El nuevo Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold es la muy esperada versión en 41 mm de los modelos lanzados el pasado SIHH 2017, y que ahora vemos con fotos en vivo y precios. Y además se lanza junto con la remodelada colección de gemelos Royal Oak.
En el pasado SIHH 2017 la manufactura de Le Brassus presentó dos Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold, que vimos en este artículo con un par de fotos en vivo para apreciar mejor su textura. Los relojes tenían 33 y 37 mm, por lo que estaban claramente ubicados en la cartera de relojes para mujer. Es cierto que la medida de 37 mm es adecuada para la muñeca masculina (que se lo digan a los puristas), pero para mi gusto quedaban demasiado pequeños en la muñeca y la versión de oro rosa era excesivamente femenina.
Ahora los 41 mm vienen a resolver ese problema porque es una medida claramente más varonil. Al igual que sus antecesores, con este Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold 41 mm se ha utilizado la Técnica Florentina para la decoración. La Técnica Florentina consiste en golpear la superficie con un punzón de punta de diamante, de manera que se va quitando material para acabar creando una superficie rugosa que tiene un brillo diamantino.
Es una técnica que llamó la atención de Audemars Piguet cuando vio el trabajo de la joyera florentina Carolina Bucci. Aunque la técnica se usa fundamentalmente para joyería AP pensó, con buen criterio, que quedaría bien en un Royal Oak. Trabajó conjuntamente con la joyera, que hizo unos cuantos modelos a mano, pero al final se decidió hacerlo todo a máquina. De esa forma se podía industrializar y el coste no se disparaba.
Como se ve en las fotos, la técnica se usa sólo en las superficies planas (el frontal del bisel, la parte superior de la caja y el frontal del brazalete). De esta forma no se altera el resto de la caja ni sus ángulos, respetando también las partes pulidas o satinadas. El tacto de la superficie es atractivo -lo era en los dos modelos iniciales- y con el nuevo tamaño se puede lucir fácilmente en una muñeca masculina.
En todo lo demás el reloj es como el estándar 15400: mismas dimensiones, oro blanco y la misma esfera. Una «Grande Tapisserie» en uno de esos preciosos azules de Audemars Piguet –como estos de aquí– con manecillas e índices fosforescentes. Por dentro, el calibre automático 3120. El Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold 41 mm es una edición limitada a 20 unidades, y su precio es de 56.400 euros.
Sin duda su presencia va a generar preguntas entre aquellos conocedores del Royal Oak, porque su estampa es desde luego distinta y llamativa. El RO aguanta todo lo que le echen, desde luego, pero esta es una textura que se sale de lo común. Así que, si bien es cierto que el RO da personalidad a quien lo lleva, en esta ocasión es el Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold el que va a exigir de su dueño aplomo como para llevarlo con la frente alta.
Aprovechando este lanzamiento Audemars Piguet presenta también una renovada colección de gemelos. Son de oro o acero, y todos tienen 18 mm de diámetro. Hay tres versiones en acero con tapicería plateada, azul o negra. Otros dos modelos son en oro rosa con tapicería azul o negra, y por último una versión en oro amarillo con tapicería en azul.
La forma octogonal presenta una superficie satinada con el mismo gusto que los Royal Oak. Los ángulos son pulidos y los flancos cepillados. Y además añaden los tornillos hexagonales. Son en definitiva el toque estelar que hay que tener cuando se lleva un Royal Oak. Más información en Audemars Piguet.es.