El pez de IWC y el pleito por su posible ofensa a los cristianos
Una cuando menos curiosa disputa legal
A primeros de este año IWC lanzó un nuevo reloj de piloto, que es una de sus familias de relojes más conocidas y -creo- la más vendida. El IWC Big Pilot’s Watch Edition Black Carbon fue una edición limitada a cien unidades que, dada su novedad -era el primer Pilot’s en carbono-, su esfera negra y manecillas grises, se vendió rápidamente. De él no ha quedado de rastro ni en la web oficial. Siempre he pensado que las marcas deberían tener un repositorio para almacenar imágenes de modelos pasados; es su propia historia y sería interesante poder ser repasada, además de crear un vínculo mayor con el cliente.
El caso es que, entre lo rápido que se vendió y que en marzo estábamos ya en plena pandemia, el reloj fue visto y no visto. Por cierto que su estética se ha repetido ahora con el Double Chronograph Top Gun, pero en este caso la caja es de Ceratanium y no tiene calibre de manufactura.
Ocurre que en el Piloto de carbono aparecía nuevamente el pez de IWC, un símbolo utilizado tradicionalmente por la manufactura para significar la hermeticidad de sus relojes. La marca lo utilizó desde mediados de los 50 hasta mediados de la década del 2000, y por eso ha sido muy querido por los coleccionistas.
A partir de entonces se sustituyó por el ya famoso Probus Scafusia (es decir «un buen trabajo hecho en Schaffhausen») que decora las coronas y los rotores (aquí se puede ver en vivo). Por eso su reaparición fue tan bienvenida. Además en el Pilot’s de carbono aparecía no sólo en la corona, sino también en la trasera.
Sin embargo, a pesar de usarlo más de 50 años, el logotipo nunca se había patentado, y de hecho otras marcas usan motivos parecidos (de cabeza me acuerdo de la ballena de Nomos, por ejemplo). El Grupo Richemont solicitó la patente del pez de IWC en 2016 (es esta), pero fue rechazada por el IGE o IPI, que es la oficina federal suiza para la protección intelectual, según el punto 2, apartado d, que es el que señala las patentes consideradas «inmorales».
JESUCRISTO, HIJO DE DIOS, SALVADOR
En concreto el IGE decía que la patente podía ofender a los cristianos por su parecido con el Ichthys. El Edicto de Milán (313 D.C.-después de Cristo, no después del Coronavirus-) proclamó la tolerancia del Imperio con el cristianismo. Hasta ese entonces ser cristiano estaba perseguido. La forma en que se reconocían los cristianos entre ellos era así: uno pintaba una raya curva en el suelo. Si la otra persona dibujaba otra línea curva que la cruzaba, formando algo parecido a un pez, entonces era cristiano.
Es decir, dibujaban un ΙΧΘΥΣ, que es como se escribe pez en griego y que se transcribe en caracteres latinos como Ichthys. Pero, para un cristiano, esas letras significaban Ἰησοῦς Χριστὸς Θεοῦ Υἱὸς Σωτήρ (Ieusus, Christos, Zeou -de Dios-, Y -Uios, hijo-, Sigma -Soter, salvador). Hay que recordar la importancia de la figura del pescador de almas, los panes y los peces, etc.
Y en eso se basó el IGE para rechazar la patente. También en que en 2010 el organismo rechazó aceptar como patente una marca llamada Madonna, por ese mismo motivo: tiene una referencia muy clara a la Virgen María, y de hecho así es como se le llama en italiano. Razonó, por tanto, que “el uso comercial del pez de IWC seguramente violara el sentimiento religioso del cristiano común».
Es verdad que el pez de IWC se parece al pez cristiano -claro, los dos son peces- pero el de IWC tiene la aleta caudal cerrada. Así que Richemont llevó el caso a la Corte Administrativa Federal, aduciendo que, bien al contrario, «el logotipo no se percibía por el grupo afectado como un símbolo religioso [como sí ocurre con la cruz, por ejemplo] y por tanto no parecía que fuera a ofenderlos». Así que la Corte tuvo que dilucidar si el Ichthys era un elemento religioso central.
La conclusión de la corte fue bastante simple y clara: el IGE no había conseguido demostrar que el pez es un elemento capital de la religión cristiana, «no se usa por su nombre en los ritos religiosos y no es venerado ni tampoco se le reza».
Ciertamente, aunque el símbolo de Ichthys está relativamente extendido, su significado religioso para el cristianismo no está al mismo nivel que la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) o el símbolo de la Cruz. El significado del signo tampoco es comparable con el valor de la Madre de Jesús (Madonna), a quien se venera intensamente, por lo que ella también tiene un papel central.
Y, fuera de disputas legales, el pez de IWC ha estado apareciendo en sus relojes durante más de 50 años sin que se recuerde ninguna protesta a las puertas de la fábrica de cristianos ofendidos. Y, seguramente, cuando IWC lance de nuevo modelos con el símbolo, es difícil que veamos tuiteros furibundos cargando contra la inmoralidad de su uso. Pero ese es el tiempo que nos ha tocado vivir, el de los ofendiditos.