Más vale llegar a tiempo que rondar un año, dice el dicho. El pasado jueves 12 se daban a conocer los ganadores de las distintas categorías del Gran Premio de Relojería de Ginebra, y H. Moser & Cie. se llevó dos premios (aquí están en vídeo todos los ganadores). Para uno de ellos, el Endeavour Cylindrical Tourbillon -realizado junto con MB&F-, se creó incluso una categoría aparte para poder significarlo. Y en la sección de cronógrafo se premió al Streamliner, el primer cronógrafo de la casa y un éxito instantáneo cuyas 100 unidades se vendieron en unas horas. Aquí está, con fotos en vivo.
Así que, con el premio aún calentito en el bolsillo, qué mejor momento para anunciar este Moser Streamliner Funky Blue, que además no es edición limitada y presenta el color más característico de Moser, el Funky Blue. Recordemos que ese color apareció en 2015 –aquí lo puedes ver en vídeo– y fue toda una sorpresa, porque no se esperaba nadie un reloj de corte tan clásico con una esfera tan atrevida. Ahora es ya uno de los rasgos distintivos de Moser, y por tanto es normal que el primer modelo permanente tenga este color.
El Moser Streamliner Flyback Chronograph Automatic Funky Blue, que es su nombre completo, mantiene lógicamente las medidas del anterior modelo. Así el diámetro es de 42,3 mm y es hermético hasta 120 metros. Su corona desplazada, adornada con una «M», se encuentra a las 4 h, equilibrando así la ubicación de sus dos pulsadores a las 10 y a las 2 h.
Sus curvas avanzan hasta el brazalete de acero integrado; el diseño de los eslabones garantiza un ajuste perfecto incluso en las muñecas más finas. Todos los eslabones están articulados y se curvan presentando en su acabado una combinación de satinado vertical y superficies pulidas.
La escala exterior roja y blanca, en torno al borde de la esfera del Moser Streamliner Funky Blue, mide los segundos, mientras que la escala
interior hace lo propio con los minutos. A las 12 horas el número 60 domina la esfera, evocando los cronómetros de los años 60 y 70, cuando la legibilidad y la funcionalidad eran la clave. Por supuesto, la precisión lo es todo en un cronógrafo, garantizada en este caso por la elección de las agujas como indicadores del tiempo transcurrido, con una base más gruesa y un extremo fino, como las que se pueden encontrar en los indicadores de los automóviles o en los instrumentos de medida.
Moser & Cie. ha optado por un segundero rojo y por una aguja rodiada para los minutos. Para indicar las horas y los minutos, la manufactura se ha decidido por unas agujas curvadas tridimensionales de dos secciones con insertos fabricados en Globolight, un
innovador material con base cerámica que contiene Super-LumiNova.
Otra de las estrellas del Moser Streamliner Funky Blue es su calibre, desarrollado por Aghenor, la empresa creada por el gran maestro relojero Jean-Marc Wiederrecht. Su construcción es un festín para los ojos, y conforma el primer cronógrafo automático con indicación central equipado con función flyback en los minutos y los segundos.
Es un calibre automático con una frecuencia de 3 hercios y reserva de marcha de 54 horas. Embrague doble horizontal y rueda de pilares. En la parte central del calibre se ha añadido una leva con la forma de Batman.
El Moser Streamliner Funky Blue va a ser, sin duda, otro de los éxitos de Moser. Su precio es de 39.900 francos suizos, que desde luego no es barato. Pero la singularidad se paga. Más información en Moser.com.