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NOMOS Orion 1989: conmemorando la caída del muro

El Beso de Fraternidad, en el lado este del Muro de Berlín

El Beso de Fraternidad, en el lado este del Muro de Berlín

Para el resto de nosotros la aparición del Nomos Orion 1989 puede pasar por uno reloj más, pero para Nomos tiene un significado muy especial. Hay una generación para la que sólo hay una Alemania: la que manda en la Europa económica, la que dice cómo se tienen que hacer las cosas en este lado del Globo, la líder en tecnología… y además la campeona del mundo de fútbol. Mi generación conoció dos Alemanias, pero nos parece todo tan lejano que casi hemos olvidado que la generación de nuestros padres ha vivido como mínimo la mitad de sus vidas bajo una guerra que se dio en llamar «fría» y que permanentemente amenazaba con acabar con la vida en el planeta. Todo eso se vino abajo, o comenzó a venirse abajo, el 9 de noviembre de 1989, cuando espontáneamente los berlineses comenzaron a demoler el llamado «muro de la vergüenza» (Schandmauer)

El muro se creó para evitar invasiones externas y en realidad supuso una frontera interior alemana, en la que un pueblo se veía separado de sus compatriotas y oprimidos por la pinza opresora de sus propios gobernantes, dirigidos desde Moscú. La pintada que encabeza esta entrada es una representación del auténtico beso que en 1979 se dieron -como era habitual en el mundo socialista- Breznev y Erich Honecker (dirigente comunista de la Alemania Federal). Ese beso se convirtió en el símbolo de la opresión y así lo plasmó el artista ruso Dmitri Vrubel, que incluyó la leyenda «Dios mío, líbrame de este amor mortal».

La caída del muro supuso la afortunada recuperación de la relojería alemana en Glashütte (se puede leer algo más sobre esto en el largo artículo sobre A. Lange & Söhne). En enero de 1990, dos meses después de la caída del muro, Roland Schwertner viajó a Glashütte con la idea de volver a producir relojes mecánicos en la cuna alemana de este arte.

Dos años después NOMOS Glashütte lanzaba sus cuatro primeros relojes de carga manual: Tangente, Orion, Ludwig y Tetra. Todos siguen vigentes. Ahora para celebrar ese acontecimiento histórico, NOMOS lanza el Nomos Orion 1989 en dos tamaños, 38 y 33 mm. El reloj conserva las señas de identidad del modelo (y de la casa, en realidad): líneas puras, perfecta legibilidad y una estructura de doble manecilla y pequeño segundero a las 6. El rasgo distintivo viene en la esfera, con un color que la NOMOS ha llamado, muy evocadoramente, «gris noviembre», y que contrasta estupendamente con las manecillas doradas. Todas las características están detalladas en su Ficha Técnica. 

El Nomos Orion 1989 todavía no aparece en su tienen online, pero supongo que no variará el precio de las otras versiones de Orion: 1.620 euros para la versión de 38 mm y 1.540 para la de 33 mm. Pero como digo, queda por confirmar.

 

 

 

 

 

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