensación de calidad evidente.
Y luego está, claro, la complicación. El Montblanc 1858 Geosphere Edición Limitada es un horas mundiales con una presentación de la hora en los diversos husos horarios distinta: muestra los dos hemisferios para ofrecer una manera instintiva de leer las diferentes zonas horarias. Los dos globos giratorios y abombados de los hemisferios de este reloj, a las 6 y las 12, están rodeados por una escala fija con las 24 zonas horarias e incluyen un indicador de día/noche revestido de oro rosa y de color marrón (para ambos hemisferios).
Ambos hemisferios hacen un giro completo cada 24 horas, y lo hacen en sentido opuesto. El meridiano de referencia de la longitud para ambos hemisferios se resalta una línea negra revestida con Super-LumiNova. Además, a las 9 hay una segunda zona horaria, que puede utilizarse como indicación de la hora del lugar de residencia. A las 3 hay una ventanilla con la fecha (vinculada a la hora local).
Quede claro que no es un horas mundiales al uso. Es decir, no tienes un pulsador para ir cambiando las ciudades. Simplemente, allí donde estés el reloj te da la referencia del resto del mundo. El calibre usado, que la marca llama MB 29.25, es un Sellita SW 300-1, pero la complicación está completamente desarrollada de manera interna. Y, para no perder detalle, el tratamiento con material luminiscente hace que sea una gozada mirar el reloj por la mañana y por la noche.
La parte trasera es sorprendente. Mientras que en las demás versiones las tapas eran discretas, en esta versión del Montblanc 1858 Geosphere Edición Limitada la casa ha echado el resto. Basándose en la trayectoria de Messner por el Gobi, presenta un grabado único de los famosos «acantilados llameantes» o Bayanzag del desierto del Gobi, que estaban en la ruta de Messner por el norte de Asia.
Estos acantilados son famosos por los hallazgos ancestrales, en especial los del paleontólogo norteamericano Roy Chapman Andrews, que en 1920 encontró especímenes de velocirraptores y huevos de dinosaurio fosilizados. Roy Chapman Andrews bautizó este lugar con un nombre que hace referencia a los colores rojizos y anaranjados de los acantilados de arenisca, ya que al ponerse el sol adquieren las tonalidades del fuego.
El reverso de la caja también muestra una rosa de los vientos con una decoración que representa el viento con patrones inspirados en los ornamentos mongoles tradicionales.
Montblanc utiliza una técnica muy especial para destacar el desierto del Gobi en el reverso del reloj, que permite representarlo realmente en tres dimensiones para aportarle profundidad y realismo, como si de una fotografía se tratara. En primer lugar, hay que estructurar el metal de titanio, lo que implica que la decoración se grabará con láser teniendo en cuenta el relieve del dibujo. Seguidamente, se le aplica el acabado deseado (mate o brillante) también con láser. La última fase es la coloración. Los colores se crean por oxidación generada por láser. Se obtiene el color final deseado según el grado de oxidación.
Messner ha sido el primero en escalar los 14 montes 8.000 sin oxígeno, y en el perfil del reverso se ha incluido el nombre de algunos de ellos. En concreto (según me cuenta un lector en los comentarios de debajo del artículo) han grabado los picos mas importantes de cada zona geográfica, como los situados en Rusia, Indonesia, Kenia, EE.UU, Nepal, Antartida y Argentina. El fondo del reloj, obviamente, no se ve cuando lo llevas puesto, pero da gusto saber que llevas ahí esa pequeña obra de arte.
Por último, el reloj se ata a la muñeca con una de las excelentes correas de piel de Montblanc, a la que llama «Sfumato» por su gradación de colores, más claro en el centro y más oscuro en los bordes. Es de una calidad sobresaliente, porque Montblanc es una experta casa de marroquinería. Tiene un cierre plegable que incluye un extensor, para ganar unos milímetros cuando hace calor.
Se han hecho 1858 unidades del Montblanc 1858 Geosphere Edición Limitada, cada una con un precio de 6.100 euros, que me parece francamente tentador. Y encima el reloj que me dejaron es el número 1, lo que lo hace aún más valioso. Si tuviera el dinero me lo compraba ya.
Está disponible en la tienda online de la marca, en sus boutiques y en los distribuidores autorizados. Más información en Montblanc.es.