Si los relojes de IWC resultan siempre excitantes y atractivos, hay una colección anual que siempre me gusta especialmente: los Petit Prince. Uno de los primeros vídeos de Horas y Minutos, filmado en 2014 la boutique de Madrid, ya tenía un calendario perpetuo (está aquí). Un año después IWC lanzó un sencillo (pero enorme) Big Pilot, que también vimos en vídeo. Y también está en vídeo este Double Chronograph, el que más me gusta de todos. Este año volvemos a tener un reloj de piloto que vuelve a ser calendario perpetuo y cronógrafo. Es el fantástico IWC Pilot’s Watch Perpetual Calendar Chronograph Edition “Le Petit Prince”.
Hay una diferencia fundamental de este IWC Pilot’s Watch Perpetual Calendar Chronograph Edition “Le Petit Prince” con los anteriores cronógrafos y calendarios perpetuos: mientras que los demás a menudo llevaban un movimiento Valjoux y la adición del módulo que Kurt Klaus creó para IWC, en el modelo que nos ocupa el calibre es de manufactura.
Esto no es, per se, una novedad, pero la combinación calendario perpetuo/cronógrafo con calibre propio estaba reservado, hasta ahora, para el calendario digital (como éste). Aquí tenemos el motor desarrollado en la propia manufactura, la serie 89xxx con un calendario perpetuo «normal», en lo que es la primera vez que ocurre en los relojes de piloto.
El IWC Pilot’s Watch Perpetual Calendar Chronograph Edition “Le Petit Prince” se presenta con una caja de oro rojo de 43 mm de diámetro y 15,9 mm de altura, y tiene todas las señas de identidad de los «Petit Prince». Eso incluye una impactante esfera azul rayos de sol, manecillas doradas de hélice con puntas alagadas, grandes numerales arábigos de época y una gruesa correa de piel marrón. La esfera está lógicamente muy concurrida, pero -como es habitual en IWC- es aún así muy legible.
Las horas y minutos se muestran en el centro, a la manera tradicional, junto con la trotadora del cronógrafo. El pequeño segundero está integrado en el registro de meses, a las 6 en punto. La fecha y el día de la semana se muestran en registros a las 3 y a las 9 horas respectivamente, mientras que la subesfera a las 12 horas aloja el totalizador de minutos y horas del cronógrafo, así como la fase de luna perpetua. El año se muestra, como siempre en una pequeña apertura entre las 7 y las 8 horas.
En puridad no es nada que no hayamos visto antes en IWC (salvo la ya mencionada primera vez que vemos esta combinación de manufactura en los relojes de piloto). IWC ha estado creando increíbles calendarios perpetuos desde que el legendario Kurt Klaus creara el complejo mecanismo en los 80. Y aún así esta nueva versión resulta fresca y atractiva como si fuera la primera vez.
Construido con unas 80 piezas, funcionará hasta 2100 sin necesidad de ajustes. La fecha, el día, el mes, la fase lunar y el año están sincronizados y se pueden ajustar desde la corona si el reloj no se ha llevado en un tiempo. Este mismo año hemos visto en vivo otra preciosa ejecución del calendario perpetuo, esta vez en un Spitfire.
Dentro se mueve el 89630, que vimos, por ejemplo, en el Da Vinci Perpetual Calendar Chronograph. Ofrece una rueda de pilares, embrague vertical, flyback, 68 horas de reserva de marcha y 4 hercios de frecuencia. Y movimiento automático, alimentado por una masa oscilante de oro. Por encima se ha unido el módulo de Klaus. El movimiento se puede ver gracias a un cristal de zafiro.
El IWC Pilot’s Watch Perpetual Calendar Chronograph Edition “Le Petit Prince” (Referencia IW392202) es una edición limitada a 250 unidades, que se pueden encontrar en la boutique de la marca a un precio unitario de 41.700 euros. Más información en IWC.es.