El American 1921 de Vacheron Constantin cumple 100 años y la manufactura no ha querido dejar de celebrar uno de sus relojes más icónicos y bonitos de los que tiene en su vastísima colección. Hace un mes vimos las nuevas ediciones, pero ahora nos trae algo muy especial: el Vacheron Constantin American 1921 Pièce unique no es un reproducción del original. Es una reconstrucción total, desde cero, del reloj original. Pieza a pieza. Una de esas labores que son un canto al amor por el propio oficio.

Para reproducir las operaciones artesanales de antaño, los artesanos tuvieron que trabajar con algunas herramientas históricas del Patrimonio de Vacheron Constantin. Un torno de refrentar de finales del siglo XIX les permitió recrear fielmente los elementos que componen la caja; una herramienta de redondeo (remate) de la segunda mitad del siglo XIX sirvió para modificar el perfil de los dientes de las ruedas y ajustar su diámetro. Los relojeros utilizaron un accesorio de perforación vertical del siglo XVIII para perforar la platina del movimiento. Para introducir las joyas en sus engastes, recurrieron a una herramienta de estacado de principios del siglo XX.

Estas máquinas de época se complementaron con herramientas especialmente fabricadas para este proyecto, como fresas y remachadoras hechas a medida, en consonancia con las de principios del siglo XX, lo que permitió a los artesanos trabajar en sintonía con esa época y reproducir fielmente las operaciones y técnicas de desarrollo de la época. El resultado de este notable ejercicio estilístico es una excepcional pieza de coleccionista que simboliza el inquebrantable compromiso de Vacheron Constantin con la transmisión, la mejora y el continuo enriquecimiento de sus habilidades de producción.

Restaurar un reloj es una tarea complicada, porque hay que saber cómo se hicieron las piezas y, en muchos casos, construirlas de cero. Ahora imaginemos lo que es construir un reloj entero. Las horas y horas de dedicación que ello conlleva. Para poder crear el Vacheron Constantin American 1921 Pièce unique, los artesanos comenzaron desmontando y examinando cada uno de los componentes del Calibre 11-lignes Nouveau que impulsaba el modelo original. Aparte de los puentes y la platina, que debían ser recreados, las existencias del taller de Restauración resultaron ser una auténtica mina de oro para los artesanos, que tuvieron así acceso a todas las piezas brutas necesarias. Esto implicaba una búsqueda extremadamente laboriosa, ya que una caja de época podía contener un número infinito de componentes, todos diferentes en términos de tamaño y forma. Para identificarlos uno por uno, la primera etapa consistió en tomar las medidas y dimensiones de cada uno de los 115 componentes del movimiento original. Este minucioso trabajo de observación y comparación llevó posteriormente a los relojeros a realizar planos y maquetas del calibre. En esta fase, los documentos de archivo conservados por el departamento de Patrimonio resultaron muy valiosos, sobre todo para recrear los puentes y la platina de acuerdo con las particularidades de este movimiento de época.

El ajuste de las joyas del movimiento también fue un desafío. Desde la década de 1940, se acostumbra a introducir los rubíes, y aunque los relojeros del taller de Restauración de Vacheron Constantin están acostumbrados a reemplazar las piedras dañadas en relojes muy antiguos, hasta ahora nunca habían tenido la oportunidad de hacer los ajustes ellos mismos. Para conseguir ahuecar el metal hasta la profundidad exacta requerida para encajar las piedras con una precisión de una centésima, fueron necesarias múltiples pruebas.

Por no hablar del paciente trabajo de investigación necesario para desarrollar el sistema de reproducción del exclusivo patrón acanalado que, junto con varios grabados manuales, adorna el movimiento de la misma manera que se hacía en la época.

ESFERA EN DOS SECCIONES

Algunos componentes de la época estaban disponibles en las existencias del taller de Restauración, como las piezas en bruto de la corona y las agujas. Otros tuvieron que recrearse por completo, empezando por la caja de 31,5 mm, de acuerdo con las dimensiones del American 1921 original. Fue elaborada por un orfebre del taller de Restauración a partir de la aleación de oro específica utilizada para el modelo histórico (oro amarillo 3N de 18 quilates), identificada con la ayuda de un espectrómetro para reproducir su tono exacto. Sólo un grabado láser aplicado en el fondo de la caja, a efectos aduaneros, distingue el Vacheron Constantin Pièce unique American 1921 de su antecesor.

La creación de la esfera también requirió una experiencia altamente especializada por parte del artesano responsable de restaurar el grano y la belleza única de la esfera original. Particularmente porque, al estar compuesta de dos secciones, hay que cuidar mucho el proceso de cocción, que provoca contracciones, para que después encajen perfectamente. Las dos secciones de la esfera, que requieren varias capas de esmalte y los correspondientes viajes al horno, antes de ser impresas con esmalte y cocidas de nuevo a más de 800ºC, crean las marcas como los marcadores de hora y las escalas.

Es el conocido y reconocido esmalte Grand Feu, una técnica ancestral considerada como una de las más delicadas en el ámbito de la ornamentación relojera. Lleva números y logotipo de época, junto con unas finas agujas de tipo Breguet que han sido pavonadas a mano por el taller de Restauración utilizando las técnicas de producción de la época.

No se sabe exactamente qué se va a hacer con el Vacheron Constantin American 1921 Pièce Unique. Por el momento, el reloj se embarcará en una gira mundial, con paradas en las boutiques Vacheron Constantin de todo el mundo, empezando por Nueva York a partir del 14 de junio. Todavía no se han anunciado los siguientes destinos. Tampoco se sabe el precio, aunque imagino que eso dará igual a los coleccionistas, que ya estarán llamando a la puerta de la manufactura para intentar hacerse con él.

Digamos por último y como curiosidad que VC ha creado incluso una lista de Spotify con 21 canciones que muestran la evolución de la música en EE. UU., desde los años 20 hasta la actualidad. Más información en VacheronConstantin.es.