El nuevo Chopard L.U.C XPS 1860 Red Carpet tiene todo el sentido del mundo. Cuando Chopard atienda nuevamente el Festival de Cine de Cannes en su edición de 2018 (del 8 al 19 de mayo) será nada menos que su vigésima colaboración con el Festival. Su presencia tiene especial relevancia en la entrega de premios porque Chopard diseñó la Palma de Oro en 1998 y es el diseño que se sigue usando, con la diferencia de que ahora se hace con oro ético.

Pero también destaca, y mucho, por las impresionantes joyas que llevan actrices e invitadas y en menor medida -porque se ven menos- por los relojes que aparecen en las muñecas de ellos. Y aunque no se hagan notar tanto son siempre relojazos, como todos los que hace Chopard.

Por eso digo que el Chopard L.U.C XPS 1860 Red Carpet tiene toda la lógica del mundo, porque es un reloj ideal para la -como su nombre indica- alfombra roja. A falta de verlo en vivo el rojo de la esfera aparece especialmente brillante, lo que le va a hacer destacar en las fotos y por tanto llevará a que se hable de él y de la marca, que es el efecto que se persigue. Pero es que el reloj es muy bonito por sí solo. A mí por lo menos me ha gustado mucho.

La decoración en guilloché de la parte central irradia desde el nombre a las doce, como ya vimos en las fotos en vivo del L.U.C XPS 1860. Recordemos por cierto que 1860 es el año de fundación de la manufactura. La esfera se complementa con las manecillas tradicionales de Chopard e índices con forma de baguette. Si hay que ponerle una pega, creo que hubiera quedado mejor si la ventana de fecha hubiese sido en rojo y el número en blanco.

La caja está realizada en oro blanco, con un diámetro es de 40 mm y una altura de tan solo 7,20 mm. Es decir, pintiparado para ser el reloj de vestir que se necesita cuando se lleva smoking.

Y como es un L.U.C lleva el mejor calibre de la casa: dos barriletes que garantizan 65 horas de marcha ininterrumpida, un microrrotor en oro, puentes biselados a mano y decorados con Côtes de Genève y platina biselada y decorada con graneado circular. Testigo de su calidad es que ostenta el Sello del Punzón de Ginebra y además está certificado por el laboratorio COSC como cronómetro. En este caso el zafiro trasero lleva la inscripción “Red Carpet Edition”, absolutamente innecesaria y molesta por dos motivos: el primero porque viendo el frontal ya se sabe qué reloj es, y en segundo lugar porque el texto es muy grande y obstruye la visión del calibre. Sin el texto se vería así:

El Chopard L.U.C XPS 1860 Red Carpet es una edición limitadísima de sólo 10 unidades. Si hubieran hecho más seguro que se habrían vendido igualmente, pero así aumenta su exclusividad y valor. El precio está por confirmar. Más información en Chopard.es.