De manera sorpresiva Swatch Group ha anunciado el lanzamiento de una nueva espiral, que además es metálica y no de silicio -cuando todo se mueve (nunca mejor dicho) alrededor del elemento azul-. Y para acabar de completar la sorpresa lo hace junto con Audemars Piguet, un nombre que nunca hubiéramos pensado ver al lado (o más bien detrás de) un gigante como Swatch.
Como ya sabemos la espiral es una de las piezas claves para el funcionamiento correcto de un reloj, ya que regula las oscilaciones del volante para que sean constantes y por tanto mantengan una correcta isocronía. Por si acaso es necesario repasar el concepto, aquí está el vídeo más exitoso del canal de YouTube de Horas y Minutos en el que se explica cómo funciona un reloj mecánico:
La nueva espiral es importante porque casi nadie las hace. De hecho Nivarox, que es la empresa del Grupo Swatch que lo ha desarrollado, tiene un monopolio casi absoluto en el mercado. Pero en un par de años Swatch dejará de estar obligada a vender a todo el mundo (como ya ha ocurrido con el resto de las piezas de los movimientos). Así que la noticia me deja más interrogantes que respuestas. Pero primero vamos a ver de qué estamos hablando.
La espiral tiene de hecho un nombre comercial: Nivachron™. Según Swatch está fabricada fundamentalmente de titanio -un material que nunca ha estado relacionado con estas piezas- y permite un considerable reducción de la influencia de los campos magnéticos. También es muy resistente a las variaciones de temperatura y a las sacudidas. Todo ello, claro, con el objetivo de mejorar la cronometría.
Swatch Group es uno de los principales motores de la innovación en el mundo de la relojería, así que la investigación es algo que está en sus genes y nunca va a dejar de presentar nuevos avances. Pero Swatch ya estaba produciendo espirales de silicio, así que ¿por qué lanzar esta nueva espiral ahora, teniendo las de silicio que ya proporcionan un excelente comportamiento antifricción, antimagnetismo y gran estabilidad térmica y antigolpes?
A lo mejor (y es sólo una elucubración mía), la producción de espirales de silicio es cara, más cara que la de elementos metálicos -para los que Nivarox ya está más que equipada-. Y como supuestamente Nivarox va a dejar de suministrar espirales, fabricar en silicio no le compensa. Puede mantener el silicio para los modelos de alto nivel (como éste de Breguet) y utilizar el Nivachron en relojes de menor precio. Recordemos que el primer reloj de gama media-baja en tener el escape de silicio fue el Tissot Ballade que vimos con fotos en vivo. Como digo, a lo mejor no compensa el silicio en estos modelos, dejando de lado una infraestructura que ya tiene para hacer espirales metálicas.
Y si produjera en masa la nueva espiral podría integrarla en sus marcas para mejorar las prestaciones a un coste menor. Cierto es que, como se lee en el título, el socio en esta aventura es Audemars Piguet. Es evidente que con este acuerdo AP se va a garantizar el suministro, pero no creo que sea en exclusiva. El hecho de que la noticia hable de Nivarox, que lo haya anunciado Swatch y que en AP no haya ninguna mención al respecto (por lo menos por ahora), quiere decir que Swatch mantiene el control de los giros que dé la nueva espiral.
En cualquier caso no hay datos sobre cuándo se verá la Nivachron en funcionamiento, ni en qué relojes, ni si (y cómo) afectará a los precios. Lo que sí es verdad es que los relojes mecánicos de entre 300 y 1.200 euros necesitan perentoriamente nuevos elementos con los que seducir a la gente, que cada vez se polariza más hacia relojes baratos -y sobre todo smartwatches en detrimento de los cuarzos- o en relojes caros, dejando en un terreno muy difícil a marcas con precios entre esos márgenes. Volver a hablar de relojes bien construidos, con excelentes atribuciones cronométricas y aptos para cualquier aspecto de la vida diaria (y cono precios contenidos) les insuflaría un muy necesario aliento vital.
Más información en SwatchGroup.com.