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Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Titanio. Vídeo, fotos en vivo y precio

Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Titanio portada
Así queda el Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Titanio

Los iconos nunca mueren, y el Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Titanio es buena prueba de ello. Tanto los Fifty Fathoms (que hemos visto en vivo en ediciones muy cercanas al modelo original, como éste, e incluso en modelos de oro, como éste) como los Bathyscaphe han ido evolucionando con el tiempo y nunca han perdido un ápice de su atractivo.

Recordemos que, tras el lanzamiento por Blancpain del Fifty Fathoms en 1953 (que significa 50 brazas -es decir, 91,44 metros- que era la profundidad máxima para el reloj), del que conté su historia aquí, en 1956 la casa lanzó un modelo más fácilmente llevable por aquellos que practicaban el buceo no profesional, que se estaba haciendo muy popular. El nombre lo tomó del submarino especial que bajó a la Fosa de las Marianas.

El Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe original de 1956 y el submarino del que tomó el nombre

Al contrario que el Fifty Fathoms, el Bathyscaphe dejó de hacerse, pero volvió a la vida en 2013, en la celebración del 60 aniversario, y desde entonces no ha dejado de ofrecer versiones muy interesantes. Aquí hemos visto en vivo, por ejemplo, esta versión sencilla, una Day Date muy setentera y una versión desértica de la anterior. O este cronógrafo en verde. Ahora tenemos este Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Titanio, que a mí me parece de lo más bonito de la colección.

BLANCPAIN BATHYSCAPHE TITANIO 43MM

Aunque hubo versiones de titanio o de titanio cerámico en el pasado, estaban fuera de la colección, así que esto significa la vuelta del material ligero a la familia. En realidad la novedad está en las texturas y la incorporación de un nuevo brazalete, mientras que el resto de las características permanece igual.

La caja del Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Titanio, totalmente cepillada, tiene un diámetro de 43 mm y una altura de 13,45 mm y mantiene las líneas sencillas y rectas de la familia. Su corona grande y sin protecciones recuerda a los primeros relojes de buceo. Eso sí, está atornillada -al igual que el fondo- para mantener la hermeticidad de 300 metros y obtener la conformidad de la ISO 6425. Y, por supuesto, el cristal es de zafiro.

El satinado de la caja se debe al uso de Titanio Grado 23, también conocido como Ti6Al4V ELI. Es una versión más pura del titanio de grado 5 que se utiliza sobre todo en aplicaciones médicas (como implantes internos), con menores concentraciones de oxígeno, nitrógeno y hierro. Es más resistente a la corrosión y a los golpes que el grado 2 o grado 5, pero no puede ser pulido; de ahí el aspecto del reloj, mucho más notable con el brazalete, claro.

El inserción del bisel es de cerámica, pero los índices y numerales son de Liquidmetal (la mezcla de cerámica y metal creada por Omega) mate. El reloj se vuelve así más discreto y elegante.

El otro gran cambio está en la esfera. Tiene un satinado vertical muy pronunciado, en vez del tradicional en rayos de sol, y a mí me parece todo un hallazgo. El reloj es muy llamativo y a la vez tiene un porte distinguido, un equilibrio que no es fácil de conseguir. Los índices y manecillas son los tradicionales, y mantiene una ventana de fecha a las 4:30 -una concesión al mercado, que siempre la pide aunque en este caso estaría mejor sin ella-.

Por supuesto, el tratamiento con Super-LumiNova es intachable.

CALIBRE 1315

Bajo el fondo de zafiro encontramos el calibre 1315. El movimiento se mueve a 4 hercios, pero tiene una reserva de marcha de 5 días nada menos, gracias a su arquitectura de triple barrilete. Además, cuenta con una espiral de silicio, que no sólo elimina la necesidad de lubricación, sino que añade propiedades antimagnéticas.

Por último, el acabado puede parecer espartano a primera vista, pero se trata de una elección deliberada de la marca de no utilizar decoraciones tradicionales como las Côtes de Genève. No obstante, el movimiento está finamente acabado con rayos de sol en los puentes, biseles pulidos en todos los bordes, cabezas de tornillo pulidas con ranuras biseladas y una masa oscilante de oro de 18 quilates pulida, satinada y con revestimiento oscuro.

El Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Titanio se presenta con una correa NATO, con un brazalete de titanio o con «tela de vela», que es la que estamos viendo aquí. El precio de la versión con NATO o con tela de vela tiene es de 10.870 euros, mientras que la versión con brazalete cuesta 13.950 euros.

Sin duda unos precios elevados, pero es que la propuesta de Blancpain está por encima de la media de los relojes de buceo suizos de la competencia. Más información en Blancpain.es.

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