Hace unos meses vimos con fotos en vivo el Sea-Dweller Rolesor, el reloj que Rolex tiene reservado para las mayores profundidades; pero esta vez hecho con oro. Decía entonces que era el ejemplo del lujo por el lujo, porque no cabe pensar que alguien se haga con un reloj de esas capacidades submarinas en oro si no es para lucirlo allí donde se vea bien. En Baselworl.d 2019 también se presentó este Rolex Yacht-Master 42 de oro blanco (referencia 226259), que ahonda en el mismo concepto para ofrecernos un reloj plenamente versátil.
Cuando Hans Wilsdorf presentó el Oyster en 1926 puso la primera piedra de la larga carretera por la que ha transcurrido la relación de Rolex con los relojes herméticos. Incluso el reloj de entrada de la casa, el Oyster Perpetual, tiene una hermeticidad garantizada de 100 metros. Ya vimos los nuevos modelos con fotos en vivo y tres colores de esfera (lanzados en 2016), así como los modelos de esfera blanca y negra en vídeo.
Por supuesto los Submariner tienen una hermeticidad aún mayor (300 metros) y los Sea-Dweller aún más (1.220 metros y hasta 3.900 metros según el modelo). Pero es el orgullo de Roiex garantizar la hermeticidad de sus relojes incluso en los modelos más básicos, que son herméticos hasta 100 metros (salvo el Cellini, que lo es hasta 50 metros).
De hecho en la presentación de los Oyter Perpetual dice » Otro componente principal de la estructura hermética es la corona, provista de un sistema doble de hermeticidad Twinlock, que se enrosca sólidamente a la caja. La caja Oyster protege de forma óptima el movimiento de alta precisión del agua, arena, presión y golpes».
Viene esto a cuento porque hay un grupo muy abundante de aficionados que se mueven con unos mantras absurdos sobre la hermeticidad, que básicamente dicen que cualquier cosa que esté por debajo de los 200 metros (o 300 incluso) no puede ver el agua ni por internet porque el reloj se va a estropear. Y meterse en la ducha con uno de ellos es equivalente a lanzarlo al magma del Orodruin de Mordor.
Pues bien, Rolex no sólo garantiza la hermeticidad hasta 100 metros de sus relojes de vestir y el Daytona, sino que esa es también la hermeticidad de todos los Yacht-Master, que son para Rolex los relojes que deben usar los aventureros del mar. Así que uno de los dos, Rolex o esos aficionados, están equivocados.
Uno de los embajadores históricos de Rolex, Sir Francis Chichester, fue la primera persona que navegó en solitario alrededor del mundo de oeste a este, entre 1966 y 1967. Y en la muñeca llevaba un sencillo Oyster. En 1968 él mismo escribió a Rolex diciendo lo mucho por lo que había pasado el reloj y lo bien que había aguantado. Y eso que los relojes de entonces no eran ni la mitad de buenos que son ahora. Habrá que fiarse por tanto de lo que hace Rolex, ¿verdad?
ROLEX YACHT-MASTER 42 MM
Cuando presenté en vivo el Yacht-Master 40 mm conté la historia del modelo, que es básicamente la de un Submariner que sube a cubierta para quedarse allí, que es donde está el champán. Por eso se lanzó en oro, y de paso su bisel se hizo bidireccional y los números estaban en relieve en vez de grabados.
En 2015 el reloj se presentó con bisel cerámico y una correa de caucho llamada Oysterflex. La esfera negra cambiaba radicalemente el aspecto del modelo, que vimos aquí en vivo. Además, el nombre del modelo en rojo aumentaba su deportividad.
El Rolex Yacht-Master 42 mm aumenta el tamaño y rebaja el tono, quitando el rojo y optando por el oro blanco para hacerlo más elegante. El mayor tamaño seguramente está destinado a distinguirlo mejor del Submarine Date de 40 mm. Aunque de eso también se encarga el precio.
El oro blanco es una nueva afirmación de que este es un reloj para el club náutico, no para explorar la barrera de coral. De hecho en toda la colección Yacht-Master sólo hay un modelo de acero, el Yacht-Master II que vimos en vivo y que está destinado a las competiciones de regatas. Todos los demás modelos están fabricados en metales preciosos.
Las superficies de oro están pulidas, y las asas son como las del modelo de 2015: más cortas y con mejor curvatura. Hasta ahí llega la complicación de Rolex con las cajas: son cómodas y perfectamente ejecutadas, pero aburridas, excesivamente simples para un reloj de este nivel de precio.
El Cerachrom del bisel ha sido arenado para darle un aspecto más contemporáneo. Los numerales se moldean en la cerámica y después se pulen. El resultado es una presencia compacta y elegante.
La esfera lacada en negro refuerza el carácter de este Rolex Yacht-Master 42 mm, y presenta índices de oro blanco, que es el material usado también en las manecillas. Por supuesto están todos tratados con Chromalight azul. Y, también por supuesto, sobre la fecha aparece la lupa Cyclops marca de la casa.
Por dentro se mueve el 3235, que se presentó en 2015. Un cronómetro certificado (+2/-2) con 70 horas de reserva de marcha, espiral antimagnética Parachrom, antichoques Paraflex y escape Chronergy.
Y hay que destacar también que el cierre de la correa (también en oro) incorpora el Glidelock, un sistema de ajuste que permite ajustar la correa unos 15 mm, lo que es francamente encomiable.
El Rolex Yacht-Master 42 mm tiene un precio de 27.400 euros, lo que le distingue claramente del Submariner y reafirma su carácter exclusivo. Es un reloj para dirigir el yate, no para calafatear la eslora, y a la vez permite demostrar su estatus en cualquier otra situación porque el diseño y los materiales lo permiten. Es más, lo estimulan. Más información en Rolex.es.