De manera inesperada ha aparecido publicado el primer plan de sostenibilidad de IWC, con énfasis en «primer». Y es que es el primer plan de IWC, pero también el primer plan de toda la industria relojera de lujo suiza. No es que las marcas carezcan de conciencia social; sin ir más allá de IWC es notoria su colaboración con Laureus Sport for Good Foundation (hemos visto unos cuantos relojes conmemorativos, como por ejemplo éste) o con la Charles Darwin Foundation. Pero un plan de sostenibilidad es, podríamos decir, un compromiso aún mayor porque abarca todos los segmentos del negocio.

La verdad es que no deja de ser curioso que mientras el anterior director de IWC y ahora de Breitling, Georges Kern, viaja por el mundo explicando su estrategia basada en Instagram y la alfombra roja, el nuevo CEO de IWC, Christoph Grainer-Herr, lanza un extenso documento (57 páginas) en el que detalla un plan de sostenibilidad de IWC que pone a su empresa ante una exigencia que nadie le había pedido pero que a partir de ahora le compromete a cumplir. Por eso es aún más encomiable, sobre todo cuando el mundo del lujo tiene como esencia vender un mundo en el que no hay nada que hacer porque todo es perfecto. Para ser sinceros en 2015 -que todavía estaba Kern- se lanzó el Corporate Social Responsability Report, pero no era un plan de sostenibilidad ni era de lejos tan ambicioso como el de este año.

Placas solares en el edificio de IWC

El plan de sostenibilidad de IWC se basa en el estándar fijado por la Global Reporting Initiative (GRI), nacida en 1997 y que creó el primer estándar mundial de lineamientos para la elaboración de memorias de sostenibilidad. Por si alguien quiere leérsela, aquí esta la guía en español para la elaboración de informes. No es, por tanto, una pieza más o menos idealista sobre deseos de un mundo mejor, sino que obliga a las empresas que lo siguen a cumplir objetivos. Como bien dice Christoph Grainger-Herr, «Publicando este primer plan de sostenibilidad de IWC de acuerdo con las normas de la GRI estamos dando un primer paso pionero en la industria de los relojes de lujo suizos, midiendo y dirigiendo el progreso de los objetivos. Junto con nuestros accionistas queremos trabajar de manera continuada para alcanzar nuestras metas y secundar los Objetivos de Crecimiento Sostenible de las Naciones Unidas».

Los objetivos para 2020, son, entre otros:

• Doblar el porcentaje de mujeres en los puestos de dirección
• Reducir las emisiones de efecto invernadero en un 10%
• Reducir el volumen y el peso del empaquetado primario en un 30%
• Renovar el certificado de prácticas del Responible Jewellery Council, obtenido en 2014
• Mantenimiento de la colaboración con la Fundación Saint-Exupéry y Laureus for Good Sport para promocionar la educación
• Mantenimiento de la colaboración con la Costeau Society y la Charles Darwin Foundation para la protección del medio marino

Todos los objetivos serán medidos y reportados cada dos años, lo que obliga a un esfuerzo activo por parte de la compañía para lograrlos. No queda sino felicitar a IWC por el compromiso, y esperar que otras empresas sigan su ejemplo. Estoy seguro de que va a ocurrir. Más información en IWC.es.

Otra vista del edificio central de IWC