Icono del sitio Horas y Minutos

Martín Berasategui, nuevo embajador de Blancpain

Siempre he pensado que una de las alianzas más lógicas del mundo de la relojería es la de Blancpain con la gastronomía. Y no me refiero a la obviedad del nombre de la marca («pan blanco») sino porque Blancpain ha hecho de este maridaje -nunca mejor dicho- no una mera herramienta de marketing, sino una expresión de la cultura que significa la cocina y que por supuesto también significa la relojería. Todo lo que hace la manufactura cuando se mete entre los fogones tiene que ver con respeto a las tradiciones culinarias y a la vez la búsqueda de avances técnicos. Que no es sino la esencia de la relojería y la de la historia de Blancpain. Y por eso patrocina acontecimientos como el Madrid Fusión y tiene embajadores como Joël Robuchon, Claude Bosi y, en España, a Dani García, a quien entrevisté en este artículo. Y por eso, ahora, se une Martín Berasategui.

Según dice la nota de prensa, Marín Berasategui nació en 1960 y hoy es reconocido como referente de la cocina de vanguardia española. Aprendió a preparar platos tradicionales en el restaurante familiar Bodegón Alejandro, situado en la parte antigua de San Sebastián, donde obtuvo su primera estrella Michelin en 1986. Entre los 15 y los 27 años Martín pasó estancias en Francia donde se impregnó de los secretos de la alta pastelería y de la ciencia de la panadería. Pero fue con Didier Oudil y con Alain Ducasse con quienes tomó su primer contacto con la alta gastronomía, hasta que en 1993 abrió junto a su esposa las puertas de su propio restaurante en Lasarte-Oria, a 7 kilómetros de San Sebastián. Un restaurante que ahora cuenta con tres estrellas Michelin y que se suma a los 12 restaurantes que actualmente dirige, entre los que destacan, el Restaurante Lasarte situado en el Monument Hotel en Barcelona -con 3 estrellas Michelin- y el Restaurante MB con otras dos estrellas, situado en The Ritz-Carlton Abama en la isla de Tenerife. Su trayectoria está salpicada de premios y reconocimientos de gran envergadura que le han convertido en un referente gastronómico universal con una extraordinaria cocina creativa.

BLANCPAIN VILLERET CHRONOGRAPHE FLYBACK PULSOMÈTRE

Pero uno es como es, así que no he podido dejar de fijarme en que Don Martín tiene también muy buen gusto relojero y, al menos para esta presentación, ha elegido un reloj que no se suele ver a menudo pero que es muy sugerente. Estamos acostumbrados a ver la colección Villeret como relojes de vestir, así que encontrarnos con un reloj de 43,6 mm de diámetro y 13,5 mm de altura y cronógrafo flyback resulta sorprendente.

El calibre automático de manufactura F385 apareció en 2014 en el Fifty Fathoms. Uno diría que ese es su hábitat natural, así que la decisión de integrarlo en un cuerpo Villeret suena raro a priori; y sin embargo fue un acierto.  Toda la belleza de las formas de la caja de oro rojo y sobre todo de la esfera Grand Feu se unen a una complicación completamente deportiva, y el resultado es inmejorable. La premura de un flyback se atempera con las manecillas de hoja y los preciosos numerales romanos. Un reloj excelente, en resumen.

Como se puede ver el reloj queda muy bien en la muñeca, elegante y con presencia. Muy bonito. No queda sino felicitar a Blancpain… y a Martín Berasategui, por su carrera y por tener de su mano (de su muñeca en este caso) una gran manufactura. Más información en Blancpain.es.

 

 

Salir de la versión móvil