SIHH 2016: Las novedades de Audemars Piguet -1
Un repaso de los muchos modelos presentados por Audemars Piguet
¿Crisis? ¿Qué crisis? para Audemars PIguet, la gran independiente, eso de que se ha llegado al límite son tonterías, y el SIHH 2016 ha sido una nueva prueba de que la manufactura sigue con su idea de tener un reloj para cada gusto. Para ello ofrece nuevas versiones del Royal Oak (que no conoce límites), de la colección Jules Audemars y nuevos relojes de mujer, siempre desde la innegociable calidad de todos los productos de la casa. Son tantas las novedades que las he separado en dos entradas.
EL REINO DEL TOURBILLON
Si el tourbillon es la cumbre de las complicaciones relojeras (aunque para mi son las sonerías), se podría decir que Audemars Piguet no sólo está en la cumbre, es que es suya. En esta edición ha presentado nade menos que 8 modelos con tourbillon, una superproducción que consigue lo más difícil: estandarizar la belleza sin que pierda un ápice de su atractivo. Y ello es porque el tourbillon, que a estas alturas ya le han hecho torear en todo tipo de plazas relojeras, se adapta a las diferentes propuestas de AP con singular éxito.
Así, en la foto de arriba podemos ver, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Royal Oak Tourbillon Extra-Thin 41 mm y a su derecha la versión con diamantes en el bisel. Ambos presentan la caja y el brazalete en platino. Con el mismo tamaño pero en oro amarillo tenemos el Royal Oak Tourbillon Extra-Thin Openworked. Los tres comparten el calibre de manufactura 2924, pero este último queda a la vista gracias al estupendo trabajo de esqueletado de la marca. El último de la fila superior es el Royal Oak Tourbillon Chronograph Openworked 44 mm. Hace poco repasamos la edición boutique en la que los índices y manecillas están realizados en oro blanco (se puede leer aquí). Esta es la versión no limitada, pero no por eso menos exclusiva: la caja está realizada en platino y los índices y manecillas en oro rosa. Todo ello en una caja grande, que permite una perfecta visión de los trabajos de la pieza.
Por debajo aparece en primer lugar el Jules Audemars Tourbillon Openworked 41 mm, un precioso trabajo de esqueletado sobre una caja de formas clásicas y realizada, una vez más, en platino. Además del tourbillon las complicaciones nos informan de la fecha y la reserva de marcha. El Royal Oak Concept Tourbillon Chronograph 44 mm se basa en el mismo concepto lanzado en 2013 y del que ya hay otras dos versiones. Sorprende que el diseño de la esfera, tan radical, afilado y poderoso se vea ahora envuelto en una caja de oro rosa y sobre todo con un brazalete de caucho blanco, que lo convierte en uno de los relojes más llamativos de la colección actual.
A su lado se muestra el precioso Jules Audemars Tourbillon Chronograph 41 mm, una visión clásica del calibre que gobierna el Royal Oak Tourbillon Chronograph Openworked 44 mm y que en este caso se asoma tras una preciosa esfera -o lo que queda de ella- en color chocolate que, unido a la caja de oro rosa, lo convierte en una pieza francamente atractiva. Con 3 milímetros más aparece el Royal Oak Offshore Tourbillon Chronograph Selfwindind 44 mm, el único tourbillon automático de la colección cuya masa oscilante es además perimetral. Es decir, no es un rotor al uso que cubre la mitad de la trasera del calibre, sino un segmento que rueda sobre el perfil exterior del movimiento. Es una versión en oro rosa y correa de caucho blanca del presentado en el Watches & Wonders y que tenía un cuerpo de carbono.
ROYAL OAK 33 Y 37 mm
Este año Audemars Piguet revisita el Royal Oak y lo despliega en diámetros de 33 mm (con movimientos de cuarzo) y 37 mm automático, en acero, oro rosa o bitono y todos con la Grande Tapisserie que personalmente cada día me parece más bonita. Tiene una elegancia que por más que la veas nunca pierde un ápice de su porte, y el satinado de la caja y el brazalete -combinado con el pulido a espejo del chaflán del bisel- no hacen sino remarcarlo. Las esferas oscilan entre el negro, gris y marrón y están recorridas por un segundero central en la versión automática. Lo mejor de todo es que AP no negocia la calidad ni siquiera en las versiones de cuarzo, y todas tienen el mismo altísimo nivel de acabado.
