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Pasha de Cartier Skeleton. Historia, fotos en vivo y precio

El Pasha de Cartier Skeleton, en la muñeca

En 2020 Cartier relanzó el Pasha, una colección que había aparecido en 1985, pero que tiene un origen mucho más interesante. Sin duda, de toda la colección, para mí el más atractivo es el Pasha de Cartier Skeleton que vemos hoy. Pero merece la pena saber un poco más sobre sus inicios.

UN POCO DE HISTORIA

Aunque muchos escritores de relojes no se creen la exótica historia del origen de la creación del reloj Pasha, que dice que fue encargado por el riquísimo Pachá de Marrakech como un elegante reloj de pulsera resistente al agua a principios de la década de 1930, hay algunos hechos que podrían corroborar su existencia. Al fin y al cabo, Louis Cartier estaba acostumbrado a recibir peticiones de modelos a medida de clientes adinerados y su propia peculiaridad apunta en esa dirección.

Thami El Glaoui (1879-1956), el pachá de Marrakech, alias el Señor del Atlas, el Sultán Negro y la Gacela del Sol, ha pasado a la historia de Marruecos como un traidor por haberse puesto del lado de los colonizadores franceses y haber ayudado a derrocar al sultán Mohamed V. El Glaoui amasó una gran riqueza (poseía almendros, azafrán, olivos, minería, etc.) durante su vida y fue conocido por su extravagante estilo de vida y sus famosos amigos, recibiendo a Winston Churchill e incluso a Charlie Chaplin en su fastuoso palacio, Dar El Glaoui. Su fascinación por la cultura occidental le valió incluso una invitación a la coronación de la reina Isabel II, aunque esta no aceptó sus fastuosos regalos. Galardonado con todo tipo de distinciones por el gobierno francés, El Glaoui era un auténtico francófilo y enamorado de todo lo francés.

En uno de sus muchos viajes de compras por París, El Glaoui podría haberse encontrado con Louis Cartier y haberle pedido un reloj muy especial: un reloj que fuera lo suficientemente elegante para sus innumerables citas sociales y su grandiosa vida, pero que pudiera soportar un chapuzón en la piscina. De esta forma, sería el primer reloj resistente al agua de Cartier. No es el primer reloj estanco del mercado porque Rolex se había asegurado esa primacía con su Oyster de 1926 (como conté en un vídeo con su historia), pero sí es el primer reloj estanco de la marca francesa.

En 1932, el Pachá tuvo su reloj. Se dice que el enigmático reloj (del que sólo se hizo una unidad) reflejaba las siluetas elegantes y suaves del estilo Art Déco imperante y tenía una caja redonda con un grueso bisel, una minutería de ferrocarril cuadrada en contraste en el centro, grandes números arábigos, una rejilla protectora sobre la esfera y una curiosa tapa atornillada que protegía la corona con una cadenita unida a ella para que no se perdiera. Pero hasta hoy no se ha visto nunca el reloj.

1985 – RENACIMIENTO

El Pasha de Cartier, tal y como lo conocemos hoy, apareció en 1985 y respondía al deseo de Cartier de tener un reloj deportivo de lujo para hombres, un tipo de reloj que su cartera de producto no cubría. Y quién mejor que Gerald Genta para rellenar dicho hueco. Al fin y al cabo, como responsable del Royal Oak de Audemars Piguet, el primer reloj deportivo de lujo en 1972, y del Nautilus de Patek Philippe, había sido él quien creó esa categoría, así que el encargo seguro que no le pilló de sorpresa.

Excepcionalmente grande para su época, el Pasha medía 38 mm y, fiel a la afición de Cartier por las formas inusuales, en la que es maestra, fue concebido en torno al concepto de un cuadrado dentro de un círculo: la caja circular albergaba la ya conocida minutería de ferrocarril cuadrada en la esfera. Genta optó por los números arábigos en lugar de los clásicos romanos de Cartier, y se limitó a cuatro grandes números con una fuente Art Decó colocados a las 12, 3, 6 y 9 horas. Sin embargo, lo que realmente distingue al Pasha es el protector con tapa de cabujón sobre la corona, sujeto a una pequeña cadena (que yo no puedo evitar que me recuerde al tapón de una cantimplora, matando la idea de lujo que se le supone). Combinado con un fondo de caja sellado, el reloj era resistente al agua hasta 100 metros. Otros rasgos distintivos del primer Pasha eran la ventanilla de la fecha y las asas Louis Cartier Vendome.

El Pasha prosperó en innumerables iteraciones -desde cronógrafos a GMT y desde calendarios perpetuos a fases lunares- hasta su canto del cisne en torno a 2011. Hubo que esperar 9 años para volverlo a ver.

2020 – LA NUEVA COLECCIÓN

En 2020 Cartier relanza la colección y, lo hace con toda la artillería: modelos de hombre, de mujer, cronógrafos, calendario completo, tourbillon… Ahora mismo hay 32 modelos distintos, y otros tantos elementos relacionados: perfumes, gafas, gemelos… incluso un encendedor, algo que no es muy habitual ver últimamente. Y, por supuesto, el modelo que ahora nos ocupa.

PASHA DE CARTIER SKELETON

Exteriormente, el Pasha de Cartier Skeleton es igual a otros modelos de la colección pensados para hombre. La caja es de acero pulido completamente, con un diámetro de 41 mm y una altura de 10,45 mm y, por supuesto, con el protector de corona con cabujón de zafiro, uno de los elementos clásicos de Cartier.

También conserva la forma en que el brazalete está unido a la caja. Las barras de estilo Vendôme, diseñadas y patentadas por Louis Cartier en 1934, atraviesan las correas y las pulseras de los Pasha. Presentan formas piramidales redondeadas en los extremos (también conocidas como Clous de Paris).

El reloj conserva la hermeticidad hasta 100 metros, manteniendo así el espíritu deportivo del original.

Al igual que el diseño original de Gerald Genta para el modelo de 1985, los números arábigos de gran tamaño situados a las 12, 3, 6 y 9 horas se señalan mediante agujas de horas y minutos en forma de espada, características de Cartier. En contraste con el grueso bisel redondo inclinado, la pista cuadrada para los minutos está suspendida en el centro de la esfera, formando también parte de los puentes.

Como el Pasha de Cartier Skeleton deja que la luz inunde la caja por delante y por detrás, el movimiento parece flotar en el espacio y presenta unos acabados cepillados que hacen juego con los elementos suspendidos sobre la esfera.

Al girar el reloj, se puede ver el gran rotor esqueleto y los puentes, que se hacen eco de la forma de la minutería cuadrada. Equipado con el calibre automático 9624MC, la versión esqueletizada del 1904MC, el movimiento tiene doble barrilete para una reserva de marcha de 48 horas y late a 28.800 alternancias por hora.

Este Pasha de Cartier Skeleton se entrega con el brazalete metálico y con una correa de aligátor color gris oscuro. Y, como todos los Pasha de 2020 en adelante, cuenta con un mecanismo invisible que permite cambiar el brazalete o correa con el sistema QuickSwitch de Cartier. Además el brazalete incluye el sistema llamado Smart Link, que permite aumentar o disminuir el tamaño del brazalete.

El reloj tiene un precio de 29.500 euros, lo que sin duda es una barrera de entrada y, por tanto, una garantía de exclusividad. El reloj ya se puede comprar en los distribuidores autorizados, en las boutiques de la marca, en su tienda online y también por teléfono. Más información en Cartier.es.

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