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Moser Streamliner Tourbillon Vantablack. Negro y oro, con fotos en vivo y precio

En la muñeca: Moser Streamliner Tourbillon Vantablack

H. Moser & Cie. es una de las compañías independientes que más admiro, porque ha sabido mantener sus principios creativos desde el principio, pasando momentos difíciles -porque el acceso a la alta relojería está muy protegido por las marcas ya existentes-, pero perseverando hasta que ha conseguido que su idea triunfe. A ello ha ayudado, sin duda, el lanzamiento de su particular deportivo, el Streamliner (aquí vimos su lanzamiento en vivo, hace dos años). Antes de los Geneva Watch Days 2022 presentó el Moser Streamliner Tourbillon Vantablack, y una semana después pude probármelo, y aquí están las fotos.

Para esta versión del Moser Streamliner Tourbillon Vantablack, la marca ha optado por el oro rojo, que es el más intenso en cuanto a color. De esta manera contrasta con el material usado en la esfera, el Vantablack. Aunque ya lo expliqué en su momento, quizá convenga traer de nuevo la información que ya publiqué explicando su naturaleza:

¿QUÉ ES EL VANTABLACK?

Material sin tratar y tratado con Vantablack

El Vantablack es un material desarrollado en 2012 por la empresa NanoSystems Limited, ubicada en el condado británico de Surrey. Está compuesto por millones de nanotubos de carbono, 10.000 veces más finos que un cabello humano, agrupados y alineados verticalmente (Vanta viene de «Vertically Aligned Nanotube Arrays»; es decir, «matriz de nanotubos alineados verticalmente»).

Cuando un fotón impacta contra el Vantablack este material absorbe el 99,965 % de la luz y, como nuestros ojos necesitan de la luz reflejada por los objetos para transmitirla al cerebro y que se forme la imagen correspondiente, lo único que percibimos es una masa negra. De hecho, aunque el material tiene lógicamente grosor cuando se aplica sobre otro material, la sensación que da es no sólo de ausencia de grosor, sino que parece un agujero negro.

El material tiene numerosos usos: telescopios usados en astrofísica, camuflaje térmico para aplicaciones militares, paneles solares y, más recientemente, en un prototipo de BMW.

MOSER STREAMLINER TOURBILLON VANTABLACK

La verdad es que la impresión que da el reloj, cuando lo ves de cerca, es irreal. Miras a la esfera y parece que falta algo. Es un negro tan intenso que parece, no sé, como que se te puede caer algo dentro. Que las manecillas y los índices están flotando en la nada y que pueden desaparecer en cualquier momento. De hecho, según mueves la esfera los índices pequeños desaparecen, porque están hundidos en la esfera.

Cuando desaparece esa sensación de vacío es cuando se equilibra la oscuridad de la esfera con la del ambiente, momento en que asume el protagonismo las inserciones de Globolight sobre las manecillas. Globolight es una cerámica a la que se ha inyectado Super-LumiNova, que en este caso brilla en azul.

En contraste con el material tan ultramoderno (y para dar más prestigio aún al reloj, claro), el Moser Streamliner Tourbillon Vantablack incluye algo mucho más clásico: un tourbillon, visible en la apertura a las 6 horas. Es un tourbillon de 60 segundos que sirve de pequeño segundero.

La caja del Moser Streamliner Tourbillon Vantablack es de oro rojo, con un acabado satinado vertical que alterna entre líneas satinadas y líneas pulidas para resaltar aún más el negro intenso de la esfera de Vantablack. El ancho es de 40 mm y el alto de 12,1 mm, lo que favorece lo bien que queda sobre la muñeca, realzado por la silueta tan singular y atractiva que tiene el Streamliner de por sí.

Además, el reloj es hermético hasta 120 metros.

El tourbillon forma parte del calibre automático HMC 804, equipado con una espiral doble, diseñada y fabricada internamente por la empresa hermana de H. Moser & Cie., Precision Engineering AG. Gracias a estas espirales emparejadas, se corrige el desplazamiento del punto de gravedad en cada muelle cuando se expande, reduciendo de paso el efecto de la fricción, lo que mejora de forma significativa la precisión y el isocronismo.

El calibre está decorado con grandes Côtes de Genève, que son más difíciles de que queden bien que cuando son más estrechas. Se impulsa gracias a la carga de cuerda que crea el movimiento del rotor, que está ampliamente abierto para entorpecer lo menos posible y poder disfrutar de los acabados.

La caja del Moser Streamliner Tourbillon Vantablack se complementa con el poderoso brazalete, también realizado en oro rojo, y que le da ese aire tan potente.

Todo ello se refleja en el precio, claro: 109.000 francos suizos. Eso sí, ya incluye el IVA. Y además no es una edición limitada, de manera que podamos hacernos con él en el momento en que nos apetezca gastar esas monedas que siempre sobran. Eso sí, los tiempos de espera rondan ya los dos años. Lo de «disfruta del día» no se hizo para la relojería suíza, desde luego. Más información en Moser.com.

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