ROYAL OAK DUAL TIME 39 mm
Audemars Piguet lanzó su primer Dual Time en 1990. En 2016 presenta su primer modelo con doble huso horario para mujer -aunque las barreras entre reloj de hombre y de mujer cada vez están más difusas-. Lo hace con un armazón de acero satinado pero con correa blanca de cocodrilo para enfatizar su lado femenino. Una vez más la Gran Tapicería sirve de alfombra para la información que ofrece el guardatiempos. La hora y minutos están marcados por manecillas e índices de oro rosa impregnados de SuperLuminova. A las 6 aparece la subesfera del segundo huso horario en forma de reloj completo, con horas y minutos. Sobre el eje de las 2 se sitúa la la fecha, que tiene enfrente la reserva de marcha (demasiado deportiva para mi gusto). Por último, entre las 6 y las 7 se sitúa el indicador día/noche. Todo se mueve gracias al calibre 2329/2846, que está basado en el calibre de Jaeger 889 al que se le acopla un módulo GMT (de Dubois Depraz diría yo).
ROYAL OAK OFFSHORE CHRONOGRAPH 37 mm
Otra mirada de Audemars Piguet al mundo femenino, al que aporta un cronógrafo con medidas contenidas y presencia seductora. Y no sólo por los diamantes del bisel: la esfera está decorada por la Lady Tapiserie, una versión que suaviza la Gran Tapicería con un guilloché circular que recorre el espacio de los índices, justo debajo de la minutería. Las manecilla e índices son de oro rosa u oro blanco, dependiendo del material de caja: oro rosa o acero. La disposicón del cronógrafo es la tradicional tri-compax 3-6-9, con la ventana de fecha a las 3:30. El cronógrafo se mueve gracias al calibre 2385, basado en el legendario Frederic Piguet 1185, usado también en el Overseas de Vacheron Constantin o el Breguet Marine Chronograph (calibre 576), entre otros. Este calibre sigue siendo uno de los más delgados del mercado, con tan sólo 5,5 mm de altura.
ROYAL OAK OFFSHORE DIVER CHRONOGRAPH 42 mm
El Royal Oak tiene tanta personalidad que puede ser perfectamente un reloj fashion sin perder su dignidad de alta relojería. Es más, si el Royal Oak nació como reloj deportivo los colores no le deben ser ajenos porque el mundo del deporte es intrínsicamente vibrante y siempre se ha asociado con colores fuertes. En 2010 Audemars Piguet introdujo su primer Royal Oak Offshore Diver, y 6 años después el buceador trae además un cronógrafo. Va a ser un exitazo.
A la caja de 42 mm de acero cepillado se atan unas correas de caucho de colores fuertes -amarillo, lima, naranja y azul- que igualan el color de la esfera decorada con la Méga Tapisserie, una versión de la tapicería de Audemars Piguet pero con cuadros más grandes y separados que le dan una apariencia más poderosa. Las subesferas de 30 minutos del cronógrafo a las 9 y del pequeño segundero a las 3 son en negro salvo en la esfera azul, que mantiene el mismo color -lo cual es una buena idea porque queda mucho mejor. El bisel rotativo interior para la inmersión recibe el mismo color en los 15 minutos iniciales (pensados para la descompresión en ascenso), de forma que se lea bien hasta los 300 metros a los que se puede sumergir sin perder la estanqueidad.
El único pero que le pongo es que, siendo un reloj de inmersión, el pequeño segundero no tiene tratamiento luminiscente, lo que obliga a poner en marcha el cronógrafo si se quiere, como obligan las normas, saber que el reloj está funcionando cuando se está a oscuras, lo que no parece una muy buena idea si queremos proteger el movimiento. Por cierto que el calibre es el 3124/3841; es decir, el calibre automático de AP al que se le incorpora un módulo Dubuis Depraz. Es evidente que aunque sea un módulo añadido lo hace bajo los estándares de la manufactura, pero es mejor aclararlo para que nadie se llame a engaño. Donde no hay duda alguna es en el nivel de acabado y la calidad de los materiales. Por ejemplo, los índices y manecillas siguen siendo de oro, oscurecido en este caso. Los pulsadores y las dos coronas son de cerámica, y el satinado del acero sigue siendo igualmente exquisito.
En la muñeca queda absolutamente espectacular, en cualquiera de sus versiones. Van a estar disponibles solamente en las boutiques de la marca, pero su disponibilidad va a ser muy escasa porque se van a vender como churros, no me cabe ninguna duda.