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Omega aumenta su garantía a 5 años. Para todos sus relojes

Una confirmación más del absoluto compromiso de la manufactura con la calidad

Omega aumenta su garantía

Omega aumenta su garantía

Acabamos de saber que Omega aumenta su garantía a 5 años para todos los relojes comprados a partir del 1 de julio de 2018, lo que nuevamente coloca a la manufactura en el podio de los mejores, tanto en su oferta técnica como de postventa.

Ya he contado en numerosas ocasiones que en 2015 Omega pasó a certificar sus calibres con el laboratorio independiente METAS, lo que supuso un enorme salto en la exigencia y en la calidad de sus relojes, convirtiéndose en el fabricante de los calibres más avanzados del mercado. Porque todo lo que exige el laboratorio para conceder la certificación no es una herramienta de marketing, sino demandas muy elevadas y medibles. El test puede ser utilizado por cualquier marca para sus calibres y, aunque es evidente que no lo van a hacer por no darle cancha a Omega, tampoco lo utilizan casas del grupo Swatch. Si fuera un truco publicitario el Grupo se habría apresurado a extenderlo a sus marcas, pero no es así. Por algo será.

Omega Speedmaster Moonwatch

Omega Speedmaster Moonwatch

Pero es que la extensión de la garantía no se limita a los relojes certificados METAS, sino que se extiende a todos los relojes, y eso significa incluir incluso el venerable Moonwatch, cuyo calibre manual 1863 comenzó a ser producido hace décadas, cuando las exigencias técnicas estaban muy lejos de lo que el mundo demanda ahora. Aunque, bien pensado, las pruebas por las que tuvo que pasar el reloj para ser aprobado por la NASA eran muchísimo más duras de las que se pasan ahora para el común de los relojes y, como ya sabemos, las pasó con honores. Y cualquiera de los que tenemos un Moonwatch sabemos que es EL reloj, el mito, el que nunca muere, el que siempre funciona bien y el que siempre es exacto. No, no es amor de padre; es así.

Pero además del MoonWatch hay en la colección de Omega aumenta su garantía a muchos otros calibres que no tienen la certificación METAS y también están incluidos. No me cabe duda de que esta tendencia, que empezó en 2015 con Rolex y continuó con Audemars Piguet y Ulysse Nardin, va a meter mucha presión a las demás marcas (incluidas las del propio Grupo Swatch) porque es una notable diferenciación sobre todos ellos. En un mundo en el que los clientes son más exigentes (en cualquier producto de consumo) y quieren seguridad sobre aquello que compran, no ofrecer cosas al más alto nivel de exigencia hace que esos clientes se concentren en los valores seguros, dejando a los que están por debajo con pocos argumentos para convencer. Bravo por Omega y su continua mejora en todo lo que ofrece. Por algo es una marca ganadora. Más información en Omega.es.

Omega aumenta su garantía