Según afirma Stéphane Waser, director general de Maurice Lacroix, el Aikon supone más del 50% de las ventas de la casa. Si tenemos en cuenta que el reloj apareció en 2016 como cuarzo y en 2018 como mecánico, podemos aseverar que es un éxito incontestable. Ya sabemos que las formas del Maurice Lacroix Aikon Automatic están inspiradas en los modelos más famosos de Gerald Genta, pero la razón por la que este reloj funciona tan bien no es sólo esa.
La mayor parte de los que compran un Aikon lo compran por sí mismo, no porque sea un sustituto de un Royal Oak. Posiblemente ni siquiera sepan quién fue Gerard Genta. Lo que ocurre con la aplastante mayoría de compradores es que quieren un reloj que sea bonito, que tenga calidad de fabricación y un buen precio. Esas son tres premisas que el Aikon cumple sobradamente, y de ahí su éxito.
Este verano, en el contexto de los Geneva Watch Days, se presentaron los nuevos Maurice Lacroix Aikon Automatic, que incorporan nuevas esferas y unifican la estrategia comercial. Hasta ahora había dos medidas principales, 42 y 39 mm (además de 35 mm y uno de 38 mm que vimos en vivo), pero ocurría que podías tener esferas distintas para una y otra medida. Ahora se ha corregido este aspecto y, cuando aparezca una nueva esfera, estará disponible en las dos medidas.
Es una buena idea porque, mientras que la medida de 42 mm está claramente enfocada al cliente masculino, la versión de 39 mm no sólo es atractiva para las mujeres, sino también para muchos hombres que, o bien tienen la muñeca más pequeña y necesitan un reloj de tamaño más contenido, o bien simplemente se sienten más a gusto con un reloj más pequeño. Todas las fotos que muestro aquí son con el tamaño de 39 mm y, la verdad es que queda estupendamente. Y los nuevos colores son un acierto.
Pero además, a los ya existentes brazalete metálico y correa de piel del Maurice Lacroix Aikon Automatic, han añadido una correa de caucho que se integra perfectamente con el reloj y que se beneficia del sistema de cambio rápido (como ya expliqué en este vídeo) y de una diferencia de precio -cuando se compra junto con el brazalete- de 100 euros, por lo que es tontería no comprarla.
La correa de caucho está inteligentemente integrada en el diseño del Aikon porque repite el patrón Clous de Paris, replicando la decoración de la esfera. Estas correas de caucho están fabricadas con caucho FKM o fluorado, que ofrece una mayor resistencia a la temperatura (en continuo hasta 250ºC, y entre -30ºC y -50ºC), el desgaste, y tiene una excelente resistencia al ozono, a la intemperie y al agua, a la deformación remanente a la compresión a altas temperaturas (es decir, no pierde nunca su forma), y es, además, el caucho sintético más resistente a los hidrocarburos, a los ácidos y los álcalis, con un color que no se degrada.
Y luego están los nuevos colores de los Maurice Lacroix Aikon Automatic, que son -en mi opinión- un acierto que además no se queda en la zona cómoda, sino que se atreve con combinaciones más arriesgadas. Eso es particularmente aplicable a la esfera color rosa. O mejor «rosa palo», porque es un rosa muy suave y que yo creo que le queda fenomenal.
Como además tanto los índices como las manecillas y la ventana de fecha tienen un borde dorado (al igual que el logotipo), los reflejos que se crean en la esfera a veces llegan a ser asalmonados, lo que la hace muy interesante.
También ha aparecido una versión en verde y otra en gris, que es seguramente el modelo más elegante de toda la colección.
Y por supuesto se mantiene uno de los primeros Maurice Lacroix Aikon Automatic: el de esfera azul.
Las esferas están, como todo en el reloj, perfectamente realizadas, con el fondo de Clavos de París y todos detalles bien aplicados. Todo rodeado por el bisel satinado en vertical y las «garras» pulidas, que le dan la personalidad que distingue al reloj. Además es hermético hasta 200 metros.
Por dentro se mueve, como siempre, el calibre automático llamado ML 115, que no es sino un Sellita SW200, que se mueve a 4 hercios y tiene una reserva de marcha de 38 horas. Es, además, visible a través del cristal posterior, lo que siempre es de agradecer.
Por último están los precios, que son los mismos sin importar el tamaño: 1.690 euros si se compra sólo con el brazalete, y 1.790 euros si además se añade la correa de caucho. Si, por el contrario, se quiere comprar el reloj sólo con el caucho, el precio es de 1.590 euros. Se pueden comprar en la tienda en línea de las casa o en los distribuidores autorizados. Hay más información en MauriceLacroix.es.