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Tudor Pelagos FXD. El buzo militar, con fotos en vivo y precio

En la muñeca: Tudor Pelagos FXD

Ha habido durante un mes largo un runrún continuado en las redes antes del lanzamiento del nuevo reloj de Tudor, del que todo el mundo daba por hecho que iba a ser un Marine Nationale, como en efecto ha sido. Así que por el lado de la inspiración no ha habido sorpresa, por lo que faltaba por ver cómo era el reloj en vivo. Más aún porque las primeras fotos oficiales no eran muy alentadoras (nunca los son en prácticamente todas las marcas, en unos casos por el abuso de los renders y, en el caso de Tudor, porque suele exponer los relojes a la luz solar directa, lo que perjudica mucho al reloj -a cualquier reloj-). Y puedo afirmar que, afortunadamente, el Tudor Pelagos FXD es otra cosa cuando lo tienes en la mano.

TUDOR Y MARINE NATIONALE. UNA RELACIÓN DE 65 AÑOS

El Tudor Pelagos FXD no surge de la nada. Muy al contrario, honra la relación comercial más longeva e interesante de la marca, porque ha producido una saga de relojes que se han convertido en casi míticos. Tras la aparición del Submariner en 1953, Rolex ofreció relojes más accesibles bajo el mismo nombre en la colección de Tudor. Y pronto estos relojes llamaron la atención de la Marine Nationale, que es la sección marina del ejército francés.

Tudor Submariner 7922 de 1954

Ya en 1954 Tudor había lanzado sus propias versiones del Submariner. Compartía la caja Oyster, pero también la corona, el bisel y muchos otros componentes con los modelos de Rolex, pero estampados con la referencia y los números de serie de Tudor. Los primeros relojes entregados a la Marine Nationale -en 1956- fueron en realidad los primeros Tudor Submariners creados, las referencias 7922 y 7924 -relojes que estaban muy cerca en su concepción de los Rolex Submariners 6402 y 6538-.

Sin embargo, la armada francesa necesitaba algo más robusto para sus submarinistas. El segundo lote de relojes entregados a la Marine Nationale, la referencia 7928, estaba equipado con protectores de corona cuadrados. Estos relojes aún no presentaban ningún grabado militar identificativo.

El Submariner «Square Crown Guards» de 1959

La Marina Nacional francesa utilizó muchas de las piezas de la marca en las décadas siguientes. Yo pude ver una pequeña exposición histórica que hizo la marca en el ahora extinto SalónQP de Londres, allá por 2014 (aquí están las fotos y el vídeo). Es una pena que no se vean más a menudo, porque merece la pena. Por la historia desde luego, pero también comercialmente porque crea respeto y afecto por la marca. Aunque, quién soy yo para darle consejos comerciales a Tudor.

En la actualidad, el más famoso de los relojes creados con la Marine Nationale es la referencia 9401, con la esfera y bisel azules. Grabado en el fondo de la caja con las iniciales «M.N.» seguido del año de emisión, los relojes se entregaban en dos configuraciones, con agujas e indicadores de hora «Snowflake» y, más tarde, con indicadores de hora triangulares. Este modelo se lanzó a mediados de los años 70 y se suministró a la Marina Nacional francesa hasta los años 80.

Submariner 9401

Supongo que a muchos les sonará el 9401 no por los soldados marinos franceses, sino porque es la fuente de inspiración directa del Tudor Black Bay 58 Navy Blue que vimos en vídeo.

TUDOR PELAGOS FXD

El Tudor Pelagos FXD podría haber sido simplemente una nueva versión del modelo ya existente (aquí está la presentación del modelo en vivo), pero nada más lejos de la realidad. Es un reloj legítimo con especificaciones militares que ha sido diseñado de acuerdo con los requisitos de los buzos de combate reales. Concretamente con el Comando Hubert, fuerzas especiales especializadas en misiones de contraterrorismo y asalto táctico subacuático. Lo que es importante entender aquí es que este Tudor Pelagos FXD no pretende ser un reloj de buceo tradicional, correspondiente a la norma ISO 6425:2018. En su lugar, responde a un conjunto de especificaciones definidas por la Marina francesa en función de las necesidades reales de estos buceadores de combate.

Para entender este reloj, hay que tener en cuenta algunas cosas. En primer lugar, los buceadores de combate sólo bucean en aguas poco profundas, entre 10 y 30 metros la mayoría de las veces. Por lo tanto, para ellos, un reloj de inmersión profunda no tiene ninguna utilidad. En cambio, los hombres rana prefieren la comodidad y la robustez de un reloj que esté protegido contra los golpes y que no se enrede con cables o sogas cuando naden. Además, el bisel de cuenta atrás no se utiliza para cronometrar la duración de una inmersión, como en un reloj de buceo clásico, sino que es una herramienta de navegación.

NAVEGACIÓN SUBMARINA

La navegación submarina consiste en llegar a un lugar preciso por mar, sin salir a la superficie, realizando una navegación submarina meticulosamente planificada. Los buceadores realizan esta navegación subacuática en parejas, conectados entre sí por una correa conocida como «línea de vida», y completan una serie de nados rectos guiados por una brújula magnética. Nadan a una velocidad constante durante un tiempo determinado en cada sección, completando tantas secciones como sea necesario mientras cronometran cada una de ellas con exactitud.

