Uno de los mayores retos a los que se enfrentan las casas relojeras no es técnico, sino estético: cómo crear un reloj de mujer que sea realmente femenino -es decir, no un reloj de hombre con toques supuestamente femeninos- sin resultar cursi, inane, o que directamente no guste y por tanto no se venda. Los hay que tienen alguno de estas desventajas, los hay que los tienen todas, los pobres. Si además queremos hacer un reloj mecánico y con complicaciones pero que siga siendo un reloj de mujer, las cosas se complican aún más porque en un espacio tan pequeño el aspecto técnico y mecánico suele dejar ocupar poco sitio a la estética. Y a esos efectos, por qué no comprar directamente un reloj de hombre que ya tiene esa complicación, si es que es lo que la mujer busca.

Por eso muchas casas independientes no se quieren meter en ese follón, porque los riesgos de fracaso son muy altos. De ahí que este Mb&F Legacy Machine FlyingT sea una sorpresa tan agradable: es de una casa pequeña e independiente, es un reloj de mujer sin ningún género de dudas, es un reloj altamente complicado y es un diseño que se aparta de todo lo demás -como es habitual en MB&F-. Y es precioso. Estamos ante el futuro nuevo ganador del Grand Prix d’Horlogerie de Genève, como mínimo en la categoría de mujer o de reloj de mujer con complicaciones. Ya verás.

COSAS DE FAMILIA

El proceso creativo tras la Legacy Machine FlyingT empezó hace cuatro años, cuando Maximilian Büsser comenzó a pensar en hacer algo inspirado por las influencias femeninas de su vida. En palabras de Maximiliam Büsser, fundador de MB&F: «Creé MB&F para hacer aquello en lo que creo, piezas de arte cinético escultórico tridimensional que dan la hora. Estaba creando para mí mismo, que es la única forma en la que hubiéramos podido hacer todas esas locas y audaces piezas durante estos años. Pero en un momento dado sentí el deseo de crear algo para las mujeres de mi familia (su madre, esposa y dos hijas). Su influencia me ha envuelto toda mi vida, así que me lancé el reto de hacer algo para ellas».

«Lo último que quería hacer —afirma Maximilian Büsser— era tomar un reloj masculino, reducir su tamaño, darle un color distinto y llamarlo reloj de mujer». ¡Y cuánto se lo agrademos! Cada una de las creaciones MB&F se diseña conjuntamente en un complejo proceso que puede dividirse en las siguientes partes iguales: concepto original de Max Büsser, finura del diseño de Eric Giroud e ingenio mecánico del equipo técnico interno.

CAJA REDISEÑADA

En realidad el diseño del Legacy Machine FlyingT es muy coherente con los que ya conocemos de la casa, porque el cristal en forma de cúpula y el motor vertical han estado presentes desde la primera «Legacy Machine». En el caso del LM FlyingT la caja fue rediseñada por completo. La altura de la caja -de oro blanco- y su diámetro se redujeron de manera que resaltara la gran curvatura de la bóveda de cristal de zafiro. El diámetro es de 38,5 mm y la altura es de 20 mm. Las asas se afinaron, sus curvas se enfatizaron y se introdujeron profundos biseles para crear un perfil más elegante. Las líneas más duras o especialmente marcadas se atenuaron en toda la LM FlyingT. Por ejemplo las agujas de las horas y los minutos, que adoptan una forma ondulada y que retoman los rayos del sol del rotor de cuerda automática.

En el diseño de la esfera se ha buscado la asimetría, desde en la ubicación de la esfera horaria, a las 7 horas, hasta en la apertura ventricular de la platina, que enmarca el tourbillon. También la jaula del tourbillon adopta esta asimetría, optando por un puente superior sostenido en voladizo por un doble arco, en vez de la simétrica hacha de guerra que coronaba el resto de torbellinos de MB&F.

Dice Büsser que hubo muchas discusiones sobre si usar diamantes o no, y al final el optó porque los hubiera porque «el reloj debía ser inconfundiblemente femenino». Y es verdad que, si no hubiera habido diamantes, hubiera sido muy tentador para los que prefieren los tamaños pequeños porque hubiera sido la oportunidad de tener un MB&F de tamaño contenido (excepto la altura, claro).  Por eso las tres versiones tienen diamantes en la caja. Hay tres esferas: una con un lacado negro profundo, otra con pavonado de diamantes y una última igual, pero con diamantes baguette.

UN CALIBRE VERTICAL

Los antecedentes mecánicos de Legacy Machine FlyingT pueden encontrarse principalmente en la colección Horological Machine, principalmente en las series HM6 que vimos en vídeo y  también el HM7 Aquapod, que vimos con fotos en vivo. El motor de la LM FlyingT adopta una concepción vertical y coaxial. Los tourbillones volantes, tal y como sugiere el término, están anclados únicamente en su base, sin puente estabilizador que restrinja el movimiento lateral en la parte superior. Esta mayor necesidad de robustez general es la que motiva que la mayoría de los tourbillon volantes se sitúen de forma conservadora en el interior de los movimientos. El Legacy Machine FlyingT, sin embargo, muestra de forma confiada su tourbillon volante en todo su esplendor.

Un reto adicional que surgió en la construcción de la LM FlyingT fue la forma de la jaula superior del tourbillon, que crea más masa en un lado del tourbillon que en el otro. Para compensarlo y garantizar que el mecanismo mantenga el equilibrio, se disimuló un contrapeso bajo el carro del tourbillon, en el lado opuesto a la jaula superior del tourbillon.

Para que la visualización del tiempo sea lo más precisa posible en la esfera inclinada a 50°, se han empleado engranajes cónicos para optimizar la transmisión de fuerza de un plano a otro, una solución empleada por primera vez en el HM6 y más tarde en el HM9 Flow. El motor de 280 componentes de Legacy Machine FlyingT tiene una reserva de marcha de cuatro días (100 horas), de las más altas de MB&F. Merece la pena destacar el rotor, que realiza su función con un aspecto muy distinto a lo habitual, gracias a su forma de sol. Está hecho de oro rojo 18 k 5N+, titanio y platino.

Como ya he dicho antes, el Legacy Machine Flying T se lanza en tres versiones, todas con correa de piel o de aligátor y una hebilla de oro blanco y diamantes. No son ediciones limitadas en número, pero sí en capacidad de producción. La versión de laca negra (la que más me gusta) tiene un precio de 108.000 francos suizos. La versión de diamantes con corte brillante sube a 135.000 francos. Por su parte, la versión con diamantes de corte baguette alcanza un precio de 298.000 euros. Eso son, respectivamente, 95.000, 119.000 y 262.000 euros. No es de nuestra liga, ¿verdad? Y sin embargo van a ser un éxito seguro, y con todo el merecimiento. Más información en MB&F.com.