Ha sido sin duda uno de los lanzamientos más esperados y desde luego de los más sonados: el nuevo TAG Heuer Connected Modular 45, la segunda versión del smartwatch de la marca que ha mejorado notablemente sus prestaciones y además es fácilmente intercambiable con versiones mecánicas.
La presentación del TAG Heuer Connected Modular 45 tuvo lugarpor todo lo alto en Brunnen, al borde del lago Lucerna. No sólo es un lugar maravilloso (la verdad es que toda Suiza es pura postal), sino también con un significado especial porque atravesando el lago desde Brunnen se encuentra el lugar donde se fundó la Confederación Suiza. No ha sido una elección arbitraria porque desde la aparición del primer TAG Heuer Connected (cuya presentación vimos aquí) la idea que ha querido transmitir la casa es la de #ConnectedtoEternity, conectado a la eternidad. Con el primer reloj se ofrecía el que, si pasados dos años se quería cambiar el conectado por uno mecánico, bastaba pagar 1.350 euros para llevarse un Carrera de tres agujas. Pero ahora TAG ha ido más allá.
En efecto ahora es distinto, y lo es ya desde el nombre: Modular hace referencia a que el reloj es completamente personalizable: correas, asas, caja y, por supuesto, esfera. Y lo mejor es que hay dos relojes mecánicos que tienen las mismas hechuras y por tanto se pueden intercambiar sin problemas. Por ahora los dos relojes mecánicos disponibles son un Carrera Calibre 5 de tres agujas y fecha y el TAG Heuer Heuer 02T Chronograph Tourbillon, el tourbillon que revolucionó el mercado cuando apareció por un precio de 15.000 euros. Pero seguramente en el futuro habrá más modelos disponibles.
La otra parte del nombre, 45, hace referencia al diámetro del reloj. Es por tanto un milímetro más estrecho que su hermano mayor, y además ha reducido su altura por lo que se lleva mucho mejor. Esto era una obligación porque el Heuer 02T ya existía y tenía esa medida, así que no habría encajado de otra manera. Durante la presentación Jean-Claude Biver afirmó con la rotundidad que le caracteriza que habría un smartwatch para mujer de 39 mm de diámetro. Esto es realmente interesante porque abre la puerta a que haya más módulos mecánicos (de hecho hasta ahora esa era la medida del Calibre 5 de 3 agujas) y sobre todo amplía el mercado de muñecas, que incluso siendo de hombre se pueden sentir amedrentadas por un diámetro de 45 mm. Y planteará un reto de legibilidad, porque el tamaño físico de la pantalla se va a reducir notablemente. Será necesario, creo yo, aumentar la resolución.
Pero volvamos a lo que nos ocupa, que es sobre todo la modularidad. Decía antes que se podía elegir e intercambiar todas las partes del reloj, pero no es del todo cierto: el bisel que se elija en la caja será siempre el mismo. Es una pena que no sea también intercambiable porque al ser tan ancho define mucho la personalidad del reloj, pero imagino que no se podía hacer sin comprometer su integridad y, lo que es aún más importante, su hermetismo. Y es que el Connected Modular 45 es estanco hasta los 50 metros, por lo que se puede nadar con él e incluso bucear.
Y la personalización abre un nuevo debate interesante y que hay que ver cómo se desarrolla en el futuro. Según dice la marca se podrá elegir entre las 11 opciones disponibles en las boutiques de la marca o las 56 disponibles online. Claramente esto es un movimiento hacia la venta online que veremos cómo se toman los distribuidores porque de entrada parece que van a competir con menos armas. A decir verdad tiene sentido porque la venta de los productos electrónicos tienen menos margen, para el distribuidor pero sin duda para el fabricante, que tiene que incurrir en los enormes costos del desarrollo tecnológico. En el caso del TAG Heuer Connected Modular 45 la manufactura afronta sola la adaptación de sistema operativo, y ese coste se tiene que repercutir en el producto final; de ahí el menor margen.
El resultado de ese conflicto lo veremos de aquí a un año, o quizá menos, pero de lo que no cabe duda es de que hay una tendencia cada vez más acusada hacia la venta online de artículos de lujo (muy popular en Estados Unidos, no tanto en Europa) que generará tensión -una más- en el mercado.
