El Bell & Ross BR 03-94 Aéro GT Orange es una pieza peculiar: es un reloj inspirado en un vehículo que en realidad no existe. Y sin embargo el resultado es muy bueno, como vamos a ver con las fotos en vivo y el precio.
La cara más conocida de Bell & Ross es Carlos Rosillo (a quien hemos visto en Horas y Minutos alguna vez). La que no se ve tan a menudo es la de Bruno Belamich, que es el diseñador de la casa. Si no conocías los dos nombres, ahora ya sabes de dónde viene el nombre de la marca. Pues bien, Bruno diseñó un vehículo que recordaba mucho al Aston Martin Vulcan, y de paso el primero de los BR 03-94 Aéro GT. Éste de aquí abajo.
El vehículo nunca se llegó a construir lo cual, a decir verdad, no deja de ser una decepción: si ves un diseño sobre el papel que es muy bueno quieres verlo en vivo. Eso es lo que había ocurrido en 2014 con la motocicleta B-Rocket, cuya presentación reflejamos, con fotos y vídeo, en este artículo.
Sea como fuere el bólido no se materializó, pero sí evolucionó. Este año en Baselworld 2017 la casa presentó el mismo coche pero en naranja. El color hace que el coche sea más vistoso, pero a decir verdad a mí personalmente me llamó la atención lo justo, precisamente porque sólo es un dibujo creado por ordenador. Lo que sí me llamó mucho la atención fue el reloj que sigue su estela, el BR 03-94 Aéro GT Orange.
El hecho de que sea un BR 03-94 acota las medidas del reloj, porque esa denominación significa siempre una medida de 42 mm en cada lado de la icónica caja cuadrada. En eses sentido no hay novedad, porque tampoco hace falta que la haya: la caja tiene personalidad propia y funciona bien tanto en hechuras como en estética. Para ello alterna el satinado general con un pulido en el canto del bisel y los tornillos. Estos están alineados correctamente porque los que garantizan la hermeticidad (100 metros) son los del fondo de la caja.
Como ya es costumbre en estos relojes «temáticos» -por así decir- el pulsador de puesta en marcha y paro del cronógrafo está anodizado en el color del reloj. La corona está decorada con «Clous de Paris» (Clavos de Paris), lo que facilita el agarre, y además lleva grabado el logotipo de la casa. Nada nuevo en la colección, salvo el naranja. Pero es que, como se puede ver, el susodicho naranja hace mucho.
La esfera está realmente conseguida. Hace no mucho veíamos fotos en vivo de los Garde-Côtes (en este artículo) que también vienen marcados por el naranja. Y sin embargo en esos relojes el uso del color era más bien moderado. Casi lo llamaría tímido. No es el caso de este BR 03-94 Aéro GT Orange. Aquí se ha usado el naranja con generosidad, y el resultado no puede ser mejor. Si volvemos a mirar la versión del año pasado y la comparamos con esta nos resulta un tanto anodina, mientras que esta es vibrante, estilosa, potente pero con un aire festivo.
La estructura calada de la esfera se anima con el color, que le da mayor sensación tridimensional. Es cierto que también complica la lectura de las subesferas, que además tienen una disposición inusual: segundero a las 12, 12 horas a las 6 y 30 minutos a las 9. Desde luego si alguien quiere usar este reloj para medir tiempos con exactitud en las manos tiene un cronógrafo estupendo. Pero si lo que quiere es leer esos tiempos rápidamente, lo va a tener bastante más complicado.
¿Importa? No, no mucho. Es decir, que no se me entienda mal. La lectura de la hora y minutos es buena porque las manecillas resaltan sin problemas. Son las manecillas del cronógrafo las que tienen más dificultades para sobresalir. Y desde luego la del pequeño segundero, que al ser de hélice requiere buscar la pala con Super-LumiNova para saber qué segundo es. Y por encima tiene el nombre de la marca grabado en el cristal, lo que no ayuda nada. En la oscuridad, sin embargo, se lee muy bien.
Otro de los elementos que requiere de la ayuda del dueño es la lectura de la fecha. Aparece en una ventana de sector en la que se leen tres fechas. Pero una de ellas es sólo un punto (las pares), así que hay que hacer la cuenta. Hay que deducir el número cuando es par.
Pero sin embargo el reloj funciona, y funciona bien. Hay algo alegre y atractivo en ese conjunto poco coherente de piezas satinadas en naranja que atraviesa la esfera, y que se repite en el bisel exterior de la esfera que sirve para ubicar el taquímetro. No sé, a mí me gusta el reloj, me pone de buen humor. Y eso que yo los esqueletados no es que los tenga precisamente entre mis preferencias.
Entiendo que, como en otras ocasiones, este BR 03-94 Aéro GT Orange lleva dentro un calibre Sellita SW300 con un módulo cronógrafo Dubuis Depraz. Es una configuración muy habitual en Bell & Ross (y en muchas otras marcas). De ser así estaríamos hablando de frecuencia de 4 hercios, parada de segundero y 42 horas de reserva de marcha.
Como bien se puede leer en la trasera del reloj es una edición limitada a 500 unidades, equipadas con una correa de piel de becerro negra perforada con ribete naranja y tela sintética ultrarresistente negra. La hebilla de ardillón es de acero pulido-satinado.
Ya estamos acostumbrados a ver en la muñeca las cajas de Bell & Ross, así que es casi redundante decir que el BR 03-94 Aéro GT Orange queda muy bien puesto. Se acomoda sin problemas e inmediatamente está integrado. Se queda ahí esperando a cuando quieras alegrarte el ojo con el naranja. El reloj tiene un precio de 7.900 euros y ya está disponible en las boutique electrónica de la marca y en sus distribuidores. Más información en Bell&Ross.es.