El Chopard L.U.C Heritage Grand Cru de gala. Fotos en vivo y precio
La versión de smoking de un gran reloj
El nuevo Chopard L.U.C Heritage Grand Cru en oro blanco y diamantes es la versión «nocturna» de uno de los relojes que más me gustaron en 2017. Como ya expliqué en el artículo sobre la versión original en oro rosa y esfera blanca (que se puede encontrar, con fotos en vivo, aquí), el nombre del reloj responde a otra de las pasiones del dueño y presidente de Chopard, Karl-Friedrich Scheufele: el vino.
Esta nueva versión es arriesgada. El Chopard L.U.C Heritage Grand Cru original es un reloj con forma de cojín, que es siempre minoritario, pero que destila masculinidad y aplomo por unas hechuras poderosas que casi lo hacen más cuadrado que rectangular: 38,5 mm de largo y 38,9 de alto. Las medidas se repiten en este caso pero esta vez la caja es de oro blanco y la esfera negra. La diferencia es que ahora entre una y otra hay un bisel formado por 40 diamantes de talla baguette.
Esta incorporación de diamantes, que en principio podría hacer peligrar su lugar en el mercado de relojes para hombre, funciona sin embargo a la perfección, sin menoscabo alguno de la fuerte personalidad del reloj (y de paso puede atraer a potenciales clientas).
El conjunto resulta de un Art Deco arrebatador. La esfera negra, los grandes numerales romanos, la minutería de ferrocarril y por supuesto las manecillas paradigmáticas de la casa, los diamantes… todo se aúna para ofrecer un reloj de smoking que, como la prenda, tiene el equilibrio perfecto entre vistosidad y elegancia. Y además no va a tener problema precisamente con los trajes de gala, porque con una altura de sólo 7,74 mm confraterniza con los puños de las camisas rápidamente.
Más aún, en esta versión del Chopard L.U.C Heritage Grand Cru el famoso problema de la ventana de fecha está resuelto en gran medida. En efecto sigue cortando el bisel del pequeño segundero, pero al ser en blanco sobre negro queda mucho más integrada.
Por dentro sigue latiendo el calibre 97.01-L1, una gozada desarrollada expresamente para este reloj. En sus escasos 3,3 mm de altura Chopard ha integrado un calibre automático con microrrotor de oro (como siempre digo, el más bonito del mercado) y su sistema Twin de doble barrilete para llegar hasta las 65 horas de reserva de marcha.
Además, como el reloj ostenta el sello de Punzón de Ginebra y además pertenece a la familia L.U.C, que es la representación de la más alta relojería de la manufactura, la decoración es impecable: cantos biselados y pulidos a mano, graneado circular, Côtes de Genève… todo con los excelentes acabados a los que nos tiene acostumbrados Chopard. Y, aunque el Punzón de Ginebra también controla ahora la marcha del reloj, Chopard lo ha certificado en el laboratorio COSC de cronometría. Un lujo, vaya.
El Chopard L.U.C Heritage Grand Cru se sujeta a su dueño con una correa de aligátor negra por fuera y marrón por dentro y una hebilla que también es de oro blanco. Su precio está acorde con su calidad: 39.400 euros. Más información en Chopard.es.