Longines lo ha vuelto a hacer. Hace dos años vimos en vivo el Spirit, el reloj de piloto para todos los días, inspirado en las leyendas de la aviación de la primera mitad del siglo pasado. Era un reloj muy bien pensado, con el toque retro justo para acomodarse a los gustos actuales, pero sin sobreactuar; con muy buena construcción y con buen precio. Ahora aparece este Longines Spirit Zulu Time, que integra la función de GMT, y el reloj es aún más interesante.
Su origen y su nombre son herencia del primer reloj de pulsera Longines con doble huso horario fabricado en 1925 y que presentaba la bandera Zulu en su esfera. Zulu hace referencia a la letra Z, que marca la hora universal en la aviación y en las fuerzas armadas.
El nuevo Longines Spirit Zulu Time se presenta en una caja de acero de 42 mm de diámetro y una altura de 13,90 mm. Integra un bisel giratorio bidireccional que funciona con precisión y suavidad, con un clic en cada paso horario para asegurar un uso sin equivocaciones (que da mucha rabia tener que estar adelante y atrás con los biseles GMT). El inserto es de cerámica y se presenta en negro, verde (el que viemos aquí) o azul, con un triángulo de Super-LumiNova.
La caja está cepillada en su mayor parte con varios biseles pulidos de gran tamaño. Gracias a la corona atornillada de fácil agarre y al fondo de la caja fijado con 6 tornillos, la resistencia al agua es de 100 metros.
Uno de los elementos más cuidados de los Longines Spirit Zulu Time, como sus hermanos de tres agujas, es la legibilidad. Los numerales arábigos son grandes y están reforzados por marcadores en forma de diamante, que además están en un nivel inferior a los indicadores de minutos y segundos.
La esfera está disponible en 3 colores diferentes: negro mate, antracita con chorro de arena o azul satinado. El logotipo del reloj de arena alado de la marca y las cinco estrellas aparecen en relieve. El segundo huso horario se indica mediante una aguja en forma de flecha que contrasta con una escala de 24 horas.
El cristal de zafiro es ligeramente abombado y, a decir de la marca, presenta un revestimiento antirreflectante en ambas caras, pero la verdad es que, al menos en mi unidad, el tratamiento no se nota apenas, porque hacer las fotos ha sido un suplicio. Quizá sea porque este reloj es de los de muestra, no un ejemplar a la venta.
Cuando no hay ningún problema es cuando se quiere ver la hora en la oscuridad: el tratamiento con Super-LumiNova no tiene tacha.
Por dentro se mueve el calibre automático L844.4, una modificación el ETA A31. Pero, como ocurre a menudo, la modificación es tan extensa que casi podríamos hablar de un calibre nuevo. Lo principal es que la manecilla de las horas se mueve de manera independiente, lo que convierte al Longines Spirit Zulu Time en un GMT auténtico. En los otros calibres con segundo huso horario de ETA lo que se movía era la manecilla GMT, por lo que su utilización era farragosa.
No en este caso, lo que además permite ajustar el reloj a la hora en destino sin parar el segundero, lo que tiene todo el sentido porque el calibre está certificado como Cronómetro. Se mueve a 25,200 alternancias a la hora y la espiral es de silicio. Además, la reserva de marcha es de 72 horas. Está tapado con un fondo también de inspiración vintage.
El Longines Spirit Zulu Time se lleva con una correa de cuero o con un brazalete de tres eslabones que se siente bien construido, robusto y cómodo. Tanto las correas como el brazalete están equipados con un práctico sistema de intercambio que permite cambiarlos y cambiar la personalidad del reloj en segundos, sin necesidad de herramientas. El cierre desplegable de seguridad se libera mediante un par de pulsadores y dispone de microajuste.
Los precios son de 2.800 euros con correa de piel o de 2.900 euros con brazalete, lo que lo convierte en una excelente opción si se quiere un GMT auténtico, con una ejecución y un porte fantástico. Más información en Longines.es.