Grand Seiko comienza el año con una oferta deportiva muy potente: el Grand Seiko Tentagraph, que presenta un nuevo calibre automático de alta frecuencia con la reserva de marcha más alta del mercado.
No es que no existieran Grand Seiko cronógrafo antes, claro, pero eran Spring Drive (como éste que vimos en vivo).
Pero si quieres ser una manufactura puntera tienes que poder ofrecer un calibre mecánico propio. Y ahora ha llegado.
Desde que apareció la nueva Serie 9, con la nueva construcción de la cajas, y la introducción del nuevo calibre de alta frecuencia (que presenté aquí), estábamos siempre esperando nuevas creaciones y un cronógrafo de alta frecuencia sería un logro. Cierto que está también Zenith, pero ni de lejos tiene los acabados de Grand Seiko. Por eso es que el Grand Seiko Tentagraph no decepciona.
Por cierto que Tentagraph viene de Ten beats per second, Three Days y Automatic Cronograph.
No es un reloj deportivo que quiere pasar por uno de oficina: sus 43,2 mm de diámetro y 15,3 de altura dicen lo contrario.
Sin embargo ya sabemos lo bien que se asientan los GS sobre la muñeca. Además el Grand Seiko Tentagraph está fabricado en titanio 5 de alta intensidad, que es un 30% más ligero y más resistente que el acero inoxidable para maximizar la durabilidad, mientras que los dos pulsadores convexos garantizan la operatividad necesaria para medir el tiempo transcurrido al más alto nivel.
Por supuesto, las superficies pulidas lo son al estilo Zaratsu, es decir, sin distorsión. Una técnica que en estos relojes de la serie 9 Evolution es más difícil de realizar porque son superficies curvas de por sí.
El bisel es de cerámica negra con inserciones en blanco, y por supuesto el cristal es de zafiro y con tratamiento antirreflejos. La corona está protegida y atornillada, para soportar mejor una hermeticidad de hasta 100 metros.
La esfera del Grand Seiko Tentagraph es uno de los puntos fuertes, como es tradición en la marca. Tiene una textura azul inspirada en el monte Iwate, que es el que gobierna sobre la prefectura del mismo nombre, donde se fabrica el reloj.
Sobre ella se asientan unos índices facetados (el de las 12 horas es doble) y pulidos a espejo, con la parte superior con un acanalado muy fino para hacerlos más legibles. Las manecillas, también facetadas, están tratadas con LumiBrite, al igual que los índices.
El calibre Hi-Beat, que es como llama la casa a los movimientos de alta frecuencia, palpita a 6 hercios e incorpora el revolucionario Escape de Doble Impulso, que que transfiere la energía al volante de forma indirecta a través de la horquilla de la paleta y también directamente desde la rueda de escape.
Por supuesto integra los rasgos distintivos de un cronógrafo moderno, como son el embrague vertical y la rueda de pilares
El movimiento también incorpora un martillo de tres puntas, que garantiza que, al pulsar el pulsador de puesta a cero, las agujas vuelvan a cero al instante y en perfecta sincronización.
El volante está regulado en 6 posiciones y 3 temperaturas. Más aún: además de los 17 días de pruebas, se añaden otros tres con el cronógrafo en marcha. Dice la casa que eso garantiza una variación diaria de – 3/+5. Si sirve de referencia, el mío no llega al segundo diario. Como un Spring Drive, lo que resulta más que encomiable.
Por último, tiene la reserva de marcha más larga del mercado: 70 horas, incluso con el cronógrafo en marcha.
Además ahora la decoración del calibre es acorde a la calidad del reloj.
En conjunto, una oferta muy potente.
Por último, el precio: 14.300 euros. Eso es mirar cara a cara a Rolex y su Daytona, pero con un calibre de alta frecuencia, reserva de marcha mayor, mejor decoración y, además, disponible para comprarlo. Eso sí, a partir de junio. Más información en Grand Seiko.es.