Hay una cosa de la que en TAG se siente legítimamente orgullosos: el TAG Heuer Connected Modular 45 luce a las 6 y por debajo del bisel la leyenda Swiss Made, algo que no ocurría con el primer modelo. Eso no quiere decir que el reloj esté enteramente desarrollado en Suiza porque sigue lógicamente dependiendo de Google y sobre todo de Intel para la maquinaria. Pero ahora en TAG hay una sección dentro de la fábrica (que estaba vacía cuando visité las instalaciones) en la que ensambla y termina los relojes, de manera que puede grabar el deseado lema que tanto significa en relojería.
El TAG Heuer Connected Modular 45 tiene una pantalla sensiblemente más brillante que la del modelo anterior, además de tener mejor resolución. Es un detalle importante porque al tener una pantalla tan grande se necesita buena definición porque si no la imagen resulta desvaída. No es el caso de este reloj, que incluso a la luz del día ofrece buena visibilidad y contraste. Eso le viene de perlas porque el sistema operativo que integra es Google Android Wear 2.0, mucho más rápido y eficiente. Pero además estuve hablando con David Singleton, Vicepresidente de Ingeniería de Android en Google y me dijo que se habían fijado mucho en cómo usaban el reloj los propietarios del anterior Connected (del que se han vendido 56.000 unidades) para ofrecer una experiencia más personalizada. ¡Y qué mejor personalización que crear tu propia esfera!
Ahí es donde entra el nuevo TAG Heuer Studio, que viene cargado de fábrica con un montón de esferas distintas basadas en las de los relojes de la casa (modernos y antiguos). Pero el gran adelanto es que además ofrece una ingente cantidad de elementos que se pueden combinar para crear la esfera que más le guste a cada uno. De hecho hay aproximadamente 4.000 combinaciones distintas. Se puede incluso simular el brillo de la SuperLuminova, además de mantener un esfera vista cuando el reloj esté en reposo para evitar que esté la pantalla en negro (algo que ya existía antes y que denota el origen relojero de quien lo fabrica). Esto garantiza una experiencia personalizada del reloj. Además el software permite pagos NFC gracias al sensor integrado, e incorpora GPS y por supuesto Wifi. La duración de la batería se ha mejorado y supera las 24 horas, aunque por supuesto depende del uso que se le dé.
El TAG Heuer Connected Modular 45 queda en la muñeca mucho mejor que su antecesor, pero no cabe duda de que es un reloj grande. Las sólidas asas y el brillo de la esfera aumenta la sensación de tamaño. Pero como digo la experiencia de llevarlo puesto es bastante agradable porque es una pieza muy ligera.
Por supuesto que con todas las posibilidades de personalización el precio del TAG Heuer Connected Modular 45 puede variar sustancialmente, pero el precio base es de 1.600 euros, y ya está disponible. Existe también la posibilidad de comprar un conjunto de lujo que incluye un reloj conectado (de titanio de grado 5 con asas de titanio y correa de piel marrón natural) y el módulo mecánico de tourbillon Heuer-02T de cronógrafo certificado por el COSC, además de una correa de caucho negro adicional. Tiene un más que atractivo precio precio total de 16.650 euros (impuestos no incluidos). El conjunto se distribuye en un estuche con tres cajones, que se completa con un expositor de sobremesa en el que colocar el reloj y su cargador. Si tenemos en cuenta que el Heuer 02T Tourbillon ya cuesta 15.000 euros, resulta que es una propuesta muy interesante.
El TAG Heuer Connected Modular 45 es ahora mismo y en su configuración básica el smartwatch más caro del mercado, por lo que va a ser siempre un producto de nicho. Biver dijo que esperaba vender unos 150.000 en 2017, que para un producto de consumo es muy poco. Pero lo que más curiosidad me despierta es saber cuántos módulos mecánicos piensa vender. Aquí las opiniones varían porque unos dicen que no va a vender ni uno porque el smartwatch es una cosa distinta y quien quiere eso no quiere un reloj mecánico. Otros -la marca fundamentalmente, y sus distribuidores- esperan vender muchos.
Yo creo que sí venderá unos cuantos porque quien se compre el TAG Heuer Connected Modular 45 es porque es fan de la marca. Nadie que esté buscando simplemente un «reloj conectado» se va a comprar este aparato cuando hay otros en el mercado por 200 euros más o menos. Así que no sería de extrañar que aquel que se compra un TAG Heuer conectado porque es TAG Heuer quien lo fabrica quiera también tener aquello por lo que es famosa de verdad, que son los relojes mecánicos. Veremos. Más información en TAGHeuer.es.