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Omega celebra los 125 años de su nombre con una reedición del calibre original

Comienzan las celebraciones en la gran manufactura

Omega De Ville Trésor 125 años de Omega

Omega De Ville Trésor 125 años de Omega

Decir que Omega celebra los 125 años de su nombre se podría interpretar como el colmo de la fatuidad, pero nada más lejos de la realidad. Aunque pueda parecerlo, el nombre de Omega no es el resultado de la idea genial de un gurú del marketing. Ya sabemos que el nombre es uno de los activos más preciados para una empresa porque puede hacer que, sin añadir nada más, se reconozca instantáneamente; o puede hacer más difícil la comprensión del mismo, lo que supone una carga añadida para el departamento comercial, que tiene que hacer jeribeques adicionales para que el nombre permanezca en sus clientes.

Esto es especialmente importante en el mundo del lujo que, por encima de la técnica, apela a los sentimientos. Es decir: si nos gusta una ropa de un diseñador nos gusta a los ojos, no porque esté hecha de una tela especial que viene de la lana de una oveja que sólo se encuentra en el extremo norte del Serengueti, por ejemplo. Lo mismo ocurre con los nombres. Tomemos el nombre de H. Moser & Cie., por ejemplo. Los relojes son excelentes; no hay nadie a quien lo les guste. El nombre, sin embargo, es una pesadilla: largo, con un significado que no se entiende, con signos ortográficos que no encajan bien con las búsquedas de Google y mucho menos con los usos de las redes sociales (las arrobas y las almohadillas)… Resultado: la marca lo acorta y, aunque oficialmente lo mantiene, todos los relojes se llaman sólo «Moser».

logotipo Omega

El logotipo de Omega, sin embargo, es perfecto: la letra griega es simétrica, se contiene en sí misma. El nombre es sencillo de pronunciar en todo el mundo y las variaciones de pronunciación según las lenguas no lo deforman hasta el punto de que no se reconozca (ómega, omiga, omega). Y no olvidemos un intangibible que está en el fondo de nuestra cabeza occidental de raíz cristiana: A Dios se le conoce como «el Alfa y el Omega». No hay que desdeñar elementos culturales que han permeado nuestra historia durante siglos. Omega De Ville Trésor 125 años de Omega

Louis Brandt abrió las puertas de su taller relojero en 1848, que heredaron sus hijos Louis Paul y César tras su muerte en 1879. En 1894 los hermanos Brandt lanzaron un nuevo movimiento, conocido como el Calibre de 19 líneas. Una «línea» es una unidad de medida que se comenzó a usar en Francia y que hoy en día todavía se usa para especificar el diámetro de los calibres (un incordio, la verdad, porque hay que estar haciendo cuentas). Equivale a 2,26 milímetros. Por tanto, 19 líneas = 42,94 mm.

El calibre no sólo era extraordinariamente preciso (más aún de los que ya hacían), sino que eran revolucionarios como producto industrial: sus piezas podían ser sustituidas por cualquier relojero sin necesitar modificaciones. Y además su sistema de dar cuerda y mover las manecillas con la misma corona también era revolucionario. Y por supuesto patentado. El 1 de agosto de 1894, para ser exactos.

El calibre 19 fue el primero construido en una línea de producción: el proceso estaba dividido en secciones, en cada una de las cuales se realizaba una función específica y bien definida. Fue un sistema tan exitoso que se acabó adaptando en todas las fábricas relojeras. De hecho la producción del calibre 19 terminó en 1923, pero el sistema de fabricación perduró.

Los hermanos llamaron al calibre «Omega», y no sin motivos: era el culmen de su obra creativa. El éxito del calibre fue tal que en 1903 se cambió el nombre de la empresa a «Omega Watch Co.». Para ese entonces era ya la mayor productora de relojes completos de Suiza.

Omega De Ville Trésor 125 años de Omega

Así que Omega celebra los 125 años de su nombre, pero no va a ser flor de un día. Hay un jubileo en la manufactura, y va a durar todo el año. La casa va a recuperar diversos calibres históricos y que poco a poco vamos viendo. Primero vimos el First Omega Chronograph Limited Edition, con un calibre de 1913. Ahora le toca al renacimiento del Calibre de 19 líneas.

Los componentes del calibre (puentes, platinas principales, escapes y espirales bimetálicos) se han recuperado del Museo de Omega y han pasado a las manos del Atelier Tourbillon de Omega para la creación de nuevos calibres de 19 líneas. Además se integrará un sistema suizo manual de puesta en hora. Por último, los movimientos se embellecerán con una decoración de damasquinado y se alojarán en una nueva caja de reloj de bolsillo del tipo media saboneta.

OMEGA DE VILLE TRÉSOR 125TH ANNIVERSARY EDITION

Omega De Ville Trésor 125 años de Omega

Omega celebra los 125 años lanzando también un reloj nuevo. Un De Ville Trésor en vibrante color borgoña. Está basado en los modelos lanzados en 2014 que vimos en vídeo y que son la opción elegante de la marca. Por supuesto cuando aparecieron en 2014 no eran un reloj nuevo, sino que eran el renacer del modelo existente en los años 40. Un gran acierto porque son modelos elegantes y atemporales.

Este modelo es único por varios motivos: se utiliza oro amarillo por primera vez; se acompaña por una preciosa esfera roja de esmalte (por primera vez). Por supuesto el color no viene de la nada: está tomado del logotipo de la empresa. Y se hace coincidir con el color de la correa.

Omega De Ville Trésor 125 años de Omega

Por dentro lleva el calibre manual 8929, que ahora es Master Chronometer. Omega dijo que su intención era que todos sus calibres llevaran es extraordinaria certificación, y así está siendo. El calibre está tapado por un fondo con un medallón de oro amarillo de 18 quilates con un centro de esmalte, y decorado con damasquinado, como el calibre de 19 líneas. Una belleza, sin duda, de la que no sabemos aún precio. Mientras tanto, felicitemos a la manufactura en su aniversario. Más información en Omega.es.

Omega De Ville Trésor 125 años de Omega

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