Nos tenemos que acostumbrar a la idea de que Grand Seiko es un ente independiente de Seiko. Por supuesto sigue perteneciendo a la casa madre, pero al convertirla en una familia separada se le ha dado una vida propia, y como tal evoluciona por su cuenta. Tanto es así que en realidad no hay «relojes Grand Seiko», sino que hay relojes Grand Seiko Elegance, Grand Seiko Heritage y Grand Seiko Sport.
Resulta obvio que los Grand Seiko Elegance buscan un mayor refinamiento para hacerlos más de vestir. Y a partir de esa idea se han creado los nuevos modelos, a los que seguro que seguirán otros porque introduce varios códigos estilísticos actualizados para ahondar en el objetivo de crear un reloj tan de vestir como los mejores, pero con un estilo propio.
La caja es ahora de sólo 39 mm de diámetro. La altura, sin embargo, es mayor de lo esperado, y más con un calibre manual: 11,6 mm. No es precisamente delgado, pero sabiendo lo bien que equilibra Grand Seiko sus cajas, seguro que lleva muy bien.
A la forma más redondeada de la caja le sigue el cristal de zafiro, también abovedado, y la esfera, que sigue la forma de la carrura. Incluso las manecillas de minutos y de reserva de marcha están curvadas a mano para guardar la silueta del reloj, y de paso darle ese cierto aire retro. Por supuesto la caja está pulida con la técnica Zaratsu, que produce superficies que reflejan los objetos sin distorsión. Además las asas recogen -y protegen- la corona, de manera que parece de menor tamaño.
Estos nuevos Grand Seiko Elegance se lanzan con tres cajas distintas: 2 de oro rosa (limitada a 150 relojes), cuyas referencias son SBGK002 -esfera roja- y SBGK004 -esfera negra-. Otra en acero (SBGK005), limitada a 1.500 unidades, y una en oro amarillo (SBGK006) que es la única que no está limitada.
CALIBRE 9S63
Hacía 8 años desde que vio la luz el último de los calibres de cuerda manual, y en este tiempo han cambiado cosas. El volante oscila a 28.800 alternancias a la hora y ha pasado a tener 73 horas de reserva de marcha. Es decir, 3 días, que debería ser el estándar en relojería.
Además el calibre está regulado en 6 posiciones para conseguir una precisión de -3/+5 segundos diarios. Es decir, mejor que los cronómetros certificados (en este vídeo explico a qué se llama cronómetro). Y por supuesto el calibre está decorado sin tacha. Es una decoración hecha a máquina (como el de los relojes con los que compite), pero con unos niveles de acabado excelentes.
ESFERA URUSHI
Por primera vez en la familia Grand Seiko se ha utilizado la laca Urushi. Ha sido en el modelo negro y en el rojo, con dos texturas distintas. Para saber exactamentte qué es la laca Urushi y cómo se utiliza, lo mejor es ver el artículo con fotos en vivo del Presage Urushi Byakudan-nuri Maki-e.
En el caso de la esfera rojiza (Grand Seiko dice es ámbar; habrá que esperar a verla en vivo), se ha hecho con una laca Urushi transparente y de larga duración proviniente de árboles que crecen en la ciudad de Joboji, que se encuentra bajo el Monte Iwate, que es la montaña que se ve desde el Shizuku-ishi Watch Studio, y cuyas laderas nevadas y batidas por el viento han inspirado el patrón de la esfera.
Para el color negro se mezcla la laca con hierro.
Tras la aplicación de la laca Urushi se utiliza la técnica Maki-e tanto en los índices como en los numerales y en las letras GS para espolvorear con oro de 24 kilates o platino. Es un proceso particularmente delicado porque se hace sobre una superficie curva.
Los dos modelos de oro rosa y acero llegarán a las boutiques en marzo, mientras que el de oro amarillo lo hará en julio. Los precios son de 31.400 euros la versión de oro rosa y 7.400 euros la versión de acero. Por último la versión en oro amarillo tendrá un precio de 20.700 euros. Hay más información en Grand-Seiko.es.