Nuevo Pink Lady Sapphire: Richard Mille en femenino
Richard Mille tiene su propia liga. Sus relojes son absolutamente reconocibles porque aunque imitada su estética es única, y provoca adhesiones inquebrantables y rechazos radicales. Lo que nadie discute sin embargo es su maestría técnica, que vuelve a demostrar con este Pink Lady Sapphire. Ya en el SIHH de 2015 centró sus miradas en el universo
Richard Mille tiene su propia liga. Sus relojes son absolutamente reconocibles porque aunque imitada su estética es única, y provoca adhesiones inquebrantables y rechazos radicales. Lo que nadie discute sin embargo es su maestría técnica, que vuelve a demostrar con este Pink Lady Sapphire.
Ya en el SIHH de 2015 centró sus miradas en el universo femenino con una colección específica para mujer que sorprendió a propios y a extraños. Ahora vuelve a afirmar que la mujer está de hecho interesada en la alta relojería con este RM 07-02 Pink Lady Sapphire (que ese es su nombre completo) inspirado en el famoso cocktail de los años 30 conocido como Pink Lady, símbolo de la emancipación e independencia femenina. Como su nombre indica la caja está realizada completamente en zafiro, un desafío que vimos por primera vez en 2012 con el Richard Mille RM 056 Felipe Massa Sapphire.
El zafiro está justo por debajo del diamante en dureza, y ese es el gran reto constructivo: al ser tan duro y poco rígido el poder mecanizar, tallar y ensamblar una caja sin que se rompa es de la mayor exigencia técnica, hasta el punto que el proceso necesita ¡más de 40 días! entre el amolado y el pulido del conjunto. El otro único elemento que aparece en la caja, además de las juntas tóricas de estanqueidad, son los reconocibles tornillos de titano que aparecen en todos los Richard Mille. La caja por cierto tiene unas medidas de 46.75 x 32.90 x 14.35 mm, lo que garantiza que sin duda va a resaltar sobre la muñeca femenina.
La esfera es una reinterpretación más delicada de la que habíamos visto en el RM 07 Ladies Automatic, con una parte central en madreperla rodeada de diamantes engastados sujetos sobre puentes de oro rojo, material compartido por el bisel de la minutería y las manecillas. La ejecución de los índices es muy delicada en su forma de lágrima, realzada por el rellleno de SuperLuminova. El material luminiscente también está presente en la punta de las dos manecillas.
De manera sorprendente los diamantes también están presentes en el rotor, que en este Pink Lady Sapphire ha recibido mucha más atención de lo que suele ser habitual habida cuenta de que no es visible cuando se lleva el reloj puesto. En este caso la masa oscilante tiene un diseño muy barroco, dividido en numerosas secciones que lo deben hacer visualmente atractivo cuando esté en movimiento. Eso sí, siguen apareciendo los tornillos pentagonales que tanto gustan a Monseiur Mille.
El calibre es parte del movimiento CRMA5. La base del calibre es una platina esqueletada (como siempre) de oro granallado, el mismo material que conforma los realces y puentes. También como siempre los ángulos y contornos están achaflanados y estriados a mano. Se agradece que Richard Mille haya prestado el mismo nivel de atención a este reloj; es muy habitual que los relojes de mujer sean versiones «rebajadas» de los masculinos, algo que resulta chocante y un pelín insultante. Afortunadamente no es este el caso.
Por supuesto todo el conjunto se refleja en el precio: El RM 07-02 Pink Lady Sapphire ronda el millón de dólares. Como digo es otra liga, pero la verdad es que me gusta mucho la deriva femenina que está tomando Richard Mille. A ver si es posible fotografiar en vivo el reloj en el próximo SIHH.