El ahumado es una de las técnicas ancestrales de conservación de la comida; básicamente consistía en dotar de una capa protectora que conservaba las propiedades del alimento más tiempo. Sin embargo con el tiempo y la costumbre de comer los alimentos así ya no valía cualquier sabor grosero (o artificial, como en la actualidad) y la técnica pasó a ser un arte culinario, practicado por los más delicados cocineros. Es en el arte del fumé de las esferas donde primeramente seduce H. Moser & Cie que, como ya dije en otro artículo, es la casa que mejor trata las esferas, siempre bajo los presupuestos de pureza de líneas y clasicismo relojero. La gama de colores que tiene la casa a los que somete a la técnica decorativa del ahumado es, como dice el lema de la maison, «poco común». Y muy, muy atractiva. Ahora nos presenta la nueva colección Venturer, al parecer el inicio de una reorganización de las colecciones de la casa: según nos anuncian esta semana veremos en Baselworld la otra colección, Endevour. Mientras que Venturer es (al menos por ahora) un reloj con tan sólo pequeño segundero, Endevour tendrá más complicaciones -calendario perpetuo, fases lunares, gran fecha-. Y en 2016 se presentará una nueva colección, que completará la renovación de la marca puesta en marcha tras su adquisición por la familia Meylan (a través de MELB Holding) y el nombramiento de Edouard Meylan como CEO. Pero ya tendremos tiempo de volver a las novedades cuando vuelva de Basel. Ahora vamos a centrarnos en Venturer. Como decía, este nuevo modelo es una reinterpretación de los modelos ya existentes (el Mayu Small Seconds) pero con cambios sutiles y significativos. En primer lugar el bisel pierde presencia para dar más espacio a la esfera. Además la caja pasa de 38,8 a 39,2 mm con una corona más estilizada. Todo ello otorga la preeminencia a los tonos ahumados de la esfera, que abandona el numeral 12 para ser sustituido por un índice doble, en aras de una mayor armonía. Hay tres variantes (las tres con caja de oro rojo): esfera oro rojo fumé -mi favorita, por setentera-, pizarra y plateada (la que aparece encima de este párrafo). En la posición clásica de las 6 se sitúa el pequeño segundero. El reloj está movido por el calibre manual HMC 327, un movimiento nuevo desarrollado para dar cabida a futuras complicaciones. Es decir, no se superpondrán, sino que ya tienen un lugar asignado. Esto es básico en empresa con una producción limitada (1.000 unidades al año), ya que así se consiguen economías de escala. Aunque buscando los principios constructivos de la relojería clásica en cuanto a técnica y decoración, los materiales empleados son de última generación: áncora y rueda de escape de silicio, que es antimagnético y tiene un coeficiente de rozamiento muy bajo. Por supuesto es visible bajo el cristal de zafiro del reverso, a través del cual se ve la reserva de marcha. Todos los detalles técnicos están aquí. Y volveré de Basel con un vídeo.