Bvlgari se pasea por la sala de premios de delgadez mecánica como Pedro por su casa. De hecho es suya, porque con el Bvlgari Octo Finissimo Ultra ya son ocho las marcas mundiales que ha batido. Y siempre, recordemos, con relojes de serie, no simplemente relojes únicos que se mantienen dentro de una vitrina. Por eso son tan reconocidos y deseados.
Debo decir que en primer lugar que, aun admirando la proeza mecánica, este Bvlgari Octo Finissimo Ultra es el que menos me gusta estéticamente, debido a esa tapa del barrilete con un código QR grabado a láser.
El código es la puerta de entrada a un ecosistema digital exclusivo que se desvelará cuando el primer Octo Finissimo Ultra llegue al mercado dentro de unos meses. Cada uno de los diez propietarios del Bulgari Octo Finissimo Ultra recibirá una obra de arte exclusiva de NFT que garantiza la autenticidad del reloj y el vínculo con su propietario. Todo muy bien, pero me parece un poco fútil, como todo lo que rodea a los NFT tal como se conocen ahora. Me estaré haciendo mayor.
Si nos centramos en los aspectos Bvlgari Octo Finissimo Ultra, hay que señalar que el reloj tiene un grosor de 1,80 mm, una medida alucinante. Un 10% más delgado que el Piaget Altiplano que ostentaba la marca hasta ahora.
Para hacernos una idea, es más delgado que una moneda de 10 céntimos de euro (1,93 mm) o tan fino como una moneda de cuarto de dólar (1,75 mm).
Desde el punto de vista del diseño, el Octo Finissimo Ultra conserva todos los códigos de la colección, con su característico aspecto gris mate monocromático. Se presenta en una caja de titanio de 40 mm de diámetro y un brazalete integrado, también de titanio, con un cierre plegable «invisible» que hace juego con la delgadez de la caja. La disposición del movimiento también está en línea con los códigos de la colección, con dos contadores separados para las horas y los minutos, y la indicación de los segundos directamente en la cuarta rueda a las 6 horas.
Esto es lo que lleva a Fabrizio Buonamassa Stigliani, Director Ejecutivo de Creación de Productos de Bulgari, a afirmar que «el reto de este octavo récord fue el más difícil de superar, ya que tuvimos que romper las reglas no sólo en cuanto al diseño del movimiento, sino también de la caja, el fondo de la caja, el brazalete y el cierre desplegable. Para lograr este grado de delgadez, no sólo hay que revisar la forma de pensar, sino que también hay que recurrir a una amplia gama de habilidades, jugar con múltiples materiales y adaptarse a una multitud de nuevas limitaciones. En este sentido, el Octo Finissimo Ultra es indiscutiblemente la última complicación en este vasto campo de posibilidades que representa la ultraminiaturización».
En el Bulgari Octo Finissimo Ultra, los componentes del movimiento están integrados directamente en los huecos mecanizados en el fondo de la caja. La idea es evitar tener diferentes capas en la arquitectura del reloj, aprovechando toda su superficie, reordenando y construyendo todas las funciones en el mismo plano horizontal.
El bisel se atornilla desde la parte trasera del reloj. En cuanto a los materiales, el centro de la caja y el bisel son de titanio arenado, mientras que el fondo de la caja y el conjunto de la placa principal son de carburo de tungsteno ultrarrígido, una aleación de carbono y tungsteno especialmente dura y ultrarresistente que garantiza la rigidez general.
El cristal ultrafino (0,30 mm) está pegado al bisel. Se apoya en dos almohadillas de silicona colocadas sobre tornillos (visibles en la periferia del barrilete a las 3 y 6 horas aproximadamente) para preservar todas las funciones en caso de golpe.
Siempre con la idea de construir las funciones en el mismo plano horizontal, no se podía utilizar una corona estándar para dar cuerda y poner en hora el Bvlgari Octo Finissimo Ultra, siendo tan fino. Bvlgari ha optado por dos mandos horizontales colocados a cada lado de la caja: uno para dar cuerda y otro para ajustar la hora. Cada uno cuenta con una rueda de trinquete que permite dar cuerda y ajustar la hora en una sola dirección. La rueda de dar cuerda está desprotegida, mientras que el de ajustar la hora se encuentra entre dos protectores para evitar operaciones involuntarias. Además, la pequeña rueda de clic impide el giro hacia atrás y, con ello, el mecanismo requiere cierta fuerza para ser accionado. Se utiliza un mecanismo de engranaje diferencial para manejar el ajuste de la hora sin perturbar el tren de engranajes.
El oscilador incorpora un muelle plano. No tiene tornillos de ajuste de oro. No cuenta con un dispositivo antichoque convencional. En su lugar, el volante de inercia variable se mantiene entre puentes flexibles que se deforman en caso de choque. Uno de ellos integra el soporte del espárrago. Todo el módulo regulador, con sus dos puentes flexibles incluidos, ¡sólo tiene 1,13 mm de grosor!
Se han presentado un total de ocho solicitudes de patente para este Bvlgari Octo Finissimo Ultra. Están relacionadas con el conjunto de cristal del reloj, la estructura del barrilete, el módulo oscilador, la esfera diferencial, la estructura modular, el brazalete, la caja bimetálica (en su fondo en su parte central), así como la tecnología Bvlgari Singvlarity (que honestamente no sé en qué consiste).
El Bvlgari Octo Finissimo Ultra (referencia 103611) comienza con una edición limitada de 10 piezas como guiño al 10º aniversario de Octo. El precio está fijado en 400.000 euros. A ver quién se atreve a batir este récord (que se hará, seguro. No sé si por Bvlgari o por alguien distinto). Más información en Bvlgari.es.