El Richard Lange Minute Repeater de A. Lange & Söhne fue presentado dentro de la feria Watches & Wonders 2022, y quizá el no poder escucharlo hiciera que pasara de manera más discreta que sus compañeros de feria, el Odysseus de titanio (en vivo) y las dos preciosas versiones del Grand Lange 1. Pero el propio Anthony de Haas, director de desarrollo de productos de A. Lange & Söhne, lo calificó como el «hito técnico absoluto» de Watches & Wonders 2022. Y no seré yo quien le quite la razón.
La repetición de los minutos es una de las complicaciones más ambiciosas e interesantes que ofrece la relojería. Gracias a ella se puede escuchar al minuto el transcurso del tiempo. En A. Lange & Söhne existe una tradición que se remonta hasta la era de los relojes de bolsillo de finales del siglo XIX. El Grand Complication protagonizó en 2013 una impactante reaparición con la repetición de los minutos en combinación con un cronógrafo ratrapante y un calendario perpetuo.
Dos años después, el sistema acústico decimal coordinado con la indicación digital del Zeitwerk Minute Repeater (que vimos en vivo) puso nuevamente de manifiesto la capacidad innovadora de la manufactura. El Richard Lange Minute Repeater centra ahora la atención en el mecanismo de la sonería como única complicación.
Si llevara puesto este Richard Lange Minute Repeater (¡ojalá!) y el puño de la camisa tapara el gatillo del repetidor, quien no lo conozca podría pensar que es una versión plateada del Richard Lange «Pour Le Mérite», que es sólo un horas y minutos. Pero es mucho más.
La caja está fabricada en platino, con unas dimensiones de 39 mm de diámetro y 9,7 mm de altura. Es decir, un perfecto reloj de vestir. Sorprendentemente, las dimensiones del Repetidor de Minutos son más contenidas que las del «Pour Le Mérite» (40,5 mm x 10,7 mm), aunque la disposición de la esfera y la forma de la caja son prácticamente idénticas. A pesar de ser uno de los relojes más pequeños de Lange, el peso del platino es fácil de percibir cuando te pones el reloj. Al igual que otros modelos de la familia Richard Lange, la caja tiene asas cortas abombadas y una combinación de superficies pulidas y satinadas.
La sobriedad y contención generales del Repetidor de Minutos reflejan su condición de modelo Richard Lange. La colección Richard Lange, presentada en 2006 y bautizada con el nombre del hijo de F. A. Lange, Richard, está impregnada de la estética austera, la precisión impecable y la excelente legibilidad asociadas a los relojes de observación científica.
Richard Lange heredó la inclinación científica de su padre (mejoró la elasticidad de la espiral añadiendo una pequeña cantidad de berilio a la mezcla de su aleación patentada) y desarrolló robustos cronómetros científicos de bolsillo con escapes de huso y cadena, y relojes de observación de precisión con una excelente legibilidad para los principales científicos, exploradores e investigadores de la época. En Lange, todos los relojes «Pour Le Mérite» llevan huso y cadena.
ESFERA DE ESMALTE
Puede parecer simple a primera vista, pero merece la pena estudiar con lupa esta esfera esmaltada. Sus rasgos clásicos -números romanos, agujas azuladas y minutero y segundero de estilo ferroviario- son característicos de Richard Lange. La esfera de esmalte blanco tiene un núcleo de oro macizo y consta de tres partes separadas: el anillo exterior superior con la minutería de ferrocarril y los números romanos; la zona central inferior con el nombre de la marca y la subesfera del segundero pequeño que se entrecruza. Cada pieza se elabora a mano individualmente antes de soldarse entre sí.
El lustroso esmalte blanco proporciona un fondo inmaculado para los esbeltos números romanos de color negro, las inscripciones y los números arábigos y las «vías de tren» para los minutos y los segundos. En lugar de estar impresos con tinta, los detalles negros de la esfera están grabados a fuego. Las agujas, que se calientan hasta que toman esa tonalidad azul, añaden un toque de color a los marcados contrastes en blanco y negro de la esfera, junto con el delicioso toque de rojo encima del XII. Aunque no me suelen gustar los números truncados, la forma en que el pequeño segundero desciende desde el círculo central es muy elegante.
