Una de los activos más importantes para los relojes es diferenciarse, tener personalidad propia. A veces se consigue con diseños extravagantes, o con materiales muy raros, o con precios desorbitados. O con todo a la vez. Otras veces, sin embargo, se da con la clave y se ofrece un diseño inconfundible, pero llevable y a un precio atractivo. Ese es el caso de estos Perrelet Turbine Carbon, que ofrecen mucho más que eso.
Recordemos que fue Abraham Louis Perrelet (1729-1826) quien creó el movimiento automático, llamados entonces «relojes de temblor» porque sólo se cargaban agitándolos, ya que no tenían llave para darlos cuerda. Por eso es que todos los relojes de Perrelet son automáticos, haciendo del rotor el centro de atención. Incluso en los más clásicos, como el tres agujas y el GMT que vimos en vídeo, el rotor está siempre en la esfera.
PESO PLUMA
Las cajas de los Perrelet Turbine Carbon tienen 44 mm de diámetro y 13,82 mm de grosor. Pero están fabricadas en policarbonato y fibra de carbono. El resultado es un reloj que tiene mucha presencia en la muñeca pero que se lleva extremadamente bien porque es muy ligero.
Sin embargo, ligero no es sinónimo de frágil. El material de la caja es fuerte y robusto, pero también resistente a los agentes químicos y a las fluctuaciones de temperatura. De hecho, gracias a su capacidad de aislamiento térmico, la carcasa se mantiene cómoda independientemente de la temperatura exterior. La caja también es resistente al agua hasta 100 metros.
La caja está decorada a ambos lados con unas columnas del mismo material que le dan ese aspecto robusto que quiere transmitr, y que se repite también en la decoración de la corona.
Los Perrelet Turbine Carbon se han lanzado en cuatro colores: Verde Bosque, Azul Medianoche, Racing y Negro Carbono.
Los modelos verde y azul presentan anillos de tonos intensos salpicados de números arábigos e índices luminosos aplicados, realizados en color tostado para complementar el verde o en blanco crudo para contrastar con la esfera azul.
Si lo que buscas es algo aún más deportivo, El Perrelet Turbine Carbon Racing es el modelo ideal. En este caso, el flanco exterior de la esfera tiene un llamativo diseño en damero rojo y blanco. Por su parte, los álabes de la turbina reciben un tratamiento de fibra de carbono que hace juego con el material de la caja y con el motivo de damero exterior. Completan la combinación de colores rojo, blanco y negro unas agujas blancas de gran tamaño y el característico segundero rojo.
Por último, el Perrelet Turbine Carbon Black Edition es completamente negro. Un porte «all-black» que reduce el tamaño visual pero sin que sea imposible leer la hora, gracias también a los índices y numerales en blanco en el reborde de la esfera. Se hace así un tanto más de vestir que sus hermanos de colección.
Como es habitual, la esfera de turbina presenta 12 palas de aluminio anodizado con cinco contrapesos de tungsteno que gira con el mínimo movimiento de la muñeca. Y, sorprendentemente nunca impide la lectura de la hora.
Mientras que en el modelo Racing y en el Black el fondo tras las aspas es negro, en el Forest Green y en el Midnight Blue, el fondo es del color del anillo de la esfera.
Tanto las manecillas como los índices están tratados con Super-LumiNova. Así que, dado su tamaño, la lectura en la oscuridad está garantizada.
CALIBRE DE MANUFACTURA
Todo lo que ocurre en el Perrelet Turbine Carbon se debe al movimiento automático P-331-MH, que es un calibre fabricado por Soprod exclusivamente para Perrelet. Soprod, al igual que Perrelet, pertenecen al gigante Grupo Festina, lo que garantiza el control total de la producción. Se mueve a 4 hercios (28.800 alternancias a la hora) y tiene una reserva de marcha de 42 horas, su único punto débil.
A cambio, el reloj está certificado como cronómetro por el laboratorio COSC, con unas pruebas que duran 15 días. Más aún, el reloj tiene el certificado Chronofiable. El laboratorio que expide este certificado somete al reloj a golpes, a caídas y a magnetismo que equivalen a los efectos del desgaste durante seis meses. Las pruebas incluyen la medición de las fuerzas de tracción y empuje en el vástago de la corona.
El movimiento tiene que pasar pruebas de choque, incluida una prueba de caída libre de hasta 5000G. Por último, el movimiento debe soportar 20.000 «impactos», así como a esfuerzos térmicos (15°C, 30°C y 55°C). La duración de las pruebas es de 21 días.
De esta forma, los Perrelet Turbine Carbon no sólo son atractivos por fuera, sino que plantean una propuesta técnica que está muy por encima de lo que se suele encontrar en el mercado, particularmente en un tres agujas.
Los relojes se presentan con una correa integrada, compuesta de piel en la parte exterior y caucho en el interior, además de una cierre plegable personalizado.
Por último, cada pieza se presenta en una caja técnica para su transporte y cuidado, que incluye una correa de caucho extra y la herramienta para cambiarla.
BUEN PRECIO
Y para acabar, el precio: los Perrelet Turbine Carbon cuestan 4.750 euros. Difícilmente vas a encontrar un reloj tan distinto, que ofrece tanto en términos de historia, técnica, materiales y equipamiento por ese precio.
Los relojes se pueden comprar en los distribuidores autorizados y en la web de Perrelet.com.
