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El impresionante Blancapin Grande Double Sonnerie, en vídeo

 

 

Ya dije en mi anterior artículo y vídeo sobre los Villeret Golden Hour Series de Blancpain que yo pensaba que la manufactura iba a hacer hincapié en la colección Villeret, un tanto arrumbada por el empuje del Fifty Fathoms, pero que es capital para acreditar a Blanpain como la gran creadora de movimientos que es.

Pues bien, en un viaje que ha sido de los más interesantes relojeramente hablando de los que he hecho (y agradabilísimo en lo personal, que también es muy importante), he podido descubrir esta maravilla: el Blancapin Grande Double Sonnerie que es el reloj más importante que ha creado la casa. Su Magnum Opus. Un reloj con Gran Sonería, Pequeña Sonería, Repetidor de Minutos, Calendario Perpetuo Retrógrado y Tourbillon Volante. Y, para rematar, ha creado una melodía de repetición específicamente desarrollada para el reloj por el músico Eric Singer.

Marc A. Hyek, Presidente y CEO de Blancpain, y Eric Singer

 

COMPLICIDAD EXTREMA

 

Siempre se debate sobre si es el tourbillon o el repetidor de minutos la complicación más alta. Pero cuando ya nos metemos en Grande o Petite Sonnerie no hay discusión. Pero, ¿qué es exactamente una Grande o Petit Sonnerie? Pues es muy sencillo:

 

 

 

Para dar una idea de la magnitud del proyecto, este trabajo de ocho años requirió 1.200 dibujos técnicos y se registraron 21 patentes durante su desarrollo, 13 de las cuales se han integrado en la construcción final del movimiento. Su movimiento consta de nada menos que 1.053 componentes, todos ellos diseñados, producidos, ensamblados y decorados íntegramente en la propia empresa. Prepárate a usar el scroll como no la habías hecho hasta ahora para una sola foto:

 

LA DOBLE SONERÍA. UNA PRIMICIA MUNDIAL

Pero, si vas a hacer algo grande, hazlo MUY grande. Y eso es lo que tiene este Blancapin Grande Double Sonnerie porque, siguiendo el deseo de Marc A. Hyek, el reloj permite elegir entre una melodía Westminster tradicional, que suena así:

https://horasyminutos.com/wp-content/uploads/Westminster.mp3

Pero también tiene una melodía creada por el batería del famoso grupo Kiss, Eric Singer, y que el usuario puede elegir cuando quiera. Suena así:

https://horasyminutos.com/wp-content/uploads/Blancpain.mp3

El selector situado a las 9 horas permite alternar entre los modos grande sonnerie, petite sonnerie y silencio. El pulsador situado a las 9 horas permite activar el mecanismo de repetición de minutos para que suene la hora cuando se desee.

 

Selectores del Blancpain Grande Double Sonnerie. De izquierda a derecha: Petite Sonnerie, Grande Sonnerie y Silencio

 

Los diferentes modos se pueden comprobar con los indicadores de la esfera del reloj: W para la melodía Westminster y B para la melodía Blancpain. El indicador se encuentra entre las 4 y las 5, al lado del tourbillon volante.

 

PERO ¿CÓMO FUNCIONA LA DOBLE SONERÍA?

La idea no puede ser más atractiva, pero ¿cómo se hace para tener un mecanismo duplicado sin que ocupe mucho espacio y que no se interrumpan entre ellos? La respuesta de Blancpain es tan sencilla que parece que imposible que no se le ocurriera a alguien antes: las dos piezas de cuartos están superpuestas una encima de otra y se enganchan y desenganchan mediante una rueda de pilares, como en los cronógrafos.

 

Pero el trabajo no acaba ahí. De hecho, no empieza ahí. El sello distintivo de un buen reloj con sonería es su rendimiento acústico, y el Blancpain Grande Double Sonnerie es el perfecto ejemplo: es potente, claro y armónicamente rico, y cada nota resuena con precisión. Es un placer para los oídos, uno de esos relojes que encarnan a la perfección la magia emocional de los relojes con sonería, donde la maestría técnica se une a algo verdaderamente encantador, en el sentido más literal de la palabra.

 

Son muchos los factores que influyen en las cualidades acústicas de un reloj con sonería, y sería difícil enumerar todos los aspectos que Blancpain ha tenido en cuenta, pero vamos a ver algunos puntos clave.

Uno de los principales retos de un reloj con sonería de cuatro gongs es que no se trata solo de dar la hora con dos tonos (ding-dong), sino de combinar las notas musicalmente para crear una melodía. Las dos melodías tienen 16 notas para completar el ciclo de una hora. El mecanismo de sonería debe estar perfectamente ajustado. Lo más importante es que los gongs estén moldeados, ajustados y montados con precisión.

