Esa es la conclusión del informe anual del Reputation Institute, que año tras año considera 7.600 empresas de 50 países y de más de 20 sectores distintos. De ellas se entresacan  alrededor de 140 candidatos, basados en más de 230.000 opiniones. Los factores que se consideran son: Productos y Servicios, Innovación, lugar de trabajo, gobernanza de la empresa, relación con la ciudadanía, liderazgo y desempeño.

Pues bien, Rolex ocupa el primer puesto de la lista. Esto es de por sí asombroso, pero más aún cuando sabemos que éste es el cuarto año consecutivo. En 2012 ni entraba en las encuestas, pero en 2013 accedió directamente al tercer puesto. Tres años más tarde conquistaba la corona (perdón por el chiste fácil), y ahí sigue. No sólo eso: la diferencia de puntuación obtenida en relación con el resto de marcas es más que notable: Casi tres puntos por encima.

«Es muy gratificante ocupar el primer lugar en el RepTrak Global 100 por cuarto año consecutivo»– ha dicho Virginie Chevailler, Gerente de Relaciones Públicas de Rolex. «La compañía tiene más de 100 años de mejora continua e innovación en todos los niveles, y creemos que es un reconocimiento de nuestro compromiso de ir más allá y contribuir a la sociedad».

La calidad de sus productos, su historia y sus embajadores contribuyen a la buena imagen del grupo de relojería de Ginebra. Rolex ha forjado alianzas con personalidades como Roger Federer, uno de los atletas más admirados del mundo, la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn, el cineasta James Cameron, el cantante canadiense Michael Bublé y la bióloga marina estadounidense Sylvia Earle. Estos embajadores «se convierten en manifestaciones de la marca y mejoran su calidad con integridad», dice Stephen Hahn-Griffiths, portavoz del Reputation Institute.

Es bueno ver el ranking de 2018 y el de 2017 para poder comparar la evolución de las empresas del panel. Llama la atención cómo Microsoft está ahora mismo en el quinto puesto, algo impensable en una empresa con una presencia que muchas veces se ha considerado monopolística y abusiva. Pero el lanzamiento de productos de primer nivel han ayudado a que la confianza general haya crecido, así como su transparencia a la hora de tratar los fallos de sus sistemas y las actualizaciones. Todo ello a pesar del escepticismo hacia las empresas tecnológicas en 2018.

Justo lo contrario que le ocurre a su competidor Apple: En 2018 cayó del puesto 20 al 58, lastrado por la percepción pública de la marca por usar estratagemas para no pagar tantos impuestos, el caso de la manipulación de las baterías y el fiasco del iPhone X. En 2019 sólo ha conseguido subir un puesto, lo que prueba uno de los puntos en los que más hincapié se hace en el informe: la pérdida de reputación es muy difícil de recuperar. Otro caso significativo es el de Facebook, con la mayor caída en reputación de todo el panel. Los escándalos derivados de la venta de datos privados y la crisis de Cambridge Analytica han arrasado a la compañía. Otro tanto le ha ocurrido a Google, también con brechas en la seguridad de los datos, con casos de acoso sexual y con sus apariciones en el Congreso estadounidense por temas de transparencia. Uber, sin embargo, ha tenido la mayor alza en 2019 gracias a que su nuevo CEO, Dara Khosrowshahi, ha sabido atajar de manera convincente la situación creada por los escándalos de su predecesor, Kalanick.

Por ello el caso de Rolex es aún más encomiable, y sin duda un ejemplo a seguir (especialmente para la industria relojera). Felicidades.