Aunque un vistazo rápido por la colección de Nomos Glashütte pueda dar la impresión contraria, lo cierto es que la casa sajona hace años que tiene un reloj submarino. O mejor dicho, un reloj para sumergirse en el agua sin miedo a estropear el reloj: es el Ahoi Atlantik, que vimos en vídeo en 2014. Pero es verdad que no era habitual asociar a Nomos con el jolgorio de las playas y piscinas. Eso fue así hasta el año pasado, en el que apareció por sorpresa la colección Nomos Aqua, cuya presentación en España cubrimos con fotos en vivo. Esa colección supuso la entrada de los colores vivos en la manufactura para identificarlos claramente con el verano. Ahora los relojes se han quitado buena parte de ese color.
Sin embargo las dos versiones (Ahoi y Club) no dejan de tener un aire claramente acuático (por algo se llaman Nomos Aqua, ¿no?) porque, aunque la esfera es blanca, está salpicada de tonos rojos y azules, una combinación típicamente marina. Pero con esta configuración el reloj es también perfectamente llevable el resto del año. No hay más que sustituir la correa de tela por una de cuero -o un brazalete, si es que se puede adaptar- y tienes un reloj para todo el año. Eso sí, igualmente llamativo.
Las dos esferas mantienen la misma configuración que ya conocemos, que difieren notablemente una de la otra y que demuestran la importancia tan grande que tiene la elección de la tipografía para definir el espíritu del producto. Es también cómo están impresos los minutos que el resultado es distintos (o quizá es la diferencia de tamaño de la caja, no estoy seguro): en el Ahoi, que tiene 36,3 mm de diámetro de caja, la manecilla de los minutos pisa el índice, mientras que en el Club (37 mm) no. Por último, el Nomos Aqua Ahoi tiene un pequeño segundero con numerales en cada punto cardinal que remarcan el aire racional de su diseño, mientras que el Club sólo tiene tres, que lo hace más dinámico (a lo que también contribuyen los múltiplos de 5 impresos en azul).
Los dos modelos tienen un tratamiento con Super-LumiNova que permite ver la hora en la oscuridad y, una vez más, hace una distinción estilística muy clara entre los dos modelos.
En la esfera también se puede leer la palabra neomatik, que significa que los Nomos Aqua llevan el movimiento de manufactura DUW 3001, el calibre automático producido en serie más delgado del mercado. He hablado en numerosas ocasiones sobre el calibre, pero si se quiere ver con fotos en vivo y vídeo, lo mejor es releer este artículo. Pero, además de su escasísima estatura, es importante señalar que el calibre está ajustado en seis posiciones y ostenta una decoración clásica de Glashütte con platina de tres cuartos, tornillos y espiral azulados, rubíes vistos y nervaduras Glashütte. Como siempre, el calibre se puede disfrutar gracias al zafiro posterior. Es en el reverso donde vemos el detalle que cambia el uso del reloj: su hermeticidad hasta los 200 metros.
Como decía más arriba, los Nomos Aqua vienen con una correa de tela blanca diseñada por NOMOS Glashütte y tejida en Francia conforme a las especificaciones exactas de la empresa. La única duda que tengo sobre estos relojes es cuál será el público al que atraiga más, porque con sus medidas y el dominio del blanco parece que se inclina más hacia el mercado femenino. A mí me encantaría ver unas medidas como las que tienen los Nomos Update que vimos con fotos en vivo aquí. Mientras tanto, los Nomos Aqua estarán disponibles en julio en la web del fabricante. El modelo Club tiene un precio de 2.500 euros, mientras que el precio del Ahoi es de 3.240 euros. Más información en NomosGlashutte.es.