En este sentido, Blancpain ha registrado una patente para fijar las notas. Los gongs tienen una sección transversal (cuadrada) de forma variable, diferente para cada uno de los cuatro gongs, para tocar una nota diferente. Están fabricados en oro rosa, que se determinó como la mejor opción tras probar diferentes materiales.

 

Esta forma variable de cada gong también permite operaciones de afinado especialmente precisas y eficaces. Para cada nota, los ajustes necesarios consisten básicamente en modificar la longitud de los gongs para alcanzar las frecuencias adecuadas. A menudo, los relojeros también crean una pequeña muesca en la base del gong para ajustar el tono de la nota, lo que no es necesario en este caso. Para comprobar que cada una de las notas suena con precisión, Blancpain utiliza un láser para medir las frecuencias de cada gong.

El 15GSQ integra un regulador magnético silencioso, por lo que no se percibe ningún ruido de fondo durante las campanadas, a pesar de su cadencia de 2000 rpm. Esto garantiza un ritmo constante para las campanadas. Por no mencionar que no hay campanadas «fantasma». Con esta elegante solución, los minutos repican el último cuarto de hora inmediatamente, mientras que algunos relojes dejan un intervalo de silencio.

 

La caja también incorpora una membrana de oro rojo fijada al cristal bajo el bisel (de color fucsia en la foto de abajo). Su función es captar las vibraciones de los gongs del movimiento y actuar como un altavoz, amplificando el sonido de los anillos vibrantes al cristal y al bisel del reloj. A pesar de la integración de esta solución, el reloj es resistente al agua hasta 10 metros y está diseñado para llevarse a diario.

 

 

En la siguiente foto, se puede apreciar la membrana a tamaño real, justo encima de la marca de agua de la foto:

 

Y es que, según nos contó Marc Hyek, su objetivo no era hacer una obra de exposición, sino un reloj que de verdad se pudiera llevar en el día a día. Por eso se ha dotado al Blancpain Grande Double Sonnerie de mecanismos de seguridad, en particular para evitar daños durante su manejo. Por ejemplo, al tirar de la corona para ajustar la hora, se observará que el indicador «campana» de la sonería pasa a «off» y la sonería deja de funcionar. Lo mismo ocurre cuando se agota la reserva de marcha del mecanismo de sonería. No es posible ajustar la hora durante una sonería.

 

Durante la fase de desarrollo, el control de calidad de Blancpain creó una máquina para llevar a cabo pruebas de desgaste del reloj. En concreto, realizó pruebas para simular cinco años de uso, es decir, unas 7000 sonerías. El movimiento también se sometió a pruebas de resistencia a los golpes de hasta 1.300 G. Es decir, más que si cayera desde la muñeca al suelo.

 

UN PROBLEMA FÍSICO-MUSICAL

Las dos melodías, la Westminster y la Blancpain, tienen que cumplir una serie de características para que suenen bien. Y estamos hablando de pura física: cuando se emite una nota, el resultado de del golpeo sobre el gong produce una serie de frecuencias asociadas que que deben estar en un rango adecuado para el conjunto suene armónico. Si no se ajustan esas frecuencias el resultado resulta disonante y poco agradable para el oído.

 

Por eso, una vez fabricada la pieza de cuartos, tiene que pasar por el laboratorio, para que se ajusten los dientes al largo adecuado. Es algo que no pueden hacer las máquinas CNC que fabrican las piezas; lo tiene que hacer un relojero, y es cuestión de micras. Por eso se hace una pasada con el papel de lima y se vuelve a medir frecuencias. Y así hasta dar con el punto adecuado.

 

Pero hay otro problema añadido: son sólo cuatro notas (Mi, Sol, Fa, Si). Y podrías decir «¿cuál es el problema?». Pues que es muy difícil crear una melodía coherente y atractiva sólo con cuatro notas. Sólo hay una que se sostiene por sí sola y que conoce todo el mundo (aparte de la Westminster que, además de ser muy buena, debe su fama a ser la que suena en el Big Ben).

Si no sabes a cuál me refiero, aquí te dejo el pentagrama. Seguro que lo reconoces:

 

Por eso tiene tanto mérito la composición de Eric Singer: ha conseguido una melodía que es agradable y, a poco que la oyes, ya la tarareas.

 

Y, para tener la visión completa, aquí está la Westminster:

 

TOURBILLON VOLANTE

El Calibre 15GSQ del Blancpain Grande Double Sonnerie es un movimiento de cuerda manual regulado por el emblemático tourbillon volante de la marca, actualizado con una espiral de silicio y una frecuencia de 4 Hz, algo poco habitual. La cúpula invertida en la que se aloja se ha pulido a espejo para refleje la luz e ilumine al torbellino.

