Cuando leemos nombres como Alpina Startimer Diver 300 Heritage empiezan a sonar algunas alarmas, porque el abuso de palabras como Heritage últimamente nos ha vuelto a todos un tanto incrédulos. Sin embargo, aunque a muchos pueda sorprender, Alpina es un marca que apareció en 1883 y tuvo una saludable vida hasta la llegada del cuarzo, que la llevó a un lento declive. En 2002 fue comprada por Frederique Constant, una marca empeñada y en ofrecer relojería suiza a buen precio. Lo que hizo su nueva dueña fue dedicarla a ser la gama de relojes deportivos de la familia, también con precios competitivos. Y esas sigue, incluso después de la compra de ambas marcas por Citizen.
Tiene, por tanto, tanta legitimidad histórica como muchas otras marcas suizas.
Y, como tiene un fondo de armario importante, no tiene problemas para tirar de él y ofrecer modelos que se ajustan perfectamente al gusto por los relojes vintage. Este Alpina Startimer Diver 300 Heritage es el mejor ejemplo. Aquí arriba se puede ver el Alpina 10 Seastrong, aparecido en 1969, que es su antepasado.
En 2016, la marca revivió este reloj con el Seastrong Diver 300 Heritage (el de aquí arriba), aunque modernizado y simplificado: aunque está inspirado en la caja Super-Compressor del Alpina 10, con un bisel interno y dos coronas, el actual tiene una caja clásica con corona atornillada y un fondo roscado. Por otro lado, así es en la mayoría de los relojes recientes orientados a Compressor disponibles. En este vídeo cuento la historia de los Super-Compressor. Sin embargo, el sabor del pasado estaba ahí, y el reloj se ha convertido en una parte integral de la colección de la marca. Con una importante actualización en las últimas versiones: la ausencia de fecha, que lo hace más auténtico.
El moderno Seastrong Diver 300 Heritage recrea el aspecto del Alpina 10 Seastrong de los años 60 con unas dimensiones actualizadas. La caja de acero tiene ahora un diámetro de 42 mm y un grosor de 12,30 mm; no es grande para los estándares actuales, pero sí más que el original. El bisel y la parte superior de las asas están pulidos, mientras que las bandas de la caja están cepilladas. La corona situada a las 4 horas para ajustar la hora y dar cuerda al movimiento lleva grabado el triángulo de Alpina, mientras que la corona situada a las 2 horas para ajustar el bisel giratorio revela el patrón de rejilla de las primeras cajas de supercompresores EPSA.
El reloj está rematado por un cristal de zafiro que sobresale notablemente, dándole un claro aspecto vintage (obviamente justificado, en este caso). Al igual que el bisel giratorio de buceo original, los marcadores alargados están intercalados con puntos y números arábigos a las 15, 30 y 45. El reloj es hermético hasta 300 metros.
La novedad de este año es la incorporación de una esfera y una correa de color verde .El color verde oscuro de la esfera está animado por un acabado cepillado con rayos de sol y una superficie brillante. La verdad es que me gustaría verlo en vivo, porque según la foto en alta resolución de la casa, a mí la esfera me parece de todo menos verde.
En el interior del Alpina Startimer Diver 300 Heritage nos encontramos el calibre AL-520, un Sellita SW200-1 automático sin fecha. Funciona a 4 Hz y almacena hasta 38 horas de energía cuando se le da cuerda. Está escondido bajo la tapa trasera.
A juego con la esfera, el reloj trae una correa de caucho en la que sí que no hay duda de que es verde. El reloj tiene un precio de 1.550 euros, bastante razonable para unas capacidades de inmersión tan altas. Se puede comprar -incluso a plazos- en la web de la marca, y por supuesto en sus distribuidores oficiales. Más información en Alpina.es.