UN REPETIDOR DE MINUTOS DISTINTO
La compleja construcción del Richard Lange Minute Repeater se basa en el sistema acústico tradicional: el mecanismo de la sonería percute las horas, los cuartos y los minutos cuando se acciona el gatillo integrado en el lateral de la caja. Para ello sigue un programa mecánico que puede reproducir 720 secuencias distintas, una por minuto en ciclos de doce horas, con dos timbres de diferente afinación. Las horas suenan con un tono más profundo, los cuartos con un tono doble y los minutos transcurridos desde el último cuarto, con un tono más alto. La hora que aparece mostrada en la imagen, la 1.51 o las 13.51, se oiría con un tono bajo, tres tonos dobles y seis tonos altos. Cuando se activa el proceso de repetición, a través del fondo de cristal de zafiro se puede ver con precisión cómo los martillos con pulido en negro ejecutan la secuencia correspondiente en los dos timbres rodeados por el mecanismo. Este último, compuesto por 191 piezas, se controla mediante un sistema coreografiado de rastrillo, escalones, palanca y ruedas.
El Richard Lange Minute Repeater está diseñado para proporcionar una máxima calidad acústica. En este sentido el trabajo de armonización equivale al dedicado a un instrumento musical perfectamente afinado: los timbres afinados a mano se encargan de emitir un sonido alto, claro y reverberante que armoniza a la perfección con las características acústicas del platino. Al igual que en un piano, además del material, la forma, el tamaño, el peso y la dureza, en los martillos es fundamental la entonación. Un maestro relojero de Lange se encarga de ajustar cuidadosamente todos los componentes.
ello hay que desmontarlos varias veces, reajustarlos, volverlos a montar y por último, probarlos. Así, una gran parte del tiempo de fabricación se dedica a perfeccionar el sonido.
Así es como suena a las 12:59:
El regulador centrífugo -esqueletado, como se ve en la foto de aquí abajo- garantiza una cadencia constante de los golpes. Gira a más de 2.000 revoluciones por minuto cuando se activa el mecanismo de golpeo.
La sonería está dotada de una supresión de pausa que anula la habitual parada que se produce entre el tono de las horas y el de los minutos cuando no se ha activado ningún tono doble de cuartos durante los primeros 14 minutos de una hora completada. Para evitar posibles daños en la sonería, ésta está dotada además de un mecanismo de seguridad que impide que se ponga en marcha la repetición de los minutos con la corona extraída. Por otra parte, la corona no se puede sacar cuando la sonería está activa. El bloqueo patentado de los martillos hace que, después de golpear el timbre, permanezcan la fracción de un segundo en la posición inicial. Al retroceder no pueden volver a oscilar, lo que evita que golpeen de nuevo los timbres.
La decoración del calibre L122.1 es absolutamente intachable. Aparte del pulido en negro de los martillos, el puente del volante está grabado a mano, con el muelle de cuello de cisne montado sobre él. Mediante su tornillo de ajuste lateral se puede regular con precisión la interacción del áncora y el escape, conocida en relojería como «batido». Sobre la platina tres cuartos de alpaca natural decorada con pulido de nervaduras de Glashütte hay seis rubíes de cojinete sujetas con engastes de oro pulido.
El L122.1, de cuerda manual, es el calibre número 69 de la casa. Late a 3 hercios y tiene 72 horas de reserva de marcha.
El Richard Lange Minute Repeater se presenta con una correa de piel negra cosida a mano y una hebilla desplegable de platino. Se trata de una edición limitada de 50 relojes exclusiva para boutiques de la marca. Cuando se presentó tenía un precio de 409.000 euros, que quizá se haya incrementado.
Salvo el diminuto detalle del precio, es un repetidor de minutos que podría llevar en el día a día sin ningún problema. Más información en alange-soehne.com.