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Se suspende Baselworld 2021 y se buscan «nuevas plataformas»

En vez de clarificar el panorama se oscurece aún más

Baselworld
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Lo que era una evidencia se ha acaba de poner por escrito. Antes de las 7 de la mañana ha llegado un comunicado que, curiosamente, no se centraba en la suspensión de la feria, sino en el acuerdo con exhibidores para las compensaciones debidas. El texto dice:

El Grupo MCH y los representantes de los expositores en Baselworld han llegado a un acuerdo sobre el acuerdo sobre la cancelación de Baselworld 2020. En colaboración con el Comité de Expositores de Suiza, se ha elaborado una solución amistosa, aprobada por unanimidad por el Comité Consultivo y también respaldada por las asociaciones de la industria.

«Agradezco la actitud constructiva de los representantes del Grupo MCH, que nos ha permitido encontrar una solución equilibrada», dice Hubert J. du Plessix, Presidente del Comité de Expositores de Suiza. «También me gustaría agradecer a Patek Philippe, Rolex, Tudor, Chanel, Chopard, Hublot, Zenith y Tag Heuer, quienes, en un espíritu de solidaridad con el sector en su conjunto, han acordado un reembolso menor para que los otros expositores puede beneficiarse de mejores condiciones» (recordemos que estas marcas habían anunciado su marcha a Ginebra, dando así la puntilla a Baselworld).

Baselworld closes

Bernd Stadlwieser, CEO del Grupo MCH, enfatiza: «Nos complace haber trabajado juntos y, en poco tiempo, encontrar una solución aceptable para todos. A la luz de la gran pérdida de ingresos debido al COVID-19 y nuestra responsabilidad con todos nuestros grupos de partes interesadas, esta solución marca el límite de lo que es posible para nosotros. Con el acuerdo amistoso para Baselworld 2020, ahora podemos concentrarnos completamente en el futuro».

Esto es importante para las marcas más pequeñas, que veían amenazadas sus propias finanazas ante el riesgo de que la organización, tras pagar a las grandes, les hiciera una quita muy importante del dinero invertido. Eso las grandes lo pueden aguantar. Para las pequeñas, a las que se les une la caída en ventas por la pandemia, era (y seguramente es, porque no recuperarán todo) un buen palo.

Y en el párrafo final es donde la organización de Baselworld dice:

El Grupo MCH ha tomado la decisión de no celebrar Baselworld 2021, planeada para las fechas entre el 28 de enero y el 2 de febrero de 2021. «Junto con los expositores y visitantes, estamos trabajando intensamente para aclarar y discutir los requisitos y opciones para las nuevas plataformas», dice Michel Loris-Melikoff, Director Gerente de Baselworld. «Tomaremos una decisión sobre posibles formatos para el verano y luego proporcionaremos información sobre el nuevo concepto y la programación».

Baselworld

Que desaparezca la anterior Baselworld es bueno porque era una organización viciada y sin otro propósito que su propia supervivencia. Que no haya una feria en la que las innumerables marcas que iban (aparte de las grandes) puedan acercarse a público, distribuidores y prensa es muy malo. Para ellas y para la industria en general.

Watches & Wonders sigue adelante con paso firme, pero si todas las marcas emigran allí acabará por convertirse en en otro Basilea, por más que Ginebra está muchísimo más capacitada para recibir a muchos visitantes. Además el formato actual de W&W (entrada por invitación, catering gratuito y otras muchas cosas) debería cambiar porque si no el coste sería estratosférico.

Por otro lado el Watches & Wonders digital puede abrir los ojos a las marcas, que pueden pensar que entre la plataforma digital, las presentaciones por Zoom y después con eventos locales quizá les sea suficiente, en vez de dedicar millones y millones cada año al Salón. Recordemos que las acciones del Grupo Richemont llevan meses a la baja y el parón por el Covid-19 -y antes los problemas políticos en Hong Kong- les ha afectado gravemente. Sin duda el ahorro de no haber celebrado este año W&W tendrá un efecto beneficioso en sus cuentas que será muy bienvenido por su director financiero y sus accionistas.

Por otro lado no descartemos un mini-Baselworld con las casas relojeras que quedan (que, al fin y al cabo, son unas cuantas). Sea en Basilea o en otra ciudad.

Y, aún más loco: imaginemos que el Grupo Swatch vuelve a Baselworld: sería el rey absoluto porque no están los otros grandes, y el resto de las marcas podrían seguir allí sin hacerles sombra y a la vez amparados por el poder de convocatoria del Grupo. Sería el gran triunfo de Nick Hayek. Yo qué sé, locuras que se le ocurren a uno. Ya veremos.