Potente es una de las palabras que más usamos al hablar de los cronógrafos de la manufactura de Grenchen, y este Breitling Super Chronomat B01 44 es una buena muestra de ello. Si hace unos meses vimos en vídeo los Super AVI B04 GMT, unos cronógrafos de clara inspiración vintage, en este caso hablamos de un reloj de hechuras modernas, porque Breitling lo lanzó en los años 80.
En 1979, poco antes de su muerte, Willy Breitling vendió la empresa al emprendedor Ernest Schneider. El nuevo dueño era también relojero y piloto, y en un viaje a Italia para reunirse con el equipo italiano de jets descubrió también por qué algunos pilotos regresaban a veces con los cristales del reloj rotos: al abrir la cúpula del avión tras el aterrizaje, algunos pilotos golpeaban a su reloj contra la estructura metálica al extender los brazos. Esto le llevó a la idea de empotrar ligeramente el cristal en el bisel y protegerlo con cuatro pestañas que sobresalen del bisel y que acabaron por una de sus características definitorias.
Ernest Schneider creó en 1983 un reloj para el escuadrón italiano, que es el que aparece aquí debajo, y sobre él se basó para lanzar, al año siguiente, el Chronomat. El nombre es la contracción de «Chronograph» y «Automatic», y desde entonces ha estado entre los favoritos de la casa.
La otra señal de identidad, y que por tanto también incorpora este Breitling Super Chronomat B01 44, es la corona en forma de cebolla. En este caso es de cerámica azul, pero en en las versiones con otros colores de esfera (negro o marrón), el color cuadra con el del dial (salvo en la versión verde, en la que se ha optado también por el negro). Los pulsadores del cronógrafo, que son roscados, también están construidos en el mismo material.
Como su nombre indica, el Breitling Super Chronomat B01 44 tiene 44 mm de diámetro además de una altura de 14,4 mm, mientras que el largo es de 53,5 mm. Quiere decirse que no es un reloj para muñecas tímidas, pero la comodidad puesto es incuestionable. Sorprende lo bien que queda y cómo se asienta tan bien, sin cabecear en absoluto. A eso ayuda sin duda el diseño, que curva la caja para que se apoye mejor.
De vuelta al bisel, es importante señalar que, por primera vez, tiene la inserción de cerámica, lo que garantiza su durabilidad porque no se puede rayar y porque el color no se deteriora con el tiempo y la incidencia de la luz solar. Además es giratorio, de manera que se pueda usar como cuenta atrás (o cuenta adelante). Además los numerales sobre las cuatro pestañas tienen material luminiscente.
Tras el cristal de zafiro, con excelente tratamiento antirreflejos, el borde inclinado del Breitling Super Chronomat B01 44 acoge el taquímetro y llega hasta la esfera plana, dando una gran sensación de profundidad. Sobre el fondo azul -con decoración rayos de sol- se asientan unos grandes índices; dobles en el caso de las 12 horas. Igual de poderosas son las manecillas, cuya forma se replica en las de las subesferas.
Las tres están empotradas, pintadas de blanco y con la parte central decorada en círculo, de manera que la legibilidad es perfecta. La disposición es la clásica: contadora de 30 minutos a 3 horas, de 12 horas a las 6 y el pequeño segundero a las 9 horas. La trotadora del crono está pintada en rojo para ofrecer el contraste necesario, y como contrapeso se ha usado la inicial de la marca.
Si hay que ponerle una pega al reloj, yo diría que quizá la esfera está demasiado saturada. Si, por ejemplo, hubiera prescindido de la palabra Chronometer, no daría tanta sensación de agobio. Pero eso, como siempre, es una opinión personal. En cualquier caso, en ningún momento se ve comprometida la legibilidad del reloj, lo que habla muy bien de cómo se ha pensado el modelo.
El Breitling Super Chronomat B01 44 está impulsado por el calibre de manufactura Breitling 01, un movimiento presentado en 2009 que lo tiene todo: rueda de pilares, embrague vertical, frecuencia de 4 hercios (28.800 alternancias por hora) y una reserva de marcha de 70 horas. El motor funciona suavemente y da gusto verlo en acción. La decoración no es particularmente destacada, pero sí suficiente, y en cualquier caso se agradece que la casa nos lo deje ver tras el cristal trasero.
Por último, el reloj se puede adquirir con el famoso brazalete Rouleaux o, como en este caso, con una correa de caucho que imita el brazalete y que resulta extraordinariamente cómoda cuando te la pones.
El Breitling Super Chronomat B01 44 tiene un precio de 8.150 euros, lo que le enfrenta a algunos pesos pesados de la industria en dura batalla. Se puede comprar en la tienda en línea de la marca, en sus boutiques y en los distribuidores autorizados. Más información en Breitling.es.