Breguet Classique Double Tourbillon 5345 “Quai de l’Horloge”
Toda sabiduría técnica y artesanal de la manufactura para crear una pieza única
Breguet rinde un nuevo homenaje a la más celebrada de las invenciones de su fundador, Abraham Louis Breguet: el tourbillon. Pero esta vez no es un simple reloj con un tourbillon (como por ejemplo esta belleza); ahora ha ido mucho más lejos, y este Breguet Classique Double Tourbillon 5345 “Quai de l’Horloge” es una auténtica muestra de las habilidades técnicas de la manufactura y también de sus oficios artesanos, que es la otra faceta en la que destacó Abraham Breguet y uno de los orgullos de la actual manufactura.
En realidad el reloj no es completamente nuevo, porque en 2006 apareció la referencia 5347 que ya tenía el doble tourbillon. Era un reloj de 44 mm de diámetro y nada menos que 17,05 mm de altura, además de una presencia a mi juicio excesivamente barroca que perjudicaba al reloj y su complicación, más que resaltarla:
Por supuesto la ejecución era impecable, pero ese guilloché distraía de lo esencial. Este nuevo Breguet Classique Double Tourbillon 5345 “Quai de l’Horloge” se ha encargado de arreglar estos problemas, y de qué manera. De hecho el diámetro ha crecido de 44 a 46 mm, y la altura sólo ha decrecido en 2 décimas: 16,8 mm. Sin embargo el bisel, que en 5347 era ancho y redondeado -aumentando a la vista el tamaño-, se ha sustituido por un cristal de zafiro que él solo se encarga de casi la mitad de la altura.
Por supuesto, el tamaño es el que es, pero al usar tanto cristal y una esfera calada, la sensación es de que el reloj es más pequeño. Además está hecho en platino, que se ve menos que el oro rosa. A cambio añade más peso, pero de aliviar la carga también se ocupa el zafiro. Comparado con la esfera, la decoración de la caja es mínima, excepto por la carrura y su habitual estriado.
Al contrario que la versión cerrada anterior, este Breguet Classique Double Tourbillon 5345 “Quai de l’Horloge” revela cada elemento técnico de su movimiento. La esfera está rodeada por un bisel interno de zafiro con números romanos impresos en azul para indicar las horas y los minutos. Los números romanos también se repiten dentro de la caja, grabados en el reborde interior para crear un efecto de reflejo. La placa base y el puente en la parte inferior de la esfera están ejecutados en oro blanco y decorados con guilloché (hecho a mano, por supuesto), con un Clou de Paris o un patrón de abanico. Como novedad en este modelo, los puentes del barrilete toman la forma de la letra B, que a mi juicio resultan estentóreas por innecesarias. Están decorados a mano con cantos pulidos, veteado recto y un revestimiento de antracita para crear contraste con el resto de elementos. Es un color que también se encuentra en los volantes, que ya no son de color dorado.
Como era de esperar, todas las piezas están finamente acabadas a mano con un impresionante nivel de detalle: biselados, graneado recto, ranuras y tornillos pulidos, piezas satinadas, elementos con pulido en negro… El tiempo lo muestran las clásicas agujas Breguet, en acero azulado, con puntas en forma de luna excéntrica. Y mientras que el minutero es clásico, la manecilla de las horas es muy inusual. En realidad, es un puente parcialmente azulado para mantener los dos tourbillones en su lugar, y está conectado al diferencial central. Y como tal, gira una vez cada 12 horas.
LA CASA DE BREGUET
El nombre de Breguet Classique Double Tourbillon 5345 “Quai de l’Horloge” es un homenaje a la ubicación original del taller de A.L. Breguet. En 1775, el joven relojero se instaló en el 39 Ile de la Cité en París. El distrito era entonces un centro de artesanía, lleno de orfebres, fabricantes de esferas, manecillas y cajas que ejercían allí sus oficios. Allí inventó algunos de sus logros más importantes: resortes de gong para relojes de repetición en 1783; el protector antichoque en 1790; la espiral Breguet en 1795; y sobre todo el tourbillon, patentado en 1801. Fue aquí en la “Casa sobre el muelle” donde Abraham-Louis Breguet introdujo la decoración guilloché en la relojería por primera vez en 1786.
Compuesto por cuatro puentes en oro macizo, la parte posterior del movimiento está totalmente grabada a mano con la fachada de la casa de A. L. Breguet. Este grabado se recubre luego en dos tonos diferentes de gris para revelar el detalle, pero también hay ventanas que revelan las ruedas de color dorado y las joyas.
Recomiendo abrir la siguiente foto en una ventana nueva para poder admirar todos los detalles.
El calibre 588N tiene nada menos que 738 piezas. La característica clave del movimiento es el par de torbellinos de un minuto en la esfera. Cada uno es impulsado de forma independiente por su propio muelle real, pero ambos están vinculados por un diferencial en el centro del dial que promedia la velocidad de los dos.
Los dos tourbillones, a su vez, están montados en una placa giratoria que hace una revolución cada 12 horas, por lo que el puente alargado del tourbillon que atraviesa ambos tourbillones también funciona como la manecilla de las horas. Ambos muelles reales también impulsan la esfera giratoria, por lo que el reloj tiene tres conjuntos de ruedas.
Para este Breguet Classique Double Tourbillon 5345 “Quai de l’Horloge”, Breguet ha optado por una correa bastante inusual. La base es de caucho (disponible en azul, negro, rojo o naranja) y en la parte superior hay una capa fina y flexible de piedra de pizarra genuina, que le da un aspecto mineral a la correa y forma una superficie heterogénea. Se afianza en la muñeca con un triple cierre desplegable con forma de la B de la marca. El resultado es cuando menos curioso, y añade una singularidad que seguro que será discutida (por aquellos que no lo podemos comprar y nos morimos de envidia, claro).
El Breguet Classique Double Tourbillon 5345 «Quai de l’Horloge» (ref. 5345PT / 1S / 7XU) está disponible a partir de ahora en boutiques y minoristas seleccionados. No es en sí una edición limitada, pero debido a su naturaleza altamente compleja, se producirá en cantidades muy limitadas. Tiene un precio de 628.000 francos suizos. Es muchísimo dinero, qué duda cabe, pero no tanto si lo comparamos con otros relojes de este estilo que hay en el mercado. Más información en Breguet.es.