Esta navegación implica reiniciar una cuenta atrás en cada cambio de rumbo. La graduación en sentido contrario a las agujas del reloj y la luminiscencia del bisel de este modelo -la potente Super-LumiNova X-1, que luce en azul- facilitan la puesta en marcha y el seguimiento de cada cuenta atrás, alineando el tiempo fijado para la sección a cubrir en el bisel con el minutero. Cuando el minutero llega al lado opuesto del triángulo, el equipo cambia de rumbo y el buceador encargado del cronometraje comienza la siguiente cuenta atrás. El modelo también ha sido dotado de un gran anillo en el bisel, que sobrepasa el diámetro de la caja para un agarre óptimo, incluso con guantes de neopreno y manos entumecidas por largas inmersiones en aguas frías.

Lo que el Tudor Pelagos FXD comparte con un Pelagos clásico es el diámetro de 42 mm y la construcción en titanio. Aparte de eso, en la mayoría de los aspectos, el Pelagos FXD es muy diferente. En primer lugar -y a pesar de que conserva un aspecto clásico con asas alargadas y un bisel lateral y los protectores de la corona puntiagudos-, toda la caja ha sido actualizada. Como ya se ha dicho, los submarinistas de Marine Nationale no necesitan un reloj de inmersión profunda, pero una caja más delgada era un requisito indispensable para ellos. Por ello la resistencia al agua se ha reducido a 200 metros, lo que, en realidad, es más que suficiente para el 99,99% de los buzos profesionales o recreativos.

Además, se ha eliminado la válvula de escape de helio que se encuentra en el Pelagos estándar, porque era simplemente irrelevante en este contexto. Así, el Tudor Pelagos FXD es más delgado, con una altura de 12,75 mm, es decir, unos 1,5 mm menos que el Pelagos clásico con movimiento de manufactura. Y, aunque mide 52 mm de largo, en realidad no queda tan grande en la muñeca.

Toda la caja del Tudor FXD da aspecto de reloj-herramienta, sin ninguna concesión al lujo o a las características orientadas al diseño. Se trata de un modelo robusto, totalmente mate, diseñado para trabajar. Eso sí: con la excelente calidad de fabricación que se espera de Tudor. El resto de elementos son estándar: corona atornillada de titanio y cristal de zafiro en la parte superior con un revestimiento antirreflectante muy eficaz. El fondo de la caja es de acero inoxidable y está atornillado y, como recuerdo de los relojes de época, está grabado con M.N.21 y el logotipo de la Marine Nationale.

Sin embargo, donde la caja no da concesiones al sentido utilitario de la pieza, la esfera sin embargo resulta elegante, porque su azul marino es mucho más sutil y discreto que el del modelo corriente, incluso si hay más contraste entre el color de la esfera y del anillo de cerámica del bisel.

El suave arenado del bisel de cerámica se repite también en la superficie de la esfera. La extensión del texto sigue siendo la misma; es decir, excesiva -un defecto que comparte con Rolex-, pero al menos son sólo 4 líneas, no 5. Pero ha ganado el índice a las 3 horas prescindiendo de la fecha. En parte porque los buzos no la necesitan y en parte porque la nueva normativa exige que todos los marcadores horarios sean luminiscentes, así que ha sido una buena excusa para quitar la fecha y ganar simetría.

Bajo el fondo de caja se encuentra el cronómetro de manufactura MT5602 con certificación COSC, un movimiento que también se utiliza en el Black Bay de 41 mm (como éste de cerámica que vimos en vivo). Construido para ser preciso y robusto, tiene 70 horas de reserva de marcha, una frecuencia de 4 Hz, un sólido puente transversal y una espiral de silicio no magnética con balance de inercia variable. Además, se regula internamente entre -2 y +4 segundos de variación en su marcha cuando está completamente montado.

CORREAS MILITARES

Históricamente, la Armada francesa recibía los relojes Tudor sin brazalete y los equipaba con sus propias correas, utilizando lo que tenía a mano. Al parecer, a lo largo de los años se utilizaron especialmente dos tipos de correas: las negras, fabricadas con una sola pieza de nylon trenzado, y, con menor frecuencia, las hechas a mano con elástico de paracaídas, que se reconocían por su color verde, que es la correa que todos asociamos a los relojes de la M.N. y que vimos en vivo en el Black Bay Bronze. El motivo era sencillo: las barras fijas. No había forma de utilizar una correa clásica de dos piezas.

Y como el nuevo Tudor Pelagos FXD también cuenta con estas barras de correa fijas (FXD viene de Fixed), significa que se han tenido que crear correas especiales de una sola pieza. Dos de ellas se entregarán con este reloj. La primera es una cinta tejida de polietileno azul marino de 22 mm con un hilo central plateado, una hebilla D de titanio y un sistema de cierre con velcro, con el que puede adaptarse a diferentes tamaños de muñeca. La segunda es una correa de caucho de una sola pieza con un motivo en relieve y una hebilla de titanio. Por último, si se prefiere, el reloj puede llevarse fácilmente con otras correas NATO, pero olvídate de la habitual correa de cuero de dos piezas.

DISPONIBILIDAD Y PRECIO

Queda claro que el Tudor Pelagos FXD es mucho más de lo que uno hubiera pensado nada más verlo, lo que lo hace aún más interesante. Probablemente no para todo el mundo -ciertamente no para aquellos que le gusten los relojes con brazalete o correa de piel-, pero sí para la mayoría de los aficionados porque aúna historia con un porte tan singular como es el del Pelagos y tan atractivo como su azul.

El precio es de 3.680 euros, lo que incluye las dos correas, la garantía de 5 años y -no menos importante- un intervalo entre mantenimiento de 10 años. Y ya está disponible en los distribuidores autorizados. No me digas que no es tentador. Más información en Tudorwatch.es.

 

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