Falsificaciones ha habido siempre. Se engaña con los productos del más alto rango de precio y el de más barato. Siempre hay alguien que se enorgullece de comprar un producto mucho más barato que el original, aunque pudiera pagarlo. Ya no es sólo el gusto de sustraer algo; es también esa especie de orgullo mezquino de saber que estás haciendo que los demás piensen de ti que eres más de lo que eres, y que encima te ha costado muy poco dinero conseguirlo.

Sobre los motivos y malas excusas que se ponen para comprar relojes falsos hice un vídeo que, francamente, ha tenido mucho más éxito del que yo había imaginado, porque al fin y al cabo en un canal en el que a la gente le gusta la buena relojería ni siquiera debería existir ese debate. Pero se ve que sigue apasionando. Es éste:

Pero es que en los últimos años ha surgido una serie de marcas que venden relojes a los que han dado en llamar «relojes homenaje». Ahora todo se habla con eufemismos para esconder y dar legitimidad a cosas que, con los términos que se usaban antes, estaban mucho más claras (y eran, por tanto, menos admisibles). Ahora decimos «desvincular» cuando queremos decir despedir, por ejemplo.

En relojería consideramos a un reloj de los años 50 «vintage», lo que le da prestigio. Cuando el que se compró ese reloj en los 50 veía un reloj de los años 20 no lo llamaba vintage, sino viejo. Pues lo mismo pasa con esto de los relojes homenaje: en realidad sólo nos estamos refiriendo a unos relojes que imitan a otros, a menudo de manera descarada y grosera.

Sin embargo la idea del reloj homenaje se ha hecho hueco como si fuera una alternativa viable y legítima, hasta el punto de que se discute en blogs y foros con casi total normalidad. Ese es el motivo por el que tanta gente está interesada en ellos, los compra y hace ganar mucho dinero a quien los fabrica.

Ojalá el vídeo sirva para esto cambie.