 

Su reserva de marcha es de 96 horas para el movimiento y de 12 horas para el mecanismo de sonería en modo grande sonnerie (14 horas en modo petite sonnerie).

Los dos barriletes se pueden dar cuerda mediante la corona, cada uno en una dirección diferente. Sus respectivas reservas de marcha se pueden comprobar en el fondo del reloj.

 

CALENDARIO PERPETUO RETRÓGRADO

El Blancpain Grande Double Sonnerie también incorpora un calendario perpetuo con indicaciones de día, mes, año bisiesto y fecha retrógrada. Su mecanismo ha sido desarrollado expresamente para el reloj. Pero si vas a complicar las cosas, hazlo con todo: no se ha añadido un módulo con el calendario, sino que se ha integrado en le movimiento.

 

Y, para alegría de sus afortunados usuarios, los ajustes del calendario se hacen con los gatillos que se encuentran en la base de las asas del reloj, de manera que el ajuste se convierte en un juego de niños.

 

Pero en este caso los muelles de los pulsadores se han integrado directamente en el movimiento, no en la caja.

DECORACIÓN EXQUISITA

Esto no ninguna sorpresa porque estamos acostumbrados a que los relojes de Blancpain sean impecables, pero lo cierto es que ver tal cantidad de piezas todas decoradas no deja de desencajarnos la mandíbula con el asombro.

 

Digamos antes que la caja del Blancpain Grande Double Sonnerie tiene 47 mm de diámetro y 14,5 mm de altura y está fabricada en oro rojo y oro blanco. Es, por supuesto, un reloj grande, pero en absoluto indomable. De hecho se lleva bastante bien.

No olvidemos las dimensiones de otros relojes con sonería muy complicados, como el Patek Philippe Grand Master Chime 5175R (47,4 x 16,1 mm), el A. Lange & Sohne 1815 Grand Complication (50 x 20,3 mm) o el Omega Chrono Chime (45 x 17,3 mm). Entre sus competidores más directos, el Grand Double Sonnerie tiene más capacidad de sonería y lo hace con un perfil más delgado.

 

La caja tiene todos los rasgos familiares de los relojes de la colección Villeret.

 

La platina principal y los puentes están elaborados en oro macizo. Todas las piezas están meticulosamente acabadas a mano por las dos caras (se vean o no), con atención especial al biselado: 135 ángulos hacia dentro que solo se pueden conseguir a mano).

 

Todo ello realizado a mano mediante un proceso que incluye el tallado, el pulido y el bruñido de la madera de genciana, una técnica desarrollada en esta región de Suiza que utiliza madera de genciana, recolectada por el relojero en las zonas periféricas de las instalaciones de Le Brassus.

 

 

Se utilizan cuatro tamaños de perlage, incluido uno que requiere una herramienta hecha a medida y elaborada a mano. La platina base tiene más de 2.000 perlados, ejecutados pacientemente por una artesana. Y ¿qué pasa si un perlado sale mal? Pues según nos dijeron, tienes una sola oportunidad para «perlar por encima», por así decir, en un mismo sitio. Si te vuelves a equivocar, hay que comenzar una platina nueva.

 

 

Para el acabado Côte de Genève, los artesanos renuncian al papel abrasivo y optan por trabajar con piedra de carbón, aplicando cada nervadura en hasta cinco etapas cuidadosamente controladas.

 

DOS AL AÑO

Romain y Joann, los relojes que montan el reloj

Y después de fabricar, calibrar, decorar… ¡hay que montar el reloj! De ello se encargan exclusivamente dos relojeros: Yoann Jacquemand y Romain Jean-Alexis. Cada uno construye un Blancpain Grande Double Sonnerie entero, de principio a fin. Y al final dejan su nombre en la parte trasera de la placa con el nombre de la casa.

Una labor que consume tantas horas que la producción total del reloj es de dos años, así que anticipo los dolores de cabeza que va a causar a la marca. Y eso que el reloj cuesta nada menos que 1.700.000 francos (eso sí, con impuestos incluidos). El precio incluye una caja especial hecha con madera del Bosque de Risoud, en el Valle de Joux, que incluye una caja de resonancia.

 

El precio también incluye, si así lo desea el futuro dueño, realizar el reloj en otro material e incluso adaptar la melodía Blancpain.

No me queda sino felicitar a Blancpain por un trabajo tan maravilloso como es este Blancpain Grande Double Sonnerie, y felicitarnos a nosotros mismos como aficionados porque por fin vemos a la marca reclamar lo que es intrínsicamente suyo: un puesto entre lo más alto de la alta relojería suiza.

Hay más información en Blancpain.com.

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