Hublot nunca se sale del carril. Siempre que te acercas a Hublot sabes que vas a ver algo que sólo te va a dar esa marca. Eso no es ni bueno ni malo, es simplemente su personalidad. Es como decir que Rolex siempre tiene los mismos relojes y que no cambia y que por tanto eso está mal (salvando las distancias, claro). Si vas a Rolex sabes lo que te vas a encontrar, así que no te puedes quejar. Y, oiga, es una estrategia que no le va mal a ninguna de las dos. Son auténticas máquinas de hacer dinero, lo que significa que su idea funciona. Valga como ejemplo este Hublot Big Bang Unico Blue Magic que traemos a la palestra.
Hublot tiene para sí el lema The Art of Fusion, o El Arte de La Fusión. A menudo se ha dicho que, lo que ellos llaman fusión, en algunos pueblos se llama simplemente copia, en referencia a que las formas del reloj tienen un claro parecido con el Nautilus de Patek y el Royal Oak de Audemars Piguet (admitido por el propio Biver, así que…). Pero donde sí es muy original es en el arte de fusionar materiales. Y particularmente el manejo de la cerámica es algo que se le da muy bien. Así, por ejemplo, fue la primera marca en presentar una cerámica roja brillante; lo hizo en el Big Bang Unico Red Magic que vimos en vivo. Es obvio que el que vemos aquí es su hermano, solo que en este caso de color azul. En realidad ya habíamos visto antes cerámica azul (aquí, en vivo), pero no completamente pulida.
Recordemos que la cerámica es normalmente apagada, porque el calor necesario para producirla quema los pigmentos -que son los que dan color-, dando como resultado una superficie mata. Sin embargo Hublot consigue que no se quemen los pigmentos y por eso puede conseguir el brillo que tiene el reloj. Y además es de una dureza de 1.500 vickers, 300 más que la cerámica normal. La caja del Hublot Big Bang Unico Blue Magic, con su tradicional forma de portilla, tiene 45 mm de diámetro y combina la cerámica azul con un bisel intermedio de composite negro, el mismo color que la carrura y los pulsadores. La altura es de 15,40 mm; se entiende así que parezca tan grande: lo es.
La esfera es la que le gusta a Hublot: la esqueletada, con numerales, índices y manecillas texturizados e impregnados con Super-LumiNova. La esfera tiene sólo dos registros: a las 9 el pequeño segundero y a las 3 en punto el contador de 60 minutos del cronógrafo, que también aloja la fecha. El logotipo de la marca está impreso sobre el zafiro.
Lo que permite ver el esqueletado de la esfera es el calibre automático de manufactura HUB 1242, con ese aspecto tan industrial que le pega tanto. Es un cronógrafo flyback con doble embrague y rueda de pilares (visible a las 6 horas), muy suave en su funcionamiento. Tiene 72 horas de reserva de marcha. El conjunto vale también para zambullirse con él porque tiene una hermeticidad garantizada hasta los 100 metros. Como se puede ver en la foto, la parte inferior de la caja es de titanio.
El Hublot Big Bang Unico Blue Magic es una serie limitada a 500 unidades, con un precio para cada una de 21.400 euros, que sin duda se hacen notar en la muñeca porque el reloj no pasa desapercibido ni a oscuras. Estará disponible en las tiendas en seguida, si es que no ha llegado ya. Más información en Hublot.es.