Ya repasamos en la web la versión de tres agujas y fecha del Geophysic, cuya característica principal es el mecanismo de segundos muertos o True Second -como lo llama Jaeger-LeCoultre–. Ahora traemos el Geophysic Universal Time, un excelente reloj mundial también con segundos muertos. ¿Por qué ha usado la manufactura esa complicación? Pues porque cuando nació el Geophysic en 1958 lo hizo como reloj científico, y la mejor manera de mostrar que es un aparato de precisión es mostrando como salta el segundero de manera precisa cada segundo. El artículo sobre el Geophysic True Second se puede leer aquí.
Esto, que en realidad es sencillo en un reloj de cuarzo, es una notable complicación que en este modelo exige más de 60 piezas nuevas, entre ellas un muelle adicional que se carga y descarga exactamente cada segundo, y que aparece en el centro del calibre.
Comparado con su hermano más sencillo el Geophysic Universal Time ha crecido dos milímetros hasta los 41,6 de diámetro. El metal, acero u oro rosa, está pulido en el frontal y en el lateral de las asas, lo que crea un contraste muy elegante con el satinado de la carrura. El aumento de tamaño favorece la legibilidad de la esfera, una de las más bonitas que he visto este año.
La configuración de la esfera es un clásico que podemos encontrar desde Patek a Frederique Constant y casi todo el mundo entre medias. Consta de una disco fijo sobre el que aparecen las ciudades que representan los 24 husos horarios.
Después un disco bicolor para las 24 horas y en el centro un planisferio muy depurado y elegante, con los océanos en una laca con degradado en azul mientras que los continentes están realizados en un sobrio gris con una discreta decoración en rayos de sol.
Las manecillas están muy bien resueltas, divididas en dos secciones cepilladas y separadas por la parte central rellena de SuperLuminova. Son mucho más elegantes que las del modelo aparecido el año pasado (que puedes ver en vídeo aquí y la versión en platino, aquí). En el bisel inclinado del borde de la esfera también aparecen los puntos de SuperLuminova que distinguen a este modelo.
Como ya he dicho el calibre 772 automático presenta la complicación de segundos muertos además de la hora universal. Pero además el movimiento tiene una particularidad: utiliza el volante abierto que hizo su aparición en 2007 con el reloj Extreme Lab 1 y que Jaeger denomina Gyrolab. Al tener menos metal se necesita menos fuerza para moverlo y se puede usar dicha fuerza para mejorar la cronometría. Hay que resaltar que el fondo está roscado, no atornillado, que es lo que le da ese aire tan distinto y refinado.
El funcionamiento del reloj no varía de los modelos que ya conocemos: en primer lugar se alinea la zona horaria en la que nos movemos con las horas y minutos y el dial de 24 horas para saber de manera inmediata la hora en todo el mundo. Pero además el reloj permite mover la manecilla de la hora hacia adelante y hacia atrás sin que se detenga el segundero lo que permite hacer todos los cambios necesarios sin que el reloj pierda su exactitud.
Como os podéis imaginar el reloj queda de maravilla en la muñeca, porque el diámetro de la caja es ideal y porque la altura, de menos de 12 milímetros, lo es aún más de manera que el resultado es un elegantísimo guardatiempos que imanta las miradas.
Y si en acero es bonito, en oro rosa lo es aún más, porque el contraste entre los dorados y azules lo convierten en un verdadero objeto de deseo. Los precios del Geophysic Universal Time son de 14.600 euros para la versión en acero y de 24.900 en oro rosa; están disponibles en la boutique de Jaeger-LeCoultre en Madrid.
Y además esta es su Ficha Técnica Completa.
Más información en la página de Jaeger-LeCoultre.