Los Nomos Orion neomatik 41 Date Azul Medianoche y Verde Oliva son una importante adición a la familia Orion. En primer lugar por la presencia de un nuevo calibre (¡y qué calibre!) y en segundo porque una simple variación de color (pero de acertadísima elección) permite al reloj retomar con brío su puesto entre los mejores relojes de vestir disponibles en el mercado con precios al alcance de una mayoría.
Lanzar un reloj con unos presupuestos tan minimalistas como éste corre el grave peligro de agotarse rápidamente y pasar a ser un diseño anodino. De esos de «me acuerdo cuando salió», que sólo significa que en el presente carece de trascendencia. Sin embargo el Orion ha tenido una vida más que saludable, hasta el punto de que ha sido, tras el Tangente, el modelos más vendido de la casa. Y en una manufactura con relojes tan poderosos como es Nomos, eso es decir mucho. Nomos Glashütte se distingue por su devoción por todo lo Bauhaus (sólo hace falta mirar sus relojes para el 100 aniversario de la Academia), así que nunca vamos a encontrar estridencias en sus diseños, que son siempre contenidos y de líneas puras. Así que decir que el Orion es el más sobrio significa mucho. Pero si además tenemos en cuenta que su diseño no ha variado (no se conocen cambios de longitud o grosor en los índices o las manecillas, por ejemplo), podemos inferir que, después de más de dos décadas desde su aparición, su diseño es todo un acierto. Y ese acierto se nota aún más en estos Nomos Orion neomatik 41 Date Nachtblau y Olivgold (que es su nombre original).
El 41 hace referencia al diámetro de la caja, que ha sido una demanda desde hace tiempo porque Nomos está muy atado a sus medidas tradicionales de 35 y 38 mm. Pero tanto desde el resto de Europa como sobre todo tras su expansión en Estados Unidos la necesidad de versiones más grandes de sus relojes básicos era más que perentoria. La idea detrás del nuevo calibre DUW 6101 era llevar el DUW 3001 –que vimos en vídeo– más allá, desarrollando un nuevo calibre para relojes más grandes que además integrara una fecha. En efecto, el movimiento aumenta su anchura de 28,8 mm a 35,2 mm, lo que ya no permite sino que obliga a un crecimiento de la caja en que se aloja. Por eso la ventana de fecha queda tan perfectamente ubicada junto al bisel. Aún así el motor sólo ha crecido de 3,2 a 3,6 mm de altura. Y eso es porque la fecha es un disco que bordea el movimiento, no se ubica encima.
Pero es que el calibre hace gala del invento patentado para el mecanismo de fecha, que permite que esta avance y retroceda sin problema -algo que no se ve en relojes de este nivel de precio- y que además, y casi más importante, no se vea afectado si se manipula la fecha durante el tiempo en que se está produciendo el cambio natural de la misma. Esto es un auténtico peligro para los calibres normales, y para evitarlo Nomos ha desarrollado un embrague que desconecta el sistema cuando esto ocurre y así evita los daños. Realmente inteligente.
Y, por supuesto, lo prueba en 6 posiciones y lo decora al estilo sajón, con nervaduras Glashütte, tornillos azulados y el nombre completo de la empresa en el rotor. Este calibre vio la luz en Baselworld 2018, en el que se lanzaron con el Tangente (con una versión especial de la fecha, fantástica), el Ludwig y el Orion (y que vimos aquí con fotos en vivo).
Pero casi damos por supuesto la excelencia técnica de la casa, a la que nos tiene tan bien acostumbrados, y nos fijamos en cómo son las esferas. Y, si eso es lo que hacemos, los dos Nomos Orion neomatik 41 Date nos van a dar plena satisfacción. Por un lado está la esfera llamada «Azul de Medianoche» en la que todo es azul, incluido -afortunadamente- el fondo de la ventana de fecha para integrarla perfectamente. Lo mismo ocurre con la versión «Verde Oliva». Pero mientras que en la versión azul los índices y manecillas están rodiados, en la versión en verde están chapados en oro.
Resulta muy difícil decidir cuál de los dos gusta más porque, si el azul es de por sí un color muy elegante, el tono conseguido aquí con el verde no le queda a la zaga, y añade la singularidad que le confiere ser un color muy poco usado. Y si a la excelencia técnica le podemos añadir exclusividad convertimos a un reloj en un objeto de deseo. Es decir, lo que todos los aficionados buscamos. Como la altura del reloj es de solo 9,4 mm el reloj va a convivir perfectamente en cualquier ambiente al que se le rete a entrar. Y saldrá triunfante.
Para rematar el placer, las dos versiones se atan a la muñeca con una correa de cuero Horween Genuine Shell Cordovan en negro, que tiene un tacto excepcionalmente suave. Y se ata con una hebilla sencilla pero perfectamente ejecutada. Da gusto ponerse el reloj, y cuesta mucho quitárselo. No porque funcione mal, sino porque ¡no te quieres separar de él!
Los Nomos Orion neomatik 41 Date están ya disponibles, con un precio de 3.420 euros. Por ese precio pocos relojes con calibre de manufactura se pueden encontrar, y menos aún con ese diseño tan puro. A mí me parece una gran compra. Hay más información en Nomos.es.