Es curioso que, a pesar de que existen los relojes con complicaciones, con formas peculiares e incluso relojes electrónicos, el gusto por un reloj «de toda la vida» sigue estando vigente. A todos nos gusta un reloj sencillo, llevable y, si me apuras con un toque vintage que nos recuerda a lo que siempre han sido los relojes. O por lo menos así es para mi generación. La nueva generación, la que nació con el siglo, seguro que tiene otras referencias. O así debería ser, pero el caso es que los nuevos coleccionistas también se dirigen a ese segmento de producto, así que algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Todo esto viene a cuento del nuevo Isotope Old Radium Bronze Tobacco, que es un perfecto ejemplo de todo lo que acabo de decir. Es un reloj para llevar en el día a día, bien hecho, atractivo, con un aire vintage que no está exagerado y que está construido y decorado con gusto, con una combinación de colores y materiales muy lograda.
El reloj tiene una caja de 40 mm de diámetro, que junto con una altura de 10,1 mm y un largo de 47 mm, hace que el reloj parezca, en realidad, más pequeño. La caja está fabricada en bronce; específicamente, la aleación es CuSn8, una de las mejores calidades disponibles. Eso le da un tono cálido, cercano al del oro rosa. Esta aleación es conocida por su gran pureza y está compuesta por un 92% de cobre, un 7,5-8% de estaño y alrededor de un 0,30% de fósforo. La pátina se desarrolla a menor velocidad que en el bronce de menor calidad.
La corona, con forma de diamante y con el logotipo grabado, está roscada, lo que da seguridad a una hermeticidad garantizada hasta los 100 metros.
La esfera del Isotope Old Radium Bronze Tobacco está inspirada en los relojes de piloto de la II Guerra Mundial. Ciertamente la combinación de colores recuerda la usada en muchos de los aviones de guerra, y siendo Isotope una marca británica, obviamente el Spitfire y el Hurricane son lo primero en lo que uno piensa.
Bajo el cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos en la parte interior, nos encontramos en primer lugar con un bisel verde con marcas rojas que se prolonga en inclinación sobre la esfera, dando profundidad al conjunto.
Y, tras ese bisel en verde y rojo, aterrizamos sobre la esfera del Isotope Old Radium Bronze Tobacco, común a los demás modelos de la casa y cuyo diseño merece una explicación. Según me contó José Miranda, fundador de la empresa, el diseño característico de Isotope, la esfera llamada «Lacrima», está inspirada en el reloj de cocina que Max Bill diseñó en 1956, y que fue una presencia diaria en su infancia.
En sus propias palabras: «Todos nuestros diseños se inspiran en el diseño de la era Streamline Moderne, así que empecé a utilizar la forma como conexión entre todos nuestros diseños, ya sea en las agujas, la esfera, el fondo de la caja, el brazalete… La gota (de la esfera) evolucionó y cambió su nombre a lacrima cuando registramos la forma y se convirtió en un símbolo de respeto por los amigos y familiares perdidos en el pasado.» Mejor no se puede explicar.
La Lacrima del Isotope Old Radium Bronze Tobacco está en un nivel inferior al resto de la esfera, lo que aumenta la sensación de tridimensionalidad. El verde se complementa con el marrón tabaco del resto de la esfera, en una combinación francamente agradable. Sobre el verde, el blanco del logotipo y el rojo que señala que es una edición limitada.
Las dos secciones de la esfera tienen una textura graneada muy atractiva, tan de moda últimamente que hasta Patek Philippe la ha usado.
Las manecillas de espada del Isotope Old Radium Bronze Tobacco, del mismo color que la caja y con el largo adecuado para una lectura precisa, apuntan a unos numerales arábigos grandes, consecuentes con la inspiración que ha guiado el diseño del reloj.
Los números arábigos, así como las manecillas, están rellenos de Super LumiNova en un color que recuerda al Radium envejecido de los relojes de época, de ahí su nombre «Old Radium». Se han añadido unas barras que parecen acotar la Lacrima, que en conjunto me recuerda al visor con el que se apuntaba al enemigo en los aviones de combate.
CALIBRE AUTOMÁTICO
El Isotope Old Radium Bronze Tobacco lleva dentro un Landeron. No es el fabricante histórico, sino una nueva fábrica que es capaz de suministrar en pequeñas cantidades, ideales para marcas como Isotope. El L24 se mueve a 28.800 alternancias a la hora y tiene una discreta reserva de marcha de 40 horas. Es en realidad un derivado del ETA 2824-2, y ya sabemos de la resistencia y durabilidad de ese calibre.
El calibre está bien decorado con perlado y Côtes de Genève en el rotor, que está personalizado. Además se puede ver, lo cual siempre es de agradecer. La tapa trasera es de titanio arenado, con las muescas en forma, una vez más, de Lacrima.
DOBLE CORREA
El Isotope Old Radium Bronze Tobacco viene con una correa de cuero italiana, con mecanismo para cambio rápido. y con una hebilla también de bronce. Pero, además, incluye una correa hecha a mano por la empresa española DidymoStrapS, que los aficionados reconocerán inmediatamente porque es una reinterpretación de la icónica Marine Nationale. La piel está traída de Toscana, en Italia, y tiene un claro aspecto vintage.
Es una piel suave que, además, permite ajustar el largo y, como no pasa por debajo de la caja, no aumenta la altura del reloj. El cierre también es de bronce, como los pasadores, y tiene el logotipo de ambas empresas grabado.
Por último, el Isotope Old Radium Bronze Tobacco es una edición limitada a 100 unidades, lo que lo hace aún más interesante. El precio es de 900 libras esterlinas (más el porte), y se compra en la propia web de la marca.
Yo ya tengo uno, y no puedo estar más contento. Más información en Isotopewatches.com.
