Bell & Ross BR 03-92 MA-1: Fotos en vivo y precio
Nueva inspiración militar y nuevo éxito comercial
Si hay algo que no se puede negar a Bell & Ross es su olfato comercial a la hora de crear relojes. Que sabe hacer sus relojes técnicamente lo lleva demostrando ya décadas. Técnica es algo que muchos relojeros dominan, pudiendo hacer incluso piezas complejísimas. Esto es un requisito básico en una industria tan exigente como la relojera, pero no el único. Si no se tiene una pátina comercial, o no se sabe acertar con lo que el público necesita, por buen relojero que seas tu aventura va a acabar casi seguramente en fracaso. Y son fracasos muy caros, además. Buena prueba de ello son los relojes que nos encontramos en Kick-starter: hay una ingente cantidad de relojes que nunca se llegan a lanzar, y una cantidad aún mayor de proyectos que no pasan del primer reloj: consiguen lanzarlo pero el segundo se queda ya en el tintero. Y es que no es éste un negocio fácil en absoluto. De ahí que sea encomiable que una empresa como Bell & Ross, cuya línea de diseño va más por el lado comercial que el técnico (no fabrica nada y rara vez ofrece complicaciones más allá del GMT y el crono), siga ofreciendo productos que son bien recibidos por el mercado de forma casi unánime.
Y un buen ejemplo de esto es el nuevo Bell & Ross BR 03-92 MA-1. Pero antes de explicar por qué hay que explicar de dónde: de dónde viene el nombre MA-1.
LA CHAQUETA DE LOS REACTORES
La MA-1 fue la sucesora de la A-2 Bomber Jacket, la chaqueta de piloto que todos tenemos en la cabeza porque la hemos visto en innumerables fotos y películas de los aviadores de la Segunda Guerra Mundial. Pero recordemos que hacia el final de la guerra ya habían aparecido los primeros aviones a reacción alemanes, mucho más rápidos y potentes. Afortunadamente para ese entonces el ejército germano estaba prácticamente derrotado, porque la superioridad aérea de estos aviones habría supuesto un desastre para las fuerzas aliadas.
Ocurre que los aviones a reacción no sólo volaban mucho más rápido, sino también mucho más alto. Eso hizo que las A-2, fabricadas en cuero y algodón, fueran dolorosamente insuficientes para proteger a los pilotos del frío. Para resolver este problema el ejército norteamericano lanzó la B-15, que ya estaba fabricada de materiales sintéticos y además añadía una serie de elementos, como un bolsillo para un bolígrafo (parece una tontería, pero ¿dónde lo pones que no se caiga?), enganches para colgar la mascarilla de oxígeno cuando no se usaba y un cuello acolchado sintético. No para el frío, sino para que la manguera del oxígeno se quedara en su sitio durante el vuelo.
A finales de los 50 la B-15 dio paso a la MA-1. Originalmente estaba fabricada con un doble nylon, que entremedias llevaba lana para aportar calor. Tras unos pocos años se sustituyó la lana por un relleno de polyester, que acababa de ser inventado y que mejoraba el calor aportado, además de ser más ligero que la lana. Además se quitó el cuello mullido porque interfería con el arnés del paracaídas. Y además se introdujo un revestimiento interior naranja. De esta forma si el avión caía y el piloto sobrevivía podía usar el interior como señal visual para los equipos de rescate.
Esta versión fue un éxito, tanto en el ámbito militar como en el social. Fue casi el uniforme oficial de los Mods y los Skinheads, y hoy en día sigue siendo una prenda muy utilizada por su comodidad y por su universalidad. Ahí es donde entra el ojo clínico de Bell & Ross.
Bell & Ross BR 03-92 MA-1
Y digo ojo clínico porque con el nuevo reloj la casa no tiene que hacer ningún esfuerzo para que el reloj resulte atractivo: directamente se conjuga con una pieza de ropa muy popular que usa gente de hasta 45 años, más o menos. Así que para todos ellos el reloj se convierte en un objeto deseable. ¿Y cómo lo consigue? Pues para empezar el Bell & Ross BR 03-92 MA-1 tiene la forma cuadrada tradicional de la casa, que es la de los instrumentos de vuelo (como el Bi-Compass que vimos hace poco). En segundo lugar -muy importante- es un BR03, lo que significa que la caja tiene sólo 42mm de lado, lo que la hace más llevadera que la de los BR 01 de 46 mm, y más fácil de apañarse con los puños cerrados de la MA-1 (gracias también a su no excesiva altura). Además la caja es de cerámica, lo que se traduce en durabilidad garantizada, tanto del material como del color. Color caqui, claro, para hacer juego con la chaqueta.
Y la esfera también se mimetiza perfectamente con el atuendo: estructura de sandwich en el que la superficie es verde y el fondo naranja (Indian Orange se llamaba el color original del forro interior). Para que contraste mejor con el naranja el verde de la esfera es más oscuro que el de la caja. Todas las superficies naranjas están impregnadas con Super-LumiNova, para lograr esa visibilidad tan típica de Bell & Ross. Además la fecha está pintada en el mismo color que las demás informaciones, mientras que el fondo de la ventana es del mismo color que la esfera. Esto es algo que siempre señalo porque es muy poco habitual, y se agradece mucho.
Seguramente esta es una de las esferas más claramente militares que ha creado hasta ahora la marca, y sin duda de las más atractivas. Se le da bien el naranja a Bell & Ross. O a mí me gusta, vaya. Mira por ejemplo las fotos en vivo del Aéro GT, o lo mucho que mejora su inclusión en el GMT (también en vivo aquí). La anima el calibre automático BR.CAL-302 de 4 hercios y 42 horas de reserva de marcha, que podemos asignar, sin correr riesgos de equivocarnos, a un Sellita SW-300. En cualquier caso no se ve porque, como es costumbre, está tapado por un fondo ciego.
El Bell & Ross BR 03-92 MA-1 se presenta con una correa NATO en el mismo verde y en el mismo naranja (en el interior). También está disponible con una correa de piel. El precio del reloj es de 3.500 euros, y hay más información en Bell&